Tengo muy presente las palabras del senador Gil Cedillo, “La pregunta no es; ¿cuándo se aprobará la reforma de inmigración? La pregunta es: ¿estarás listo para ello? ¿Listo para aprovechar al máximo este privilegio? En mi caso, para responder a las preguntas el senador Cedillo, le diría, “Voy a estar listo con un título en la mano y la experiencia para respaldarlo”.
Por JUAN QUEVEDO en colaboración con JACQUELINE GUZMÁN-GARCÍA
EL NUEVO SOL
Soy un estudiante de tiempo completo en la Universidad del Estado de California, Northridge (CSUN), con especialización en ciencia política. Trabajo tiempo completo y he participado en una pasantía en la oficina del miembro de la Asamblea del Estado de California, Felipe Fuentes. En CSUN soy un miembro y ex director interno de la organización estudiantil que apoya a los estudiantes indocumentados “Dreams to be Heard”. Soy senador de cursos superiores en el gobierno estudiantil (AS por sus siglas en inglés) y en octubre tomaré el examen LSAT para poder ingresar a la escuela de leyes en el otoño del 2013.
Mi nombre es Juan Quevedo, tengo 25 años y soy parte de los más de 1.4 dreamers en Estados Unidos.
Nací en Morelia Michoacán, México y fui criado en California desde que tenía cinco años. Mientras estudiaba desde el kínder al grado décimo segundo jamás tomé en serio mi condición de indocumentado. Poco antes de graduarme de la preparatoria, mi padre fue detenido, enjuiciado y deportado al no poder proporcionar su documentación legal.
Ya estando en México, mi padre fue brutalmente asesinado. Su muerte no me dejó más remedio que observar, escuchar y aprender a sobrevivir.
Poco después de graduarme de Pasadena High School, me inscribí en Antelope Valley Community College (AVCC).
Mientras estudiaba en la preparatoria, era un atleta corredor y una vez en AVCC fue fácil entrar al programa de carreras de Antelope Valley. Sin embargo debido a las reglas de California Community College Athletic Association fui descalificado del programa.
Como resultado de dicha descalificación, creamos la Reconquista Racing Club Team (LRRCT).
Este equipo fue fundado por mi hermano, algunos amigos y yo. El resultado fue más allá de nuestras expectativas, ya que estaba formado por estudiantes indocumentados y documentados de diferentes orígenes y etnias que sirvieron como un trampolín para un nuevo reconocimiento sobre todo de becas deportivas en universidades. Hubo un momento en que LRRCT ocupaba el número 7 en California.
Me ofrecieron varias becas deportivas en California, Dakota del Norte y Kansas.
Mientras estudiaba en el universidad comunitaria, también trabajaba. Sin mucha experiencia, obtuve un puesto en una empresa, en donde me he ganado varios reconocimientos, como el de asistencia perfecta y el de empleado más dedicado. He mantenido un historial de manejo perfecto, he declarado y pagado impuestos. Incluso he creado y mantenido un buen puntaje de crédito; todos estos son los fundamentos en forma negativa que usan las personas que están en contra de los inmigrantes indocumentados.
Estudiar ciencias políticas ha hecho que me dé cuenta de que el movimiento pro inmigrante no sólo necesita activistas, sino también de investigadores políticos. Un movimiento no puede sobrevivir sin el otro.
Estoy involucrado en un proyecto de investigación llamado, “Debunking the anti-inmigrant paradigm: The evolving standards of decency”, donde ayudaré a analizar y comparar las leyes y casos en corte sobre la era de los derechos civiles para pelear por una reforma migratoria comprehensiva.
Recientemente, participé en un programa intensivo de cuatro semanas en la Facultad de Leyes de la Universidad del Estado de Georgia. El programa le brinda a estudiantes de grupos minoritarios que estén interesados en ser abogados la oportunidad de practicar el análisis, el pensamiento y la redacción para estudiantes de leyes.
Mientras estaba ahí, y a sabiendas del gran fervor anti inmigrante que los dreamers en Georgia están experimentando, me comuniqué con un grupo progresista pro inmigrante para ofrecer mi ayuda. El pasado 13 de julio, me uní a la Alianza de Estudiantes Jóvenes de Georgia (GUYA) y otras organizaciones pro inmigrantes para hacer una manifestación masiva afuera de la oficina estatal del presidente Obama en el Distrito Histórico Sweet Auburn, el lugar de nacimiento de Martin Luther King Jr. La manifestación fue pacífica y positiva pidiendo que el presidente Obama reconozca el plan de Acción Diferida.
Información empírica ha demostrado una y otra vez que la educación superior está relacionada con un mejor estatus socioeconómico. Por lo tanto, insto a los estudiantes indocumentados a cursar estudios superiores. El resultado directamente es el beneficio propio e indirectamente a las futuras generaciones.
Gracias a senador Gil Cedillo, otros funcionarios del gobierno y a millones de aliados, el DREAM Act CA se convirtió en ley gracias al gobernador Jerry Brown, el pasado octubre del 2011. La aprobación de la DREAM Act CA hará que la educación superior sea más fácil de lograr para miles de estudiantes indocumentados en California.
Una población educada promueve una sociedad más sustentable para nuestra comunidad, para la nación y el mundo entero. Para aquellos que están en la universidad, deben saber que necesitamos no sólo graduarnos, sino graduarnos con honores y obtener un posgrado si es posible.
Me gustaría hacer hincapié en que me considero una persona común y corriente, sólo un ser con ganas de tomar ventaja de las atribuciones y las oportunidades que se me han ofrecido.
Sé que millones de estudiantes indocumentados están haciendo lo mismo. No es que tengamos prioridades, sólo trabajamos por lo que nos merecemos.
Tengo muy presente las palabras del senador Gil Cedillo, “La pregunta no es; ¿cuándo se aprobará la reforma de inmigración? La pregunta es: ¿estarás listo para ello? ¿Listo para aprovechar al máximo este privilegio?
En mi caso, para responder a las preguntas el senador Cedillo, le diría, “Voy a estar listo con un título en la mano y la experiencia para respaldarlo”.
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