Tomó tiempo darme cuenta de lo que me había pasado y lo mal que estaba emocionalmente, pero después de meses de sufrimiento y soledad comencé a ser quien era antes de la relación.
Por LESLIE IGNACIO
EL NUEVO SOL
Dicen que el primer amor, es una experiencia muy bonita. Que llega una persona a cambiarnos como es que vemos la vida porque la llenan de amor. Pero ese no fue mi caso, el tener mi primer novio me llevó a tener una de las peores experiencias de mi vida.
Yo creí haberme encontrado a mi príncipe azul, el primer año que entre a la preparatoria. Lo conocí en mi clase de español y desde el primer día nos llevamos muy bien. Me hacia reír y sentí como si yo había encontrado a una persona que me quería.
Pero después de un tiempo las cosas empezaron a cambiar. A él no le gustaba que yo tuviera muchos amigos y les deje de hablar para que él no se enojara conmigo. Pero ni eso funciono, él ya pasaba menos tiempo conmigo y yo no entendía que era lo que estaba haciendo mal. Me sentía muy sola, pero jamás le dije a nadie de mi familia, ni amigos porque no lo querían y solo me iban a decir que tenían razón en decirme que no estuviera con él. Yo estaba aferrada a una persona que no sabia valorarme.
A los meses me di cuenta que él hablaba con otras muchachas a mis espaldas, pero ciegamente no quería aceptarlo. Hasta que una muchacha me mandó los mensajes y fotos que le había mandado a ella. Y cuando quise preguntarle, él dijo que no era verdad y que se había metido a sus cuentas. Yo de nuevo le creí.
Pasó un año y yo ya no era la misma. Me la pasaba muy triste, solo quería estar dormida y mi promedio comenzó a bajar. Pero aun así me quede, porque sentía que si lo dejaba mi mundo se iba acabar. Sentía estar en un poso muy obscuro y profundo, sin saber como salir. Hasta que llegó el día en que decidí que si yo no me amaba, nadie lo iba hacer por mí.
Día de pijamas en la preparatoria. Foto por Leslie Ignacio | El Nuevo Sol
Tomo tiempo para poder darme cuenta de lo que me había pasado y lo mal que estaba emocionalmente pero después de meses de sufrimiento y soledad comencé a ser quien era antes de la relación. Comencé a pasar más tiempo con mis amigos, familia y me involucré más en la escuela como siempre me había gustado. Me di cuenta que si yo no me amaba a mi misma, me iban a seguir sucediendo situaciones iguales porque no iba a saber como es que querían que me trataran. Aunque mi primer amor no fue nada agradable como yo siempre pensé que iba ser, fue una experiencia que mi hizo crecer mucho y ayudo tenerme amor por mi misma. De acuerdo a la NCADV (National Coalition Against Domestic Violence), 57% de adolecentes conocen a alguien que ha sido piscamente, sexualmente o verbalmente abusados en una relación. El tener que afrontar lo que me había pasado fue aun más difícil pero fue importante saber que yo no era la única a la que había pasado algo así. Si tu o alguien que tu conoces se sienten solos o necesitan ayuda vayan al sitio web www.ncadv.org para más información y recursos.
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