Graduarme de high school fue un triunfo mío y familiar

La sonrisa de mi madre y mi graduación me mostraron que siempre hay que dar más de uno y que a pesar de que el camino sea angosto y difícil de cruzar, el premio es mayor a lo que uno puede imaginar.

Por JHONATAN NAVARRETE  
EL NUEVO SOL

Íbamos a unos 40km/h, me encontraba muy nervioso, solo podía ver una gran multitud y un edificio decorado de púrpura y negro; parecía que algo grande estaba pasando afuera de estas ventanas. Dicen que los nervios matan, pero para mí los nervios me estaban haciendo perder la noción del tiempo. Pasaron unos minutos hasta que nos bajamos del carro, muchos felices y otros con lágrimas en los ojos por lo que estaba a punto de pasar. Habían conocidos y familiares junto a mí, muchos con una sonrisa otros con muchos nervios. Justo entro al edificio y veo un ramo de flores sostenidos por una persona demasiado importante para mí, mi madre. Al ver la sonrisa en su bello rostro me recordaba que los desvelos y el estrés valían la pena; por fin me estaba graduando de high school.

Para muchos, una graduación es el cierre de una etapa; para otros, es un suceso normal, pero para mi familia era el comienzo de mi trayecto, de mi historia. El llegar hasta este punto de mi vida fue algo complicado, yo no crecí aquí ni tampoco tuve una educación temprana en este país, lo cual hizo que graduarme fuera algo complicado de hacer. La responsabilidad que cargaba en mis hombros era inmensa, era el primer miembro de mi familia en graduarme e ir a la universidad. Dejé muchas cosas para vivir este día, dejé familiares en mi país por una mejor vida, tuve que dejar pasatiempos para poder aprender el material de mis clases y aprender inglés. A pesar de todo estos sucesos, valía la pena ver que lo había logrado.

—¡Lo lograste hijo mío! No sabes lo orgullosa que nos haces sentir.

—Jamás lo hubiera logrado sin ustedes; mi familia fueron el pilar para lograr todo esto.

Eran pasada las 14:00 h y ¡la multitud aplaudía como nunca! Era la hora, la hora por la cual trabajé tanto, la hora de finalizar esta etapa, era la hora de poder decir: ¡Lo logré! La directora parecía tener un nudo en la garganta, decía que éramos una de las mejores clases que habían tenido en años. Con esas palabras, nos decía que tomáramos la borla de nuestro birrete y la pusiéramos en nuestro lado izquierdo. Ese era el momento, el momento que cada uno estaba esperando, pero que nadie esperaba tanto como yo.

El poder graduarse de high school puede llegar a ser todo un reto, especialmente para alguien de primera generación. Según un informe del Pew Research Center, desde el año 1996 hasta el 2008 se puede observar una gran declinación de más 24 puntos porcentuales de latinos que abandonaron high school antes de graduarse. Hoy, solo el 10% de latinos no se gradúan. Lo que quiere decir que la mayoría, el 90%, sí se gradúan de high school.

Hasta la fecha, cada año, menos latinos deciden dejar high school y dedicarse a otras cosas como la labor. En los tres años que pude estar en Manual Arts High School, conocí de todo tipo de estudiantes, estudiantes indocumentados y estudiantes de primera generación. Cada uno de ellos miraban la vida de diferente manera, muchos llenos de una gran ambición y otros confundidos con qué pasaría después de la graduación. A través de los tres años, participé en muchas cosas. Fui uno de los primeros estudiantes de caracterizados como ELD student (Estudiante de ELD). Esta caracterización se les da a las personas que su primer idioma es otro que no sea inglés. Es así como me decidí solicitar y convertirme en un College Ambassador (embajador de universidad). Mi idea principal era ayudar a otros estudiantes que estaban en mi posición, personas que tenían miedo a pedir ayuda, personas que no sabían llenar el Dream Act o la aplicación de FAFSA. A pesar de que ese año se graduaron más de 300 estudiantes y la mayoría era latinos. Fue una de las mejores experiencias que tuve en mi vida estudiantil. Es así como aprendí sobre ciertos recursos, becas, ayuda estudiantil entre otras cosas.

Lo más difícil de todo esto es darse cuenta de que la ayuda existe cuando se pregunta. Es fácil decir esto pero difícil de poder hacerlo. Sin embargo, la mejor ayuda puede venir de personas con las que convivimos en nuestras escuelas, ellos saben y tienen la posibilidad de poder ayudar a los estudiantes con dudad e incluso con becas. Yo no pude aplicar a FAFSA hasta mi tercer año de universidad. Sin embargo esto jamás fue un obstáculo porque sabía que la ayuda estaba afuera, era cuestión de preguntar y hacer el esfuerzo y solicitar a muchas becas.

Es así como pude pagar mis primeros años de universidad y sé que las solicitudes y las entrevistas pueden intimidar, pero la mejor sensación es saber que puedes graduarte sin tener una deuda estudiantil. A la hora de las becas, decidí solicitar a más de 15 becas, de las cuales fui aceptado en 14. Aquí están la lista de becas que hicieron esto posible:

  • All Ways Up Foundation
  • TELACU Fund
  • Estella Scholarship
  • Education First
  • SALEF Scholarship
  • MAHS Scholarship
  • Barbara Ann Award Scholarship
  • SHF Scholarship
  • Gran Plan Scholarship
  • Frank Herbert Hall Memorial Scholarship
  • Los Hermanos de Stanford Scholarship
  • Meldon Law Scholarship
  • Que Llueva Café Scholarship
  • Mary Rowena Cooper Scholarship

Sé que la ayuda existe para todos, inclusive para las personas indocumentadas. Hay organizaciones tales como TELACU Fund y SALEF que se dedican a dar becas a las personas indocumentadas. Sin embargo, si esto no es suficiente, aquí esta una página web que me ayudó encontrar muchas de estas becas:

My undocumented Life Org

Golden Door Scholars

Los sueños pueden llegar a lograrse a pesar de la dificultad que ellos presente. Para mí, el ver la sonrisa de mi madre me dio fuerzas ese día para entender lo importante de ese día. Cada una de las cosas que había hecho dieron frutos y las palabras, el momento, la felicidad, el llanto, el ver a mis amigos y amigas lograr algo por lo cual trabajamos varios años, todo el trabajo había valido la pena. Sabía que a pesar de que ese día fue único, un camino más importante se acercaba, un momento donde los retos serían más difíciles donde muchos días estaría solo. Pero el recordar ese día me llena de valor para seguir dando más de mí. Sé que hay muchos que pasaron por este mismo camino y hay muchos otros que estarán mis zapatos algún día. A ellos les digo que nunca es malo soñar en grande, que las limitaciones solo se las pone uno mismo y no el mundo. Ese día fue uno de los días que marcó mi vida y que marcaron a muchas personas, especialmente a los latinos.

La sonrisa de mi madre y mi graduación me mostraron que siempre hay que dar más de uno y que a pesar de que el camino sea angosto y difícil de cruzar, el premio es mayor a lo que uno puede imaginar.


Me llamo Jhonatan Navarrete López y nací en El Salvador. Desde pequeño, me interesé en el mundo periodístico. Mis pasatiempos se basan en la lectura, la escritura y el mundo de las finanzas. Mi meta es poder transmitir a la comunidad latina la importancia del mundo de estos temas y poder aumentar la relación entre los anglosajones y los hispanohablantes en el campo del periodismo. Si tienes una historia que contar, déjame invitarte almorzar y redactemos una historia juntos. Si gustas conocer más de mí, búscame como @NavaLopez98

 


Tags:  Educación ensayo personal escuela graduación high school Jhonatan Navarrete Manual Arts High School

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