Por Karoline Stevenson
EL NUEVO SOL

Una Agridulce.

Un presunto culpable detrás de esta crisis pública de salud es el jarabe de maíz alto en fructosa que está basado en maíz. Este producto fue inventado en los cincuenta pero no fue utilizado extensamente hasta los setenta. Foto: Óscar Ortega / El Nuevo Sol.

Durante años las industrias de comida han insistido en que el edulcorante basado en el jarabe de maíz alto en fructosa es igual al azúcar y que también es metabolizado de manera similar en el cuerpo humano. Pero la evidencia científica demuestra que eso no es necesariamente cierto. La administración de alimentos y medicamentos afirma que se necesita más evidencia antes de que se hagan cambios en las regulaciones sobre este edulcorante altamente procesado.

Mientras los estadounidenses y el mundo entero sigue luchando consigo mismo para aceptar el hecho de que la sociedad está más gorda que antes en toda la historia, científicos y consumidores siguen investigando alguna solución para este problema colectivo de obesidad.

Un presunto culpable detrás de esta crisis pública de salud es el jarabe de maíz alto en fructosa que está basado en maíz. Este producto fue inventado en los cincuenta pero no fue utilizado extensamente hasta los setenta.

Algunos consumidores tienen su propia perspectiva sobre este edulcorante. “Es un substituto al azúcar y lo puedes encontrar en toneladas de productos y prefiero evitarlos”, asegura Roy (que prefirió no dar su apellido) de North Hollywood. “No tomo soda, no como dulces, ni comida procesada pero había una vez cuando sí lo hacía”.

La Asociación de Refinerías de Maíz afirma que se consiguen varios derivandos del maíz. Algunos productos son el almidón de maíz y otros espesantes basados en maíz, desde salsa gravy a espesantes y suavizantes para yogur. Otros productos del maíz son usados en pañales para hacerlos más absorbentes. Del maíz conseguimos aceites para cocinar y etanol que es usado como combustible.

El jarabe de maíz alto en fructosa es derivado del maíz, después de pasar por un proceso complejo de refinación y sus defensores insisten que es un edulcorante natural. Sin embargo, científicos, nutriólogos y doctores alrededor del mundo empiezan a dudar que sea verdaderamente natural y que sea metabolizado por el cuerpo igual que el azúcar.

El Dr. Robert H. Lustig, quizás uno de los críticos más prominentes en la Universidad del California, San Francisco, produjo un video titulado “Azúcar: la amarga verdad” (“Sugar: The Bitter Truth”), para UCTV, un canal de televisión sin comerciales. Este video de 90 minutos describe detalladamente en términos científicos, las diferentes maneras en cómo el cuerpo metaboliza la mayoría de los edulcorantes.

 

Estos edulcorantes son:

  • Glucosa

La glucosa ocurre de manera natural en diversos alimentos. Es un carbohidrato que es fácilmente absorbido por el cuerpo. Comparando el azúcar y el jarabe de maíz alto en fructosa, generalmente la glucosa no es dulce así que es raramente usado en la comida procesada. Pero si consumes un tomate, arroz o pasta se puede encontrar glucosa.

  • Sacarosa

La sacarosa es azúcar. El azúcar está compuesta 55 por ciento de glucosa y 45 por ciento de fructosa. Lustig y varios nutriólogos están de acuerdo en que demasiada azúcar es mala para cualquier persona, pero si el azúcar es mala, sus investigaciones comprueban que el jarabe de maíz alto en fructosa es todavía mucho peor.

  • Fructosa

La fructosa también se encuentra naturalmente en la comida, especialmente en las frutas. Pero el jarabe de maíz alto en fructosa no es encontrado naturalmente en el maíz pues tiene que pasar por un complejo proceso. El producto final también es más dulce y más barato que el azúcar. Por esta razón, las manufacturas cambiaron de azúcar al jarabe de maíz alto en fructosa en diversos productos en los setentas.

La Administración de alimentos y medicamentos sostiene que el jarabe de maíz alto en fructosa es seguro. Pero la FDA ha publicado alertas a los consumidores sobre sus altos contenidos calóricos. Se recomienda evitar los productos que contengan enlistados ingredientes de este tipo.

Los vendedores y productores reaccionan a las preocupaciones del consumidor

Algunas fábricas de alimentos y mercados empezaron a remover los productos que contuvieran el jarabe de maíz alto en fructosa en cualquier producto porque varias noticias revelaban que era peor enemigo que el azúcar. “Nuestros clientes nos pidieron que no usáramos el jarabe de maíz alto en fructosa”, afirmó Liz Burkhart, relaciones públicas de Whole Foods Markets. Y añadió por email que “a pesar de que históricamente hemos vendido una cantidad muy reducida de productos con el jarabe de maíz alto en fructosa, nuestros clientes han reflejado preocupación en su uso en algunos de nuestros productos como sodas, productos horneados, jamón, jaleas, pan, cereales y condimentos. Por la preocupación de nuestros clientes, a partir de el primero de Enero del 2011, no permitimos el uso de el jarabe de maíz alto en fructosa en ninguno de nuestros productos”.

La fructosa también se encuentra naturalmente en la comida, especialmente en las frutas. Pero el jarabe de maíz alto en fructosa no es encontrado naturalmente en el maíz pues tiene que pasar por un complejo proceso. El producto final también es más dulce y más barato que el azúcar. Por esta razón, las manufacturas cambiaron de azúcar al jarabe de maíz alto en fructosa en diversos productos en los setenta. Foto: Ken Scarboro / El Nuevo Sol.

Los supermercados Trader Joe’s son otros que han escuchado quejas de sus clientes sobre y han seguido sus peticiones. “Los clientes han tomado la decisión”, afirmó Nicki K. (no dio su apellido) y afirmó que si, ellos tenían productos de este tipo, pero por la queja de sus clientes decidieron quitarlos de sus tiendas.

“Si está siendo usado en algunos de nuestros productos y nuestros consumidores han demostrado preocupación haciendo preguntas y comentarios sobre esto”, afirmó Carlene (prefirió no dar su apellido), una representante de Sara Lee. Pero admitió que han cambiado dos de sus recetas por los problemas que se han tenido con el jarabe de maíz alto en fructosa.

“Las compañías en el área están haciendo cambios, y no porque haya algún tipo de apoyo científico sino por la preferencia del consumidor. Nosotros también hemos hecho cambios sobre este problema” añadió por email Maerenn (prefirió no dar su apellido), de la compañía General Mills.

Otros estudios se oponen a los resultados en contra de el jarabe de maíz alto en fructosa. David Knowles es el director de comunicaciones para la Asociación de Refinerías de Maíz en Washignton D.C. Esta organización que el representa afirma que el jarabe de maíz alto en fructosa es seguro y que las investigaciones que se han hecho son falsas.

La literatura de en la página de internet de la Asociación de Refinerías de Maíz afirma que ellos mantienen varia gente con trabajo. Sin embargo al pregúntales la razón de por qué no hay más maíz procesado como etanol para combustible de coches en vez de fabricar el jarabe de maíz alto en fructosa, la Asociación de Refinerías de Maíz contesto que esos dos productos no tienen nada que ver entre ellos.

En otras palabras, los agricultores de maíz de la nación no tienen planes sobre cómo aumentar sus ventas o utilizar su cosecha de alguna otra manera. Según a Knowles, esas decisiones son dejadas a la interpretación de los agricultores.

También añadió que la Asociación de Refinerías de Maíz no tiene ninguna respuesta formal respecto a la evidencia expuesta sobre el jarabe de maíz alto en fructosa en el video “Sugar: The Bitter Truth”. Sin embargo, Knowles sí demostró que hay estudios que demuestran lo contrario a ese video.

La Asociación medica de América afirmó: “no Es probable que el jarabe de maíz alto en fructosa contribuya más a la obesidad que la sacarosa… Además pocos estudios han evaluado el potencial del efecto en los diferentes edulcorantes, especialmente porque están siendo relacionados con problemas que evolucionan progresivamente”.

Así como muchas otras controversias en los Estados Unidos, la controversia del jarabe de maíz alto en fructosa tiene dos lados opuestos. La AMA y la FDA aseguran que se requieren más estudios antes de poder llegar a una conclusión sobre el tema.

Sin embargo los consumidores tienen una opción. Robin Buehler, de Toluca Lake, tomó su decisión hace 15 años. “No recuerdo no saber sobre el jarabe de maíz alto en fructosa”, afirmó, “Lo aprendí de un libro. Yo he decidido no convencer a la gente y mucho menos dar sermones a los demás porque no soy una persona en la mejor figura… Pero intento mantenerme lo más cercano posible a los productos frescos”.


Tags:  Fructosa Glucosa Karoline Steavenson Nutrición Robert Lustig Salud

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