En este episodio de la serie Voces, Luis Mirón lee su historia del año más largo de su vida, cuando su madre tuvo que dejarlo a él y a su hermana en México cuando migró a Estados Unidos. Producción y edición de Estephany García y Luis Mirón.
Por ESTEPHANY GARCÍA y LUIS MIRÓN
EL NUEVO SOL
Estephany García: Hola y bienvenidos a Radio Nepantla, un pódcast de El Nuevo Sol, el sitio de multimedia del programa de periodismo en español de la Universidad del Estado de California en Northridge.
Mi nombre es Estephany García
Luis Mirón: Y yo soy Luis Mirón
Estephany García: El nombre de nuestro pódcast viene de la palabra “Nepantla” que en náhuatl significa “estar en medio”.
Luis Mirón: Los indígenas de México usaban esta palabra para hablar de estar entre una cultura dominante y su cultura de origen.
El movimiento chicano hizo de este espacio uno de resistencia cultural que trasciende de dos culturas y muchas fronteras.
Estephany García: En esta serie titulada “Voces”, presentaremos historias personales de estudiantes universitarios y hablaremos de su importancia social.
En este episodio hablaremos de la historia de mi compañero Luis.
Para Luis, el año que estuvo separado de su mamá ha sido el más largo de su vida.
Como en varios casos de inmigrantes que emigran a los Estados Unidos, Luis pasó por una separación familiar.
¿Luis nos puedes contar cómo fue ese año que estuviste alejado de tu mamá y el valor que ahora le tienes a tu familia?
Luis Mirón: Como en la mayoría de las familias siempre hay un gran vínculo entre la madre y el hijo o viceversa, el padre y la hija.
En mi familia, mi padre y yo éramos los únicos hombres en una familia dominada por mujeres.
Yo, siendo el único hijo, siempre fui muy apegado a mi mamá desde que era niño.
El amor a mi madre siempre ha sido profundo y es algo que cuando era niño no sabía cuánto significaba para mí.
Todo eso cambio cuando ella se ausentó de mi vida.
Mi madre siempre ha luchado por lo mejor para su familia.
Ella siempre hizo lo posible para darnos un futuro lleno de oportunidades con o sin la ayuda de mi padre.
Cuando el matrimonio falló, mi mamá decidió emigrar a un mejor país para darnos un mejor futuro a mis hermanas y a mí.
Antes de salir hacia su nuevo destino, mi mamá habló con nosotros, pero mi hermana pequeña y yo éramos muy chicos para poder entender lo que estaba pasando.
Mi mamá emigró a los Estados Unidos en el año 2002.
Esa mañana en la que mi mamá dejó la ciudad de México para irse hacia el norte.
Y recuerdo que mi hermana menor y yo despertamos y nos dimos cuenta de que mi mamá ya no estaba.
En ese momento las lágrimas no paraban y yo por mi parte sentía un gran vacío dentro de mí.
Mis dos hermanas mayores nos consolaron y nos explicaron que mi mamá no nos pudo decir adiós porque al vernos llorar no iba a tener el valor de dejar a sus cuatro hijos.
Dentro de mí, sabía lo que mi mamá estaba haciendo era por nosotros.
Pero al saber que no estaría con ella por un largo tiempo me hizo sentir solo y como si hubiera perdido un pedazo de mí.
Los días se sentían más largos de lo normal y esas noches llenas de lágrimas eran eternas al estar tan lejos de mi querida mamá.
Uno pensaría que con el tiempo las cosas cambiarían, pero no fue así para mí.
Mi mamá nos llamaba por teléfono casi todos los días.
Yo siempre le preguntaba lo mismo, que cuándo iba a regresar, ya que la extrañaba con toda mi alma.
Después de casi un año de noches llorando y extrañando a mi mamá, llegó el día de reunirme con mi hermosa madre en Estados Unidos.
Si mi memoria no me falla, creo que ese día le di uno de los abrazos más grades que le pude haber dado a mi mamá.
El año en el que estuve lejos de mi mamá me enseñó a apreciar cada momento con ella y con el resto de mi familia.
Uno, como humano, sin darnos cuenta a veces no apreciamos el tiempo con nuestros familiares y no valoramos esos lindos y pequeños momentos con ellos.
Ese año que para mí hasta el día de hoy sigue siendo el más largo de mi vida, cambió la forma de cómo veo y convivo con mi familia.
Gracias al esfuerzo que mi mamá hizo al venir a Estados Unidos, yo les puedo contar esta historia que impactó mi vida y me hizo crecer como persona.
Yo corrí con mucha suerte y regresé a estar con mi mama, pero no todos los niños tienen la misma suerte.
Hablar sobre lo que pasa es la mejor manera para ayudar con la ausencia de una figura materna o paterna
Disfruta y convive con tu familia, no dejes que otras cosas como la tecnología o los malos vicios te alejen de ellos.
Estephany García: Desafortunadamente, conforme a un informe de UNICEF titulado Children Left Behind,sus hermanas y Luis son solo cuatro de los millones de niños que pasan por la misma situación.
En el 2002, millones de niños fueron dejados atrás por la necesidad de sus padres de migrar a otro país en busca de trabajo mejor pagado.
Al igual que Luis -millones de niños se separan de sus padres cuando ellos emigran a los Estados Unidos en busca de un mejor futuro.
La separación por la que pasaron Luis y su mamá los acercó más.
Hoy, Luis aprecia y valora a su familia, pero sobre todo a su madre.
Luis Mirón: Los invitamos a que escuchen el resto de la serie “Voces”, donde presentaremos historias personales de estudiantes universitarios y hablaremos de su importancia social.
Estephany García: Escúchanos en tus plataformas favoritas como Sound Cloud, Spotify y Apple podcasts. Y busca el pódcast de El Nuevo Sol.
Luis Mirón: Esta fue una producción de El Nuevo Sol, el sitio multimedia del programa de periodismo en español de la Universidad del Estado de California en Northridge.
Estephany García: Producción y edición: Estephany García y Luis Mirón
Luis Mirón: Voces de Luis Mirón y Estephany García. Música de Álex Bendaña.
Estephany García: Gracias por escuchar Radio Nepantla, la voz que traspasa fronteras.
Tags: #voces Estephany García Luis Mirón separación familiar