Cuando descubrí que era bisexual

Por ESTUDIANTE DE CSUN
EL NUEVO SOL

Desde que era niña sabía que era diferente. Mientras mis amigas hablaban de todos los niños que les gustaban a ellas, yo no entendía lo que sentía por los niños. Pensaba que si hablaba de las mismas cosas que las otras niñas, yo también sería normal.

Cuando empecé la secundaría, conocí a una niña. No era la niña más bonita de la escuela, ni la más inteligente, pero desde que la conocí me quería quedar a su lado. Me quedé satisfecha con ser su mejor amiga. Nosotros hablábamos diario. Hacíamos todo juntas hasta que se consiguió un novio. Yo de los celos que tenía, no le volví a hablar.

Algún tiempo después, me empezó a gustar un muchacho y al final me sentía normal. Como muchos noviazgos de la niñez, no duró más que una semana, pero lo más importante para mí en ese tiempo fue confirmado. Yo era normal. No fue hasta que llegué a la universidad que confronté mis dudas.

Tenía 18 años cuando llegué a la universidad. Estaba sola en un lugar nuevo con gente desconocida y demasiado tiempo libre. Aún tenía unas dudas de mí misma que no sabía cómo resolverlo.

Una noche que estuve con unos amigos nuevos, ellos querían reunirse con otros amigos. No tenía nada más que hacer. Entonces, decidí conocer a estos nuevos amigos. Fue la primera vez que conocí a esta amiga. Sentí algo no había sentido en años. Podía oír el latido de mi corazón en mis oídos. Fue en ese momento finalmente acepté algo que en el fondo de mi corazón siempre supe.

Era bisexual.

Esa revelación me hizo pensar en cada comentario que oí en mi infancia. Aunque sabía que mi familia me iba a aceptar tal y como era, yo no estaba lista para enfrentar lo que todos me dijeran o preguntaran. Decidí intentar aceptarme yo misma antes de esperar a que todos me aceptaran.

El Instituto Williams estima que 3.5 por ciento de la población estadounidense se identifica como lesbiana, gay o bisexual. La mayoría, 1.8 por ciento, se identifican como bisexuales, en comparación con 1.7 por ciento que se identifican como lesbiana o gay. A pesar de representar la mayoría en la comunidad, la bisexualidad es todavía vista como una “etapa”. Debido a esto, la mayoría de los bisexuales están en el clóset, personas como yo.

Les dije a algunas personas en mi vida que sabía que no me juzgaran, pero aun no le he dicho a mi familia. Quizás algún día le diré a toda mi familia de mi sexualidad cuando esté lista. Tengo el privilegio de saber que cuando llegue ese día, me aceptará mi familia.