Soy la más oscura del lado de la familia de mi madre, y por primera vez estuve en un lugar donde la gente se parecían a mí. Mi piel finalmente coincidía con la comunidad en la que estaba.

Por VIVIAN RAYOS
EL NUEVO SOL

La primera vez que fui a México como adulto, fue una experiencia que nunca olvidaré. El verano que cumplí 18 años, mi papá me llevó a Tepic, Nayarit. Mi abuelita es de Nayarit y toda mi vida me ha contado historias de caminar a la escuela junto al río, el verde de las montañas y sus patos, los cuales eran sus mascotas. Mi abuelita nació pobre, pero vivió una vida muy feliz en su pueblito. Ella viene de una línea de indios cora. Siempre me contaba historias de las coras, y desde niña reforzó la importancia de estar orgullosa de ser morenita y del pueblo cora. No fue sino hasta que visité Tepic, que me sentí cómoda en mi piel. En el centro, había muchos coras vendiendo joyería, bolsas y juguetes. Ellos vienen de La Mesa del Nayar, un pueblo cora en las montañas. Mi abuela me enseñaba palabras indígenas de los cora aquí y allá, y estar enfrente de los coras, que es de donde viene mi sangre, fue un gran experiencia cultural para mí.

Los padres de mi mamá son de Zacatecas y vienen de mucha sangre europea. Para mí, el colorismo fue muy difícil porque tuve una madre con fuertes rasgos europeos con piel súper blanca. Soy la más oscura del lado de la familia de mi madre, y por primera vez estuve en un lugar donde la gente se parecían a mí. Mi piel finalmente coincidía con la comunidad en la que estaba. El viaje a Tepic fue muy bueno, visité todos los lugares donde mi abuela me contaba las leyendas indígenas y kayaké a través de un río sagrado mágico que se llama Santa María del Oro.

He sido consciente del colorismo desde que era una niña pequeña. No debemos avergonzarnos del color de nuestra piel. Mi abuela siempre me recuerda que debo estar orgullosa de nuestras raíces del pueblo cora. Cuando era más joven, solía molestarme estar tan oscura. No fue hasta que llegué a la universidad y tomé clases de Estudios Chicanos que dejé de preocuparme por el color de mi piel y por cómo el colorismo es algo tóxico.

En el siguiente artículo puedes aprender qué es el colorismo, y porque se considera una sistema de opresión.

El colorismo, uno de los ejes esenciales para la pervivencia del racismo en la sociedad

Y en este segundo artículo, puedes aprender cómo hablarle a los niños acerca del prejuicio racial:

Cómo hablar con los niños sobre los prejuicios raciales

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