Este episodio de la serie ¡Sale el arcoíris latinx! habla sobre la historia de Juan Escobedo, un hombre de la tercera edad que ha trabajado en servicio social y compara cómo era vista su comunidad LGBTQ en el pasado y ahora. Toca temas del proceso de la aceptación, la importancia de una educación buena y de orientación social.

Por MIGUEL GONZÁLEZ
EL NUEVO SOL

Miguel González: Bienvenidos a Radio Nepantla, un pódcast de El Nuevo Sol, el sitio multimedia del programa de periodismo en español de la Universidad del Estado de California en Northridge. Mi nombre es Miguel González. Y hoy estamos con Juan Escobedo.

El nombre de nuestro pódcast nació de la palabra «Nepantla», que viene del idioma náhuatl y significa «estar en medio». Los indígenas de México usaban esta palabra para hablar de estar entre una cultura dominante y su cultura de origen. El movimiento chicano hizo de este espacio uno de resistencia cultural que trasciende dos culturas y muchas fronteras.

Hemos titulado esta serie: Sale el arcoíris latinx. El propósito de esta serie es presentar historias diversas de la comunidad L-G-B-T-Q.

El Instituto Williams estima que en Estados Unidos hay 1.4 millones de adultos latinxque se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgénero. Decidimos usar el término latinx—con x— para incluir en la comunidad a personas cuya identidad no responde al patrón binario de género.

Este episodio habla sobre la historia de Juan Escobedo que ha trabajado en servicio social y compara cómo era visto la comunidad LGBTQ en sus tiempos y ahora. Toca temas del proceso de la aceptación, la importancia de una educación buena y social. Siendo el de la tercera edad, pasó por mucho y quiso compartir su historia.

Antes de comenzar quiero decir que este es un espacio seguro y sobre todo de aprendizaje. Estamos aquí para no solo contar una historia, sino que conocer sobre un tema que seguro muchas personas tienen un común y quieren conocer. Venimos con mente abierta y oídos listos para escuchar y aprender.

Quiero decirle a usted, que, si en cualquier momento digo algo que lo incomoda, o que no guste contestar, o digo algo equivocado que me disculpo porque no sé mucho. Por eso estamos aprendiendo y si no gusta contestar no conteste o que me sepa saber si digo algo incorrecto.

Miguel González: Juan es del parte norte de México, pero ha vivido en los Estados Unidos por treinta cinco años. Nos cuenta que fue lo que lo trajo a los Estados Unidos, cómo se identifica él y por qué.

Juan Escobedo: La necesidad de atender a mi madre enferma de Alzheimer. Y me quede una vez que paso a mejor vida. Me quede en este país. Soy homosexual, no me gusta usar otros términos más que los adecuados. Porque así debe de ser, si manejamos un idioma lo debemos de manejar bien.

Miguel González: Juan paso su niñez y juventud en México y nos habla de cómo fue. También habla sobre como sabia el que era homosexual.

Juan Escobedo Yo soy el menor. Mi niñez y mi juventud lo paso en México. Afortunadamente no me falto nada. Tuve todo lo que yo quería tanto en la niñez como la adolescencia y la juventud. Tuve una educación y fue una lucha constante, verdad, para llegar hacer quien soy ahora. O mejor dicho tener el pensamiento que tengo ahora. Desde que tenía aproximadamente como unos cuatro, cinco años ya sabía. Jamás me gustaron los niños de mi edad, pero me gustaba la gente mayor. Al menos sabía que eran gente diferente. Yo era diferente también, y con esa idea crecí. Y sabía las consecuencias que iba tener en aquel futuro incierto, para mí era en aquel entonces. Pero ahora no tiene nada de incierto es cierto. Como todo mundo le sucede, este cuando tienes la oportunidad de desenvolverte con una interrelación lo haces. Y creces, al menos yo crecí con esa idea.

Miguel González: Juan tuvo educación privada y muy conservadoras que no eran tan abiertamente. Las escuelas privadas operan muy diferente como en el caso de Juan.

Juan Escobedo: Eran universidades, mejor dicho, escuelas y universidades muy conservadoras, demasiado conservadoras. No se les permitía a las mujeres usar pantalón, no era permitido, tenían que usar vestidos. Y les dieron oportunidad de usar pantalón porque ellas pusieron como excusa que subían las escaleras y los muchachos se situaban en el parte de abajo para verle el color de los calzones. Entonces, las autoridades de la universidad accedieron a que las estudiantes, mujeres estudiantes usaran pantalón.

Si una gente la encontraba haciendo procedimientos de ideas como, de homosexualidad o ideas políticas que estuvieran fuera del contexto de lo que se llama la política de la universidad, automáticamente estaba afuera.Les llegaba una carta que decía “hasta luego, bye”.

Había un grupo de gentes que eran, yo les decía chismosos, y decían quién era que hacía proselitismo de ideas extrañas para ellos. Tú sabes, gente cerrada de la cabeza.

Miguel González: Safe spacesse han hecho más y más común en las escuelas, pero cuando Juan era estudiante no había estos lugares seguros como hay hoy en día, pero nos da su opinión sobre por que son importante.

Juan Escobedo: Me parece que es bueno que la gente sepa para ir entendiendo su orientación sexual. Y no es necesario ahora porque la gente hace esto, los muchachos hoy en día están muy, una mentalidad mucha más abierta que antaño, que antes. Y ellos solo sin ningún preambulo, sin ningún..uh uh…en una forma tan natural que le dice a su padre “papá mamá soy homosexual”. Y está bien porque eso les enseña a ser ellos desde sus inicios y nunca tener problemas de identificación personal porque eso un obstáculo para que ellos aprendan una mejor vida a través de una superación personal en los estudios. Eso los hace arrancar, como despega un avión comercial o como despega de avión de militar, que puede volar tan alto como cualquier persona.

Miguel González: Juan no quiso etiquetarse ni ve razón por la cual debe de darles una explicación a los demás, y nos explica por que piensa hazi.

Juan Escobedo: No tenía caso ponerme una etiqueta. Ponerme una etiqueta es como contárselo a una gente que no comprende esta situación. Que en aquel entonces era peor que ahora. Sigue existiendo el estigma y sigue existiendo gente que no es capaz de comprender la naturaleza homosexual. Porque simplemente no tiene la capacidad de entendimiento o no tiene la capacidad de una cultura suficiente para apreciar este tipo de fenómenos en el individuo y en el ser humano.

Pero esa idea de comprensión no fue para ser proselitismo de lo que yo consideraba una buena educación. ¿No, porque para qué? Si la gente de todas maneras va a seguir igual. Decía una, dice todavía una cantante unas de sus canciones mexicanas que todo el mundo conoce.

Alejandra Guzmán dice: “defensor de causas perdidas”, no. Definitivamente no, con lo que se puede pelear y puede conseguir perfecto. Las causas perdidas es para la gente que no comprende, pero la gente que comprende y pueda haber un cambio que lo haga.

Miguel González: La educación nos ayuda a entender diferentes cosas, y es la misma educación, educación social que ayudaría a que la gente comprenda más de la comunidad LGBTQ, como dice Juan

Juan Escobedo: La gente no se le tiene que educar porque la educación debe de ser sistematizada. O sea, de menos a más. Y deben de tener los conocimientos para comprender situaciones diversas. Pero la gente cuando no tuvo esas oportunida desde sus inicios, es muy difícil de hacerle comprender situaciones que con el tiempo no han comprendido y pasa el tiempo y no lo comprenderán. No se trata de educar. Se trata de en este caso de disciplinar y orientar e informa a la gente acerca de lo que mucha gente, la naturaleza de mucha gente. Porque así consiste la naturaleza entre homosexuales, la naturaleza homosexual, naturaleza bisexual, existe en hombres y mujeres. Y tratar de que la gente comprenda a fondo es muy difícil. Pero la gente, cuando ve, nos debe de aprender aceptar, la diversidad que existe, que ha existido todo el tiempo hasta ahora.

Pero una educación universitaria o una educación universal que les haga comprender todos los aspectos de la sociedad en general.

Miguel González: Hoy en día hay muchos que aun no son tan aceptable de la comunidad LGBTQ, por eso hablamos de la importancia en por qué no se les deben discriminar.

Juan Escobedo: Hay que aceptarla. En la comunidad homosexual, bisexual, transgénero y todas las demás variaciones que puedan existir o están por descubrirse o habrá en el futuro, existen diferentes perfiles de personalidad que son distintos unos con otros. Cada quien crece con un estilo de vida y un pensamiento y una deducción razonamiento de ver la vida como a ellos les parece bien. Pero precisamente dentro de todo este contexto tenemos que aprender a convivir y aceptar la diversidad que nos tenemos, que tenemos y existe y existirá toda la vida. Generaciones y generaciones próximas van a tener esto y además, tal vez más complicadas, pero hay que aceptarlo como son.

Para eso se necesita concientizarse uno propio a través de la cultura, a través de una buena educación, a través de un buen diálogo a través de buenas relaciones, a través de muchas otras cosas más que benefician al ser humano como individual y por ente a la sociedad.

Miguel González: Le preguntamos a Juan si ha visto un cambio en aceptación entre la comunidad en sus tiempos y los de hoy.

Juan Escobedo: Si, en cuanto al bienestar y aceptación que disminuye el estigma, pues el estigma ha existido y todo el tiempo existirá, mientras exista gente incivilizada que no acepte la situación. Pero en fin, sí ha cambiado en parte, ¿no? Sobre todo, la de aceptación de la gente que ya no tiene vergüenza del estigma que existe todavía y que vive su vida, es consciente vivir su propia vida como le plazca.

Miguel Gonzalez: Hay muchos jóvenes e incluso adultos que encuentran dificultades expresándose o aceptándose como son. Aceptación es un proceso que no para cuando uno se acepta, como nos habla Juan.

Juan Escobedo: La aceptación es muy buena, una aceptación muy personal de saber quién soy, quién es la persona. Darse cuenta conscientemente de quiénes son y cómo ser y superarse. Pero no nomás cabe el termino de aceptación, si no que una vez que se acepten saber qué es lo que tienen que hacer.

Volvemos a los mismo, esa proyección que la comunidad LGBT debe de tener en forma individual, no colectiva. No haciendo desfiles, porque el hacer nosotros desfiles, nos está marginando automáticamente. Tenemos derechos hacerlos, pero en ese caso también los heterosexuales tienen derecho hacer sus manifestaciones como heterosexuales. Y nosotros al hacer manifestaciones públicas solamente para homosexuales, no. Estamos creando un estigma. Yo no tengo por qué manifestarme si soy parte de la comunidad de una sociedad diversa y no tengo por qué manifestarme públicamente. La gente no le interesa qué es lo que yo hago en cuatro paredes, porque es mi rollo no es el rollo de nadie.

Y eso no es tener un conocimiento de egoísmo, no. Sino de aceptación propia, de que uno sabe lo que debe un de hacer y nunca sentirse avergonzado por ello jamás, jamás. Nunca. Al contrario, que eso te de el coraje y el entusiasmo para seguir adelante. Tú, como persona.

Si todas pensáramos así en la comunidad gay, carajo, sería perfecto, ¿verdad? Pero no tenemos porque manifiéstate tu primero y yo después, no. Manifestémonos todos a lo mismo, manifestémonos en forma conjunta. Pero para bien, pero no echando relajo. Hagamos un evento cultural mejor, donde la gente tenga la oportunidad de aprender de nosotros. Yo no soy exclusivo, yo soy parte de una sociedad y punto. Sin mayor prioridad, sin mayor, soy parte de ello y camino junto donde los demás caminan. No voy a nadar contra corriente, o ¿no? Nado en la misma dirección que los demás nadan.

Miguel González; De las muchas lecciones que la vida le ha dado a Juan una lleva con el y quiso compartir.

Juan Escobedo: Nunca comprender a los demás si no me comprendo a mí mismo. Nunca voy a saber quiénes son los demás si no me conozco a mí mismo.

Miguel González: Juan es un hombre de gran educación y coraje. Ha vivido una vida llena de batallas y experiencia y quiso dejaros unos últimas palabras.

Juan Escobedo: Yo soy una gente vieja que sufrió mucho, por la incertidumbre cuando apareció la gente afectada por el virus. El saber que tarde o temprano iba morir, me causó dolor en el alma. Dolor en mi psiqué y dolor físico. Pero aun así, mi sentido común de gente educada me hizo hacer lo adecuado para sobrevivir y estoy aquí ahora. Ahora, ya es la edad y la gran cantidad de medicina que he tomado, el mismo virus, aunque ya indetectable, pero está ahí causando daños todavía. Y la edad, tendré que irme, dejar de vivir. Pero viví satisfecho de haber dado lo mejor de mí a mis mejores y cercanos amigos, que algunos de ellos los vi morir. Que algunos de ellos tuve la oportunidad de asistirlos en los últimos momentos. Y no en los últimos sino que ayudarles a su situación que vivían de pobreza.

Esto la gente no lo comprende porque no lo vivió, yo sí.

No deberé de contarte esto, me da tristeza. Pero es necesario para que la gente comprenda, que lo que vivimos, no fue nada agradable.

La gente debe de aceptarnos como somos. Unos maricones, otros medios maricones, otros muy machos pero muy jotos, okey. Pero como somos nos tienen que aceptar. Y nosotros tenemos que hacer algo por ello.

Miguel González: Le damos las gracias a nuestro invitado Juan Escobedo por compartir su historia y que ojalá ayude a otros compartir sus historias. Gracias por escuchar Radio Nepantla: La Voz que Traspasa Fronteras. Los invitamos a escuchar el resto de la serie Sale el arcoíris Latinx … Ahí contamos las historias de la comunidad latinx dentro la comunidad L-G-B-T-Q.

Visítenos en nuestro canal de SoundCloud: ElNuevoSol o en nuestra página web: ElNuevoSol punto net

Esta fue una producción de El Nuevo Sol, el proyecto multimedia en español de la Universidad del Estado de California en Northridge.

Producción y edición: Miguel Gonzalez

Voces de: Miguel Gonzalez y Juan Escobedo

Música de Mariachi Arcoíris

Soy Miguel Gonzalez y hasta la próxima.