Este primer episodio de la serie “Oaxacalifornia: La Experiencia Oaxaqueña en Los Ángeles” cuenta la historia de dos jóvenes interesados en la música oaxaqueña y su camino a convertirse en directores de banda. Aquí les contaremos la historia.
Por TOMÁS RODRÍGUEZ
RADIO NEPANTLA
Tomás Rodríguez: Bienvenidos a Radio Nepantla, un podcast de El Nuevo Sol, el sitio multimedia del programa de periodismo en español de la Universidad del Estado de California en Northridge. Mi nombre es Tomás Rodríguez.
Tomás Rodríguez: El nombre de nuestro podcast nació de la palabra Nepantla, que viene del idioma náhuatl y significa “estar en medio”. Los indígenas de México usaban esta palabra para hablar de estar entre una cultura dominante y su cultura de origen. El movimiento chicano hizo de este espacio uno de resistencia cultural que trasciende dos culturas y muchas fronteras.
Tomás Rodríguez: Usaremos este concepto de “estar en medio” para hablar de los oaxaqueños que viven en California. El doctor Gaspar Rivera Salgado, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, estima que hay 320 mil oaxaqueños en California y 180 mil de ellos viven en el sur del estado, mayoritariamente en Los Ángeles. También, a través de los años, han surgidos nuevas generaciones de oaxaqueñoamericanos que mantienen vivas las tradiciones de sus padres. La mayoría de inmigrantes oaxaqueños son indígenas. De acuerdo al Consejo Nacional de Población de México, el 33 por ciento de la población de Oaxaca habla un idioma indígena. Esto incluye el amuzgo, zapoteco, mixteco, triqui, chocho, zoque, mazateco, chontal, ayuujk, chinanteco, náhuatl, huave, chatino, tacuate y cuicateco.
Tomás Rodríguez: Hemos titulado esta serie: “Oaxacalifornia: La Experiencia Oaxaqueña en Los Ángeles”. Este primer episodio cuenta la historia de dos jóvenes interesados en la música folclórica y su camino a convertirse en directores de banda.
Jéssica Hernández: Nuestra música oaxaqueña apenas está siendo expuesta al mundo entero, se podría decir. Yo pienso que apenas estamos abriendo ese camino, y ya los que estamos aquí, pues ya estamos, pero yo sé que los que vienen van a abrir ese camino más.
Ernesto Cruz: Siendo un músico oaxaqueño es siendo alguien que tiene que saber su cultura, alguien que tiene que saber los usos y costumbres y alguien que no tenga miedo y que siga adelante, y si no te das por vencido… vas a superar y vas a ir a lugares a donde uno nunca pensaría.
Tomás Rodríguez: Soy Tomás Rodríguez y estás escuchando Radio Nepantla—La voz que traspasa fronteras.
Tomás Rodríguez: Ernesto Cruz y Jéssica Hernández nacieron en Los Ángeles, pero sus padres son de la Sierra Norte en Oaxaca, México. Ernesto tiene raíces de un pueblo llamado Santa Maria Xochixtepec mientras que Jéssica tiene raíces en otro pueblo llamado Santiago Zoochila que está a solo 30 minutos de distancia de Xochixtepec. Ambos tienen diferentes experiences con su comienzo en la música.
Jéssica Hernández: Yo no lo puedo llevar a un momento específico, un día o fecha especial. Desde lo más temprano que recuerdo, siempre he estado involucrada, ha sido parte del ambiente musical. Mis papás tienen un video de cuando yo era bebé, todavía ni caminaba y estaba allí jugando con la trompeta de mi papá.
Tomás Rodríguez: Jéssica viene de una familia de músicos. Su papá fue parte de un grupo musical de los noventa durante la era de tecnobanda. Se conocían como la Banda Juárez de Oaxaca…
Jéssica Hernández: Pues yo recuerdo haber crecido con ellos, iba a los night clubscon ellos desde los cinco años. Ellos iban en giras y todo. No me llevaban, pero pues sí recuerdo las fotos y los videos. Igual después de allí empezó lo filarmónico.
Tomás Rodríguez: Con tanta influencia en la música, no fue una sorpresa que Jéssica comenzará a estudiar música en la escuela.
Jéssica Hernández: Yo no empecé a tocar hasta que estaba en el quinto grado de primaria cuando ya tenía unos, que sería, nueve o diez años. Sí, empecé tarde, porque muchos ya hoy en día empiezan a los cinco, seis años, y yo no empecé tocar hasta los nueve o diez años. Mi papá es músico, sus hermanos, mis tíos, son músicos, vengo de una familia de músicos y siempre he estado expuesta a la música.
Tomás Rodríguez: Los oaxaqueños radicados en Los Ángeles formaron una banda filarmónica y pues claro, Jéssica también andaba en los ensayos. Pero no fue hasta que en la Navidad de 2000 que surgió la idea que iba involucrar a los jóvenes zoochilenos de la ciudad de Lynwood, donde la mayoría de los zoochileños vivían.
Jéssica Hernández: Y pues aquel entonces era un era donde se encontraban mucho el pandillerismo y todas esas cosas y tenían miedo de que nosotros, nuestra generación, se involucraran en ese tipo de malas influencias malas aspectos. Y pues mi papá y mi tío querían hacer algo para que la juventud no se fuera hacia ese lado y que se enfocara en sus estudios, pero al igual tratar de enseñarles lo que es la cultura oaxaqueña, la cultura zoochileña.
Tomás Rodríguez: Esto fue la fundación de la Banda Nueva Dinastía de Santiago Zoochila y Jéssica fue parte de este proceso.
Jéssica Hernández: Sí, recuerdo bien, fue en abril de 2001 ya cuando nos juntaron a nosotros los jóvenes. Mi hermana era la más chica, en aquel entonces tenía cinco años, y los más grandes, los jóvenes, teníamos unos 12 ó 13 años, más o menos. Y [en] aquel entonces creo lograron juntar entre unos 35 ó 40 jóvenes y niños, mayormente de paisanos zoochileños, y de allí fue que empezó la primera generación de Banda Nueva Dinastía.
Tomás Rodríguez: Ernesto tiene raíces de un pueblo llamado Santa María Xochixtepec. En California, encontró primero su pasión por la música…
Ernesto Cruz: Pero cuando me cautivó más la música oaxaqueña fue cuando fui por primera vez a Oaxaca, a de donde son mis papás, que es Santa María Xochixtepec. Es la región norte al lado de la Sierra Benito Juárez, distrito Villa Alta. Y fue en el 1999 cuando [por] primera vez escuché la actualidad a como son los usos y costumbres oaxaqueños, especialmente en la sierra, y allí es cuando me introduje a la música oaxaqueña.
Tomás Rodríguez: Durante la misma época en la que se estaba formando la Banda Nueva Dinastía de Santiago Zoochila, Ernesto empezó su camino hacia la música folclórica oaxaqueña. Él también viene de una familia de músicos.
Ernesto Cruz: Cuando [las] primeras veces, cuando aprendí música, fue en el 2001. Obvio, aprendí la música con mi familia, uno de mis primos, que a ese tiempo estuvo dirigiendo la Banda de Xochixtepec aquí en Los Ángeles. Juntó niños y comenzamos. Desde entonces, me inicié a la banda en el 2002, al tiempo de la fiesta, en la comunidad de Santa María Xochixtepec.
Tomás Rodríguez: Ernesto aprendió poco a poco la música, y decidió tomar un paso grande cuando quiso matricularse en la preparatoria Alexander Hamilton. Una escuela reconocida por su academia de música y teatro. Pero esto no fue algo fácil.
Ernesto Cruz: Fue duro. Al comienzo fui lo que se dice en la lista de espera, [así que] no fui aceptado inmediatamente. Tuve que ir a allí a ver si el director de la academia de música me aceptara. Hablé con él, habló con mi papá y [le] gustó que estuvimos muy interesados en la música y de entonces, él decidió ese mismo día: “te acepto”.
Tomás Rodríguez: Pero antes de entrar a la prepa, Ernesto ya estaba avanzado en la música. La banda grabó un disco en 2004 y en aquel entonces, el director escogió a Ernesto y a su primo para ser los solistas de una pieza. Con solo cuatro años en la banda, Ernesto se ganó la confianza de su familia.
Ernesto Cruz: De allí creo que mis tios, primos, se dieron cuenta de: “Oh, sí le interesa mucho”. Y allí es cuando me estaban enseñando un poco más. Me dijeron: “Esto es lo tienes que hacer y allí es cuando en el 2006 decidieron: “pues está bien, hay que apoyarlo y hay que ver cómo lo podemos apoyar para que se supere en la música”. Allí es cuando me dieron el cargo que: “dirige, dirige unas piezas, a que te acostumbres a qué es dirigir, qué es hacer las prácticas generales para las bandas”.
Tomás Rodríguez: Ernesto y su carrera como músico cambió desde ese entonces. Yo no era solo un integrante de la banda, sino el director.
Ernesto Cruz: Fue como en el 2005, cuando comencé high schooly ya para el 2006, la banda me dio la oportunidad de dirigir porque vieron que me gustaba mucho y vieron esa lumbre que algún día: “él podría ser algo”. En el 2008, tuve la oportunidad de enseñar [a] 26 niños de la edad de 8 hasta la edad de 26 para reforzar la banda. A esas edad, tuve como 16, 17, mis primos, la misma edad (risa), y yo dándoles lecciones en música, fue muy interesante.
Tomás Rodríguez: Banda Nueva Dinastía surgió en 2001 en la comunidad de Lynwood, donde aprendieron las bases de la música, como el solfeo, o notas de entonación. Así aprendieron el papá y tío de Jéssica en el pueblo.
Jéssica Hernández: Empezamos asi como a ellos les enseñaron, con solfeo, así como tradicionalmente se enseña en los pueblos. Solfeamos por unos 6 meses y ya por septiembre de ese año fue cuando empezamos a agarrar los instrumentos, y pues duramos unos dos o tres años aprendiendo música porque nadie de los nosotros, excepto yo, que yo ya estaba aprendiendo en la escuela, sabía nada de música o muy pocos habían sidos expuestos a la música oaxaqueña… Pues sí fue un largo proyecto y es hasta en el 2004, en mayo 22 de 2004, fue cuando oficialmente hicimos el debut y ya cuando Banda Nueva Dinastía ya salió.
Tomás Rodríguez: Por fin… en un salón en Lynwood, donde todo empezó… vino el debut de la banda. Ellos eran unas de las primeras bandas con jóvenes nacidos en Los Ángeles, parte de la primera generación de oaxaqueñoamericanos, algo que no se había hecho hasta entonces. El salón se llenó con bastante gente, paisanos y familiares. Tenían sus cámaras de VHS listas para grabar el debut anticipado.
Jéssica Hernández: Eran tantos años de que se inició 2001 al 2004. Para nosotros, lo que recuerdo era un momento muy… de nomás ver las caras de nuestros padres que a lo mejor ellos nunca se imaginaron de que iban emigrar a este país de que iban a tener hijos o familias aquí en este país y mucho menos que iban a ver sus hijos poder tocar esa música que ellos crecieron allá en sus pueblos. Se les veía en la cara ese orgullo que tenían en nosotros sus hijos aquí presentandonos en aquel entonces. Es lo único que recuerdo. Pero si fue un momento muy especial.
Tomás Rodríguez: Jéssica siguió estudiando música en la escuela como parte de las bandas dentro de su middle schooly luego high school. Tenía clases de música durante el día, y luego iba a practicar con su banda en las tardes y fines de semana, también tocando en fiestas. Pero ella siempre notó una diferencia de los dos tipos de música.
Jéssica Hernández: A veces iba a los parades, los desfiles que hacíamos y los conciertos que teníamos. Musicalmente sí estaba muy involucrada en eso, pero yo siempre sentía que eran dos mundos muy diferentes. No nomás en lo musical, pero también en la enseñanza. Así como me enseñaron en Banda Nueva Dinastía y como enseñan en el sistema escolar son dos sistemas muydiferentes y siempre vi eso que venía aprendiendo musica de dos mundos diferentes.
Tomás Rodríguez: Jéssica y Ernesto continuaron en la preparatoria, siempre involucrados en la música de la escuela y en las bandas oaxaqueñas. Ellos son los primeros en su familia en ir a la universidad, y estaban seguros que iban a ir a la universidad después de graduarse de la preparatoria, pero por el choque de estos dos mundos, Ernesto se perdió de varias actividades escolares en su último año del high school.
Ernesto Cruz: Durante high school, como a los fines de año, ahí está prom, grad night… y yo no fui. No fui porque pues estuve con la banda. Había muchas veces que no podía ir a unos eventos de la escuela porque estuve con la banda, estuve aprendiendo más de la música. ¿Me enojo que no fui? ¡No! Porque fue algo para mí, que a mí me gustó.
Tomás Rodríguez: Ernesto sabía que la música iba a ser parte importante de su futuro educativo.
Ernesto Cruz: Después de high school, como todos los muchachos en el último año, o el penúltimo año de high school, o la preparatoria, muchos no saben qué quieren hacer de carrera. A este tiempo, yo tampoco supe, pero la música siempre estaba allí.
Tomás Rodríguez: Jéssica también supo que la música iba a continuar, a ser parte de sus estudios, pero algunas personas se sorprendieron por su decisión.
Jéssica Hernández: Cuando fue una cuestión de llenar la aplicacion y todo eso, no había otra cosa para mí que quería estudiar más que la música. Me acuerdo cuando se lo platiqué a mis padres, para mi papá no fue sorpresa. Para mi mamá, pues no estaba super feliz de que yo iba a estudiar música, ella siempre esperó que yo iba estudiar otra carrera, pues aquí muchos piensan: “Oh, pues puede ser doctor o maestro o abogado”, cosas asi. La música no lo ven como un estudio formal. Muchos lo ven como un hobbyun pasatiempo, muy pocos saben de que es un estudio, es una profesión también. Muchos familiares también estaban sorprendidos de que yo iba a estudiar música, y yo siempre me preguntaba: ¿por qué les sorprende? ¿Qué no es más obvio de que eso es lo que voy a estudiar porque es lo único que ha hecho en casi toda mi vida?
Tomás Rodríguez: Su propia gente trató de cambiar su decisión para que estudiara otra carrera. Pero nada cambió su decisión.
Jéssica Hernández: Para mí, nunca había duda de que eso era lo que yo iba a estudiar… Siempre en toda mi middle school, high schoolsiempre mantuve todas mis actividades con Banda Nueva Dinastía. No sé cómo le hacía, la verdad, porque hay veces que si se juntaba las cosas, pero siempre buscaba la manera de estar involucrada.
Tomás Rodríguez: Jéssica es la mayor hermana en la familia. Como muchos primeros estudiantes en la universidad, no supo tanto del proceso para solicitar ingreso a la universidad, pero ella ya estaba acostumbrada a hacer preguntas y buscar soluciones.
Jéssica Hernández: Desde muy joven, mi papá, bueno ahora se lo agradezco, pero como me caía gordo que de niña siempre mi papá me decía: “Pues ve a preguntar”, y vamos un lado. “Ve, pregunta cómo hacer eso”, cosas así me decía y cómo. Pues era niña, me daba pena ir a preguntar a hacer, pero gracias a eso, así es como yo preguntando, iba a centros cuando había workshopsy yo ya iba para ver pues qué tengo que hacer para entrar a una universidad, qué es el proceso, dónde voy a conseguir dinero, financial aid, FAFSA, todo eso.
Tomás Rodríguez: Jéssica recibió apoyo de sus maestros en la prepa, pero como ella quería estudiar música, los maestros no conocían el proceso para solicitar en una escuela de música. Uno de los requisitos era que tenía que presentar una audición.
Jéssica Hernández: Yo no nunca había hecho una audición en mi vida. Cuando me mandaron la lista de canciones que recomendaban que nosotros tuviéramos preparadas para la audición, yo nunca había escuchado de eso. Estamos hablando de la música clásica. Sí hemos escuchado de los nombres Beethoven y Mozart, Dvorak… y todo eso pero yo no crecí escuchando esa música. Yo crecí escuchando sones y jarabes, y cuando vi la lista dije: “Oh my goodness“, ni sé qué es esto: obertura número 2 de equis persona. Yo me quedé como “guau, no sé qué hacer”, pero pues en aquel entonces creo que ya estaba saliendo YouTube, me puse a buscar, me puse a estudiar.
Tomás Rodríguez: Jéssica solicitó ingreso a varias universidades, pero la escuela que la cautivó más fue la Universidad de California en Riverside. Se sintió en casa porque la hicieron sentir bienvenida. Y eso fue parte de su decisión para ingresar a esa universidad.
Jéssica Hernández: Y ya, pues al fin, recibí mis ofertas, mis acceptance lettersy todo eso, y pues sí, cuando llegó tiempo de decidir pues a dónde me voy a ir, pues la verdad nunca se me olvidó esa primera audición de Riverside, pero nunca sentí esa amistad, ese cariño, eso de que saben quién soy en otras escuelas como lo sentí en Riverside.
Tomás Rodríguez: Y ahora, en su último año en la prepa, llegó uno de los momentos más ocupados para Jessica. En julio de 2006, la Banda Nueva Dinastía viajó a Santiago Zoochila por la primera vez en la historia de la banda.
Jéssica Hernández: De hecho, el año que yo me gradué de la high schoolen el 2006, pues graduationes en junio, a ese julio fue cuando la banda tomó su primer viaje a Santiago Zoochila. Ese año, ese verano, esos meses, fue bastante, no difícil, pero bastante… mucha actividad porque pues me gradué de la high school, después tuve que ir a mi orientación porque en septiembre yo empezaba clases. Tuve que ir a mi orientacion a UC Riverside, después tenía que prepararme para el viaje de Zoochila, fuimos a Zoochila por tres meses y a la dos tres semanas, me tuve que preparar para empezar Riverside.
Tomás Rodríguez: Una costumbre en los pueblos de Oaxaca y de México es la celebración de las fiestas anuales, conocidas como fiestas patronales. En Oaxaca, el pueblo recibe a varias bandas de otros pueblos y en este caso, el pueblo se Zoochila estaba esperando a este grupo de jóvenes de Los Ángeles.
Jéssica Hernández: Recuerdo esa primera vez, casi todo el pueblo llegó a recibirnos esa tarde que llegamos. Estaba lloviendo, había tormenta y a pesar de eso, toda la gente salió para recibirnos porque pues era la primera vez de que una banda de Los Ángeles iba para Oaxaca. No sabíamos qué esperar… al ver a la gente allí, emocionada de vernos. Igual [para] muchos de los jóvenes de la banda era la primera vez que iban al pueblo, muchos de ellos nunca habían ido así que como yo, que mis papás me llevaban para muchos de ellos era su primera vez que iban. Muchos de ellos no conocían a sus abuelos o sus otros familiares que estaban allí en el pueblo. Sí fue algo muy especial.
Tomás Rodríguez: Jéssica se alistó para empezar una nueva etapa en su vida en UC Riverside. Y en el 2008, Ernesto fue aceptado a la Universidad del Estado de California en Northridge. Él estaba listo para obtener una licenciatura en educación de música. Pero no fue todo simple…
Ernesto Cruz: La maestra, DoctorJulia Heinen, fue mi profesora de clarinete. Mi primer año inicial, yo no supe que fue lecciones privadas, yo no supe cómo practicar, yo no supe qué fue [en] actualidad una banda sinfónica. Y fue muy duro, pero mi maestra no se enojó. Ella sabía de dónde venía, ella sabía que la oportunidad no estaba para mí porque en la actualidad sí cobran mucho para dar lecciones privadas. Y ella sabía en qué lugar yo vine y me dio más ánimo ella, y me dijo: “tú lo puedes hacer y con que nomas no te hagas de rendido y sigas”.
Tomás Rodríguez: En Northridge, estudiantes tienen la oportunidad durante los exámenes finales de cada semestre de cambiar de programa dentro de la escuela de música. Pero para hacer esto, Ernesto tuvo que tocar piezas con su clarinete en frente de sus profesores. El pasó el examen y Ernesto ahora se había convertido en un solista. Esto le abrió más puertas…
Ernesto Cruz: El segundo año estuve en la Orquesta Sinfónica de Northridge y también en la Banda Filarmónica de Northridge, que es el wind ensemble, las mejores bandas aquí, y me tocó el tercer asiento de seis clarinetes y muchos fueron estudiantes que estaban sacando sus maestrías y que están a nivel más avanzado. Y yo tuve esa oportunidad de llegar allí. Al segundo semestre es cuando me tocó con la orquesta ser el principal clarinety allí poco a poco estuve mejorando, mejorando. Tuve la oportunidad de hacer competencias con el International Clarinet Associationo ICA.
Tomás Rodríguez: Las responsabilidades de Ernesto en la música fue creciendo bastante rápido. Era el director con su banda oaxaqueña y estaba superándose en sus estudios como solista en la universidad. Pero algo cambió su vida para siempre.
Ernesto Cruz: Ya para el junior year o el tercer año, me casé y tuve mi hijo. Tuve mi hijo al segundo semestre. Muchos pensaron que porque nomás iba a tener [a] mi hijo, iba a parar. Todos ya dijeron: “Pues ya, ya no va seguir Ernesto con la música”.
Tomás Rodríguez: Al contrario, Ernesto siguió estudiando, aunque esto significó que tuvo que balancear tres cosas a la misma vez. Sus últimos dos años en Northridge fueron difíciles, pero Ernesto aceptó que la vida nunca sería fácil.
Ernesto Cruz: Todavía continué, había muchos proyectos, había muchas cosas que yo no pude ver. Ver [a] mi hijo crecer, pero a la vez, como siempre me dice mi papá: “Es un sacrificio, y a veces tienes que sacrificar un poco de tiempo de estar con la familia para mejorar” y eso fue lo que pasó varias veces. Para que no diga la gente: “Oh, pues tu vida fue perfecta”. En una vida no hay una perfección, siempre hay cosas que uno tiene que superar, y eso fue una cosa cómo balancear la familia, la escuela, el trabajo, ya que tenía que traer dinero para la famila.
Tomás Rodríguez: Ernesto estuvo tocando con la banda Santa Maria Xochixtepec por varios años como integrante y luego director. Fue hasta que en su último años en Northridge que él tuvo que dejarla porque sus responsabilidades como padre y estudiante lo forzó a que se enfocara en una cosa.
Ernesto Cruz: Perdí comunicación completamente. Mi papá todavía está con la banda y allí estuvo con la banda en ese tiempo, y él siempre me decía: “Ya sé que es importante ir a la escuela, pero hay cuando tengas chance, ven, no te van a decir que no”. “Yo ya sé, papá, pero ahorita tengo que enfocarme más en mi escuela”.
Tomás Rodríguez: Se reunió con la banda para hablar con ellos sobre su decisión.
Ernesto Cruz: Y yo fui francamente honesto con ellos, yo les dije: “Mira, no es que no quiero, es que no hay tiempo, estoy estudiando, tengo mi familia, pero si me esperan, yo les prometo, voy a regresar”. No los voy a dejar así, porque sin ellos, sin esa cultura oaxaqueña, yo no hubiera visto o dar esa oportunidad de estudiar música.
Tomás Rodríguez: Pero a pesar de parar de tocar con su banda, se enfrentó con otra decisión. su pasión para estudiar más lo puso en una situación incómoda cuando se acercaba su graduación en Northridge.
Ernesto Cruz: Antes de que me graduara, estuve pensando muy bien si es conveniente ir directamente a mi maestría o trabajar, y dar de comer, dar una techo, algo pa’tras a mi familia, mi esposa, mi hijo. La buena cosa es que mi esposa me dijo: “Tú tienes que continuar. ¿Cómo vas a parar nomás allí? Sacar tu licenciatura y no sacar tu maestría”.
Tomás Rodríguez: Con el apoyo de su esposa, Ernesto nunca miró hacia atrás. Fue aceptado en el Instituto para las Artes de California, o CalArts, una universidad reconocida internacionalmente por sus programas académicos en música, teatro, arte y cine. Ernesto se enfrentó con mucho más trabajo.
Ernesto Cruz: Esos dos años sí fueron unos de los más difíciles años, para no mentir. No dormía, había muchas prácticas, había muchas tocadas, había muchas cosas que tenía que hacer, y la familia casi no los veía. Había veces, cuando yo tenía que traer a mi hijo a la escuela, y él estuvo conmigo en las clases.
Tomás Rodríguez: A pesar de los sacrificios que Ernesto tuvo que imponerse para tener éxito en la escuela, él fue casi el único latino nacido en Estados Unidos en la universidad de CalArts.
Ernesto Cruz: La mayoría de los estudiantes son güeros. La comunidad latina, nacidos aquí, no fueron muchos. Habían estudiantes internacionales que iban a estudiar allí. Pero fueron internacionales, no fueron estudiantes que son de aquí, primera generación que van a la escuela. Estudiantes que vinieron de la pobreza, viviendo por South LA, viviendo por Watts, viviendo por Compton. No había eso. Yo fui el único… los únicos que están en la escuela de música que tenía todo eso, que es first generation, low incomey el único oaxaqueño (ríe).
Tomás Rodríguez: Después de 6 años en la educación superior, Ernesto se graduó con su Maestría en Bellas Artes en el 2015…
Tomás Rodríguez: Desde la primaria, Jéssica siempre estuvo involucrada en la música. Y ahora que estaba en UC Riverside, tenía la oportunidad de conocer y aprender más sobre la música. Al igual que Ernesto, ella estuvo muy involucrada en las bandas de la escuela.
Tomás Rodríguez: Pero aunque UC Riverside está a casi una hora de distancia de Los Ángeles, Jéssica siguió muy involucrada en la Banda Nueva Dinastía, balanceando esto con su clases y tareas.
Jéssica Hernández: Era muy difícil, dormía —si podía— nomás cuatro horas cada noche. Era lo más que podía dormir porque me la pasaba estudiando o me la pasaba ensayando, o me la pasaba regresando a Los Ángeles para estar con Dinastía. En aquel entonces, sí recuerdo que teníamos muchas actividades musicales con Dinastía, tocábamos casi every other weekend, dos tres veces al mes, para acompañar a otros pueblos. Y lo que [en] aquel entonces, no había tantas bandas como hay hoy en día.
Tomás Rodríguez: En aquel entonces, había menos de 10 bandas oaxaqueñas en Los Ángeles, incluyendo la Banda Santa Maria Xochixtepec. Ahora hay más de 20. Pero con menos bandas entre 2008 y 2010, Jéssica tuvo que apoyar a Nueva Dinastía en varias fiestas que había.
Jéssica Hernández: Hoy en día, no ya son bastante más bandas. Hasta muchos dicen que casi ya cada pueblo tiene su banda. Hoy sobran de bandas, pero [en] aquel entonces, no había. Y sí había esa necesidad de que las bandas fueran a participar, que los llevaban, y sí era difícil, y sí, a veces tuve sacrificar ciertas cosas. Tuve que sacrificar cosas en la escuela por Dinastía, o sacrificar cosas de Dinastía por la escuela.
Tomás Rodríguez: El horario de Jéssica estaba llenísimo, pero nunca se dio por vencida.
Jéssica Hernández: Pero a veces sí, yo nunca tuve tiempo para mí misma. Dormía muy poco. A veces sí me estresaba bastante, tratando de balancear todo, especialmente los eventos. Cuando tenía un evento de la escuela y Dinastía… tenía… “¿Cómo le voy a hacer? Estoy tratando de estar en dos lugares al mismo tiempo”. Y era imposible, pero pues buscaba la mejor manera. Fue difícil, pero se hizo lo que se pudo.
Tomás Rodríguez: Todo su trabajo en UC Riverside culminó con su senior recital, donde estudiantes de último año tocan lo que han aprendido. La mayoría de los estudiantes tocan piezas clásicas con un acompañamiento de piano. Jéssica tuvo que hacerlo de manera diferente.
Jéssica Hernández: Yo no me siento yo si no puedo tocar lo que también por tantos años crecí con mi música oaxaqueña, entonces tuve que hablar con mi profesor, mi advisor, le dije: “voy a hacer el recital, pero no puedo hacerlo puro clásico…”
Tomás Rodríguez: Jéssica creció con la música oaxaqueña y la música clásica y tradicional que se enseñaba en las escuelas, pero siempre tuvo separados sus mundos musicales hasta este momento.
Jéssica Hernández: Porque le digo: “Tal vez siempre separé mis dos mundos: mi mundo escolar musical y mi mundo música oaxaqueña”, le digo, “pero a este punto, ya no puedo dejarlos separados. Ya esos dos mundos ya se están empezando a unir y no puedo no presentar esto más en mi examen final”.
Tomás Rodríguez: Para la primera parte de su recital, Jéssica tocó unas piezas tradicionales, pero para la segunda mitad, trajo a la Banda Nueva Dinastía para tocar unas piezas también. Algo así nunca había pasado en UC Riverside.
Jéssica Hernández: Pues para Riverside, me acuerdo que [en] aquel entonces fue algo guau que nunca habían visto: un ensemble así, de jóvenes, un ensemble tradicional de Oaxaca… En aquel entonces mis profesores me dijeron: “¿Por qué apenas está diciendo?” Les digo: “Pues es que como les digo, nunca se habían mezclado mis dos mundos, pero yo como persona no me sentía bien, no exponer eso”.
Tomás Rodríguez: Aunque esto pasó en el momento justo cuando se iba a graduar, Jéssica se sintió orgullosa de que los músicos oaxaqueños fueran reconocidos como importantes en la música..
Jéssica Hernández: Ya estamos recibiendo ese reconocimiento… no necesariamente reconocimiento, pero este reconocimiento de que también somos músicos oaxaqueños. Tal vez no estamos estudiados clásicamente o tradicionalmente, como aquí en Estados Unidos, en western musiclo acostumbran, pero eso no significa de que no tenemos esa capacidad musical, esos ensembles, como las bandas de los que vienen… la gente… los músicos que emigran de Oaxaca para acá o tanto los jóvenes que nacidos acá crecen con esa música, que es nuestra música es importante…
Tomás Rodríguez: A la hora de su graduación, Jéssica estaba contenta de obtener este logro, porque lo hizo para sucomunidad, sufamilia y subanda.
Jéssica Hernández: Pero sí siento esa presión de que si yo fallaba, todos fallábamos porque como muchos me decían: “Los jovenes zoochilenos son niños chiquitios”. Te ven a ti como un role modely siempre tenía eso en mente. Digo: “Oh, my gosh, si fallo yo, qué van a pensar de mí… o qué idea les voy a dar a ellos que a lo mejor no se puede”. Y eso es lo que yo siempre tenía miedo. Y pues llegar a esa graduación y de haber logrado eso, para mí fue muy importante para mi comunidad, de decir que sí se puede…
Tomás Rodríguez: Ernesto se graduó de CalArts en 2015 y pasaron tres años desde que él dejó de dirigir la Banda de Santa María Xochixtepec.
Ernesto Cruz: Hablé con mi esposa. Le dije: “Mira, ya, yo creo que ya puedo hacer otro proyecto e incluir la banda ahora a como estamos ahorita”. Y me esposa fue muy soportable en todo lo que hice y dijo: “Está bien”. En el 2014 por allí, 2015, regresé pa’tras con la banda.
Tomás Rodríguez: La gente decía que la Banda Santa María Xochixtepec ya no era como antes, que les faltaba un director fijo. Era el momento perfecto para que Ernesto regresara y que tomará de nuevo la batuta. Se reunió con la banda en la escuela donde siempre practicaban.
Ernesto Cruz: Les dije: “Ya sé que no he estado con usted por tres años y les dije que iba regresar, y aquí estoy. Ahora qué vamos hacer, qué es el proyecto”. Pues me dijeron que en tres semanas tenemos una audición con la comunidad de Yalina.
Tomás Rodríguez: Ya habían crecido muchos de la banda, y con lo que Ernesto aprendió en Northridge y CalArts, pidió más de la banda…
Ernesto Cruz: De allí se inició. Las prácticas se hizo, les dije: “Saben que yo ya soy de estudio y les voy a pedir más”, y yo les dije: “Ustedes saben, saben música, pero tienen que tener alguien que les empuje para que aprendan más”. Es lo que hice.
Tomás Rodríguez: En el caso de Jéssica, ella ya era parte de la dirección de la banda desde su último año como estudiante en Riverside, pero el tamaño de la banda se había reducido…
Jéssica Hernández: Todavía está la primera generación, pero igual yo fui de esas primeras personas, de esa primera generación, que empezó a salir. Y así como yo salí a estudiar, ya después muchos empezaron a salir a estudiar, y poco a poco la banda empezó a perder elementos.
Tomás Rodríguez: Una nueva generación estuvo en los planes de la banda Nueva Dinastía.
Jéssica Hernández: Ya fue que ahí pues igual mi papá, mi tío y yo pues dijimos: “Tenemos que empezar otra generación, tenemos que empezar a enseñar jóvenes otra vez porque desde que esa primera generación se formó en el 2001, no habíamos empezado con otros muchachos jóvenes”.
Tomás Rodríguez: La transición de integrante a directora no fue del todo fácil.
Jéssica Hernández: Ser un músico y después tomar esa dirección son dos cosas muy diferentes… porque eres buen músico no significa que vas a ser buen maestro, que vas a ser buen director. Son cosas muy diferentes, muy distintas.
Tomás Rodríguez: Pero no se trató solo de la transición, sino también del respeto hacia Jéssica porque ya no era la niña que empezó con la banda hacía más de una década.
Jéssica Hernández: Tampoco, a veces sí fue un poco difícil, porque muchos de esos jóvenes me veían a mí como compañero y de verme de un compañero a tomar esa dirección fue difícil porque a veces siento que, no es que no me respetaban, pero no me tomaban muy en serio… Algunos siempre te van a ver como esa niña. Nunca te van a ver como esa persona adulta que tiene esa capacidad de hacer ciertas cosas y todo eso. Y después está el aspecto de que soy mujer, pero es otro tema completamente con sus propias challenges.
Tomás Rodríguez: Pero ahora como directora de la banda, Jéssica estuvo lista para esta nueva etapa con la banda. Había estado expuesta a la educación tradicional de música, pero no se olvidó de sus costumbres oaxaqueñas. Decidió incorporar ambas en su propio estilo de enseñanza.
Jéssica Hernández: En el mundo aquí, cómo enseñan en la escuela, al modo de como enseñan en Oaxaca, son dos mundos muy distintos. Yo ya había vivido los dos mundos, yo ya estudié los dos mundos, y yo dije: yo aprendí ciertas cosas de que estofunciona aquí, pero tampoco funciona esto. Entonces, yo empecé a formar como más o menos un sistema.
Tomás Rodríguez: Jéssica explica que enseñar música a niños es como enseñarles un idioma nuevo.
Jéssica Hernández: Como yo digo, el aprender música es como aprender un lenguaje completamente nuevo, porque tienes que aprender a leer música, ritmos, notas, todo eso. Es muy diferente. Es como aprender un lenguaje nuevo, pero especialmente trabajando con niños, los niños todavía tiene una gran capacidad mentalmente que captan las cosas bien rápido. Eso es lo que me encanta de poder trabajar con niños.
Tomás Rodríguez: Además de la música, Jéssica usa los ensayos para enseñar a los jóvenes y niños más sobre su cultura y raíces.
Jéssica Hernández: Y siempre platicarles de su pueblo de su historia, de su origen, de Oaxaca, cosas asi. Y también muy importante que yo veo es el lenguaje. Yo no aprendí el zapoteco, que es la lengua materna de allá de nuestro pueblo, pero sí aprendí español. Español fue mi primera lengua, pero también otra cosa que yo me estoy dando cuenta, es que muchos jóvenes aquí ya no están hablando el español.
Tomás Rodríguez: Ella estaba dispuesta a que estos estudiantes regresaran a casa con un mejor entendimiento del español.
Jéssica Hernández: Yo cuando les enseño música, se los enseño en espanol. Eso para mí es muy importante porque si yo no les enseño tan siquiera espanol en ese aspecto, van a perder ese español. Y sí hay veces que jóvenes y niños me dicen: “Oh, pero no entiendo”. Y yo, okey, ya se los explico en inglés y ya lo entienden, pero necesito que aprendan las cosas en español también.
Tomás Rodríguez: La banda Santa Maria Xochixtepec había participado en varias fiestas con el regreso de Ernesto a la banda. Hasta celebraron su 40 aniversario en 2016. Una conexión de UC Riverside iba a conectar a las bandas de Ernesto y Jéssica por tercera vez, pero ahora como directores de sus bandas por primera vez.
Ernesto Cruz: Allí es cuando la doctora Xóchitl Chávez de la universidad UC Riverside nos contactó que quería hacer un proyecto, tipo audición, para las bandas. Se ha hecho presentaciones oaxaqueño, tipo Guelaguetza, por Santa Cruz, Fresno, UCLA, Long Beach, Arroyo Seco, Normandie Park, pero nomás se enfoca en la danza, los grupos folclóricos. Las bandas iban a tocar la música para ellos, pero nomás estaban enfocando a al danza, y eso es lo que la doctora Xóchitl Chávez propuso: “No quiero que se enfoquen en las danzas, quiero que se enfoquen a las bandas”.
Tomás Rodríguez: Aunque estuvo sorprendido por el tipo de evento, a Ernesto le encantó la idea. La doctora Chávez es profesora de UC Riverside y coordinadora del evento. Quiso presentar la música y cultura oaxaqueña a la comunidad de UC Riverside.
Xóchitl Chávez: Pues parte de lo que es dar una plataforma a la música oaxaqueña, porque muchas veces la gente piensa que pues que cómo que es ese tipo de música se confunde de lo que es Banda de Sinaloa, Durango, y esta es una manera para ver la diversidad y también la creatividad que tienen las comunidades oaxaqueñas. Hoy acabamos de escuchar lo que son sones, danzones, vals, mazorcas. Unos lo que es de influencia pues europea, ¿verdad?, pero lo que escuchamos dentro de esa música también son ritmos indígenas.
Tomás Rodríguez: El evento marcó la primera vez que hubo una audición de bandas filarmónicas en UC Riverside y Banda Nueva Dinastía tambien tocó.
Tomás Rodríguez: Jéssica explica que estos tipos de eventos dan otro dimensión y significado a la música oaxaqueña.
Jéssica Hernández: A veces sí nos habían invitado a ciertos eventos así, pero nunca nos habían dado ese aspecto musical. Siempre lo ataban más con otras cosas como con la Guelaguetza o con las danzas y todo, pero nunca nos enfocaban a nosotros como la banda, como los músicos. Yo siempre digo, y tengo esa idea de que no pueda haber otras tradiciones como las danzas, los bailes y cosas así sin la música. Lo que es detrás de toda tradición está la música, pero mucha gente da por más a los músicos y a la música.
Tomás Rodríguez: Ernesto ha visto crecer la bandas en Los Ángeles, y poco a poco fueron creciendo, inculcando las tradiciones oaxaqueñas, especialmente zapoteca, dentro de la comunidad.
Ernesto Cruz: La buena cosa a cuando yo comencé con la banda, había pocas bandas, pero poco a poco se estaba formando… poco a poco se estaba creciendo la música oaxaqueña, poco a poco la cultura oaxaqueña se estaba expandiendo mucho en Los Ángeles, y ahora hay como unas 26, 27 bandas actuales.
Tomás Rodríguez: Ernesto y Jéssica fueron parte de la primera generación de músicos oaxaqueñoamericanos. Ambos tocan el clarinete, pero ahora, como líderes y directores, su trabajo es enseñar sus tradiciones a la nueva generación.
Ernesto Cruz: La cultura es la queremos perseverar y que los niños continúen con eso porque uno tenemos que ver en la realidad, que hay un día que ya no van a estar los que en realidad sabían mucho de la cultura, pero por lo menos nosotros todavía la estamos preservando, haciendo todas estas fiestas, haciendo todos estos eventos, dando clases de música para que ellos aprendan.
Tomás Rodríguez: Los Ángeles tiene comunidades grandes que son oaxaqueñas. Ernesto explica que hay recursos para que la nueva generación aprenda, pero la clave es en exponer la cultura oaxaqueña a los niños desde una edad pequeña.
Ernesto Cruz: Estuve hablando con un maestro porque no hay muchos niños que no se interesan en la música o en los usos y costumbres de oaxaca. Hay muchas cosas que aquí en Los Ángeles, demasiado, pero si uno no se los introduce no, si no los llevan de pequeño, no van a saber.
Tomás Rodríguez: Como padre, Ernesto ha hecho esto con su hijo y tiene planes más grandes para él en el futuro. Él quiere que sepa más de la cultura de sus padres.
Ernesto Cruz: Él sabes que él es de Oaxaca. Él usa sus huaraches, no he imos a Oaxaca. El plan es ir este año, si no, el próximo año con la banda y nos vamos a ir con toda la familia. Pero como mi esposa es de El Salvador, mi hijo tiene que saber de las dos culturas. Pero es bueno, porque él también tiene que saber: “Okey, ¿de dónde vinieron mis abuelitos?, ¿qué usos y costumbres hicieron allí?” Y oaxaca, siendo grande, hay más y es la buena cosa, y si uno lo introduce de pequeño, les gusta, pero eso sí, de no forzarlos, porque si uno los forza de hacer las cosas, no lo van a querer hacer. Van a decir que no, no lo quiero hacer.
Tomás Rodríguez: Ernesto le da todas las gracias a su cultura vibrante y como parte de la primer generación en la música y en la educación superior, el quiere hacer todo lo posible para dar lo que él ha aprendido y logrado a esta nueva generación.
Ernesto Cruz: Yo soy oaxaqueño, yo soy educado, yo sé música, pero yo no lo estoy diciendo porque yo quiero ser el mejor. No, al contrario, yo quiero dar pa’ tras lo que Oaxaca me dio a mí. Me dio mi cultura y dárselo para atrás para que haya más estudiantes oaxaqueños que se pursuingesa carrera de música porque no hay muchos, y eso no es justo, porque Oaxaca tiene muchos músicos. Y no es justo que ellos no tengan esa oportunidad. Ahora, cuando estuve aquí, yo puedo decir que yo di para atrás para que estudiantes aprendieran más y digan: “Oh, ¡qué bueno que alguien vino para enseñarme, para que me prepare para hacer esas audiciones para ir a las universidades y sacar una carrera de música!”
Tomás Rodríguez: Para Ernesto, las responsabilidades de ser un músico oaxaqueño no son solo saber las piezas musicales o notas de música…
Ernesto Cruz: Siendo un músico oaxaqueño es siendo alguien que tiene que saber su cultura, alguien que tiene que saber los usos y costumbres y alguien que no tenga miedo y que siga adelante. Y si no te das por vencido, vas a superar y vas a ir a lugares que uno nunca pensaría.
Tomás Rodríguez: Jéssica también sabe que esta nueva generación de músicos van a mostrar su cultura musical al mundo como nunca antes.
Jéssica Hernández: Nuestra música oaxaqueña apenas está siendo expuesta al mundo entero de podra decir, y yo pienso que apenas estamos abriendo ese camino. Y ya los que estamos aquí, pues ya estamos, pero yo sé que los que vienen van a abrir ese camino más.
Tomás Rodríguez: Muchas gracias por escuchar Radio Nepantla: La Voz que Traspasa Fronteras. Los invitamos a escuchar el resto de la serie “Oaxacalifornia: La Experiencia Oaxaqueña en Los Ángeles”, donde contamos las historias de la cultura y comunidad oaxaqueña en Los Ángeles. Visítenos en nuestro canal de SoundCloud: ElNuevoSol o en nuestra página web: elnuevosol.net Esta fue una producción de El Nuevo Sol, el proyecto multimedia en español de la Universidad del Estado de California en Northridge. Producción y edición: Tomás Rodríguez. Música de Banda Santa María Xochixtepec y de la Banda Nueva Dinastía De Santiago Zoochila. Soy Tomás Rodríguez. Gracias por escucharnos. Hasta la próxima.
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