Para ser honesta, no me importaba quién iba al Súper Tazón. Sólo me importaba a quién le iba a dar la rosa el Bachelor. 

Por CLARA MIKELA
EL NUEVO SOL

Cuando era más joven, odiaba mucho los deportes. Nadie puede entender lo enojada que estaba cada vez que mi familia quería ver el partido de fútbol de Perú versus Chile. O peor, cuando mi programa favorito no salía al aire porque el canal pasaba fútbol americano. Para ser honesta, no me importaba quién iba al Súper Tazón. Sólo me importaba a quién le iba a dar la rosa el Bachelor. Nunca entendí por qué la gente pensaba que ver a hombres peleándose por una pelota era entretenido mientras yo pensaba que era la cosa más aburrida del mundo. Pero todo eso cambió hace dos años. 

Hace dos años estaba a punto de comenzar mi segundo año de universidad y me di cuenta de que lo que pensaba que quería hacer no era realmente lo que quería hacer. Pensé que tal vez cambiaría de carrera o dejaría la universidad y me convertiría en una agente de bienes raíces. Hasta me compré un curso de bienes raíces​​. Pero después encontré el mundo de los deportes. 

Para decir la verdad, no sé cómo pasó, pero la forma en que lo recuerdo yo es que un día me desperté y decidí que quería trabajar para la NFL. Específicamente para la NFL y cuando tengo un objetivo en mente, haré todo lo que sea necesario para conseguirlo. No tenía ni idea de cómo lo iba a hacer, pero lo iba a hacer. 

Al principio fue muy difícil, sobre todo porque no sabía nada de deportes. De hecho, pensé que estaba loca, porque ¿por qué decidiría trabajar en deportes si no sabía nada sobre ellos? La otra parte es que no hay muchas mujeres en los deportes. Miras el talento en el aire para Fox Sports y la mayoría son hombres. 

De hecho, un estudio hecho por el Instituto para la Diversidad y la Ética en el Deporte encontró que en el 2021, de todos los editores deportivos 83.3% son hombres. Y solo 16.7% son mujeres. Y otro estudio hecho por Zippia encontró que solo el 12.8% de reporteros deportivos son latinos o latinas.

A veces me quería rendir, especialmente después de ver todas esas estadísticas. Pero decidí que todo eso no iba a detenerme. Como dije, cuando quiero algo haré lo que sea para conseguirlo. Y estoy muy feliz de que no me rendí.

Pasé todo el verano viendo repeticiones de partidos de fútbol, ​​baloncesto y béisbol. Leí las reglas de los juegos y finalmente obtuve mi primera pasantía para CSUN Athletics. 

Después de eso, todas las oportunidades se me presentaron fácilmente. Demasiado fácilmente a veces. De hecho, trabajé en un evento para los Dodgers de Los Ángeles antes de trabajar en uno para CSUN. Y acabo de trabajar en mi primer Super Tazón que sé que fue mi primero de muchos.

Trabajar en todos estos eventos me hizo darme cuenta aún más de que sí, no hay muchas mujeres trabajando en los deportes. Pero admiro a todos con los que he trabajado y ver todo lo que han logrado solo me da más motivación.

Allí también aprendí sobre la Asociación de Mujeres en los Medios Deportivos. Creo que es un buen recurso para cualquier mujer que no sabe por dónde empezar en los deportes. 

Nunca hubiera pensado que a la niña que nunca entendía por qué a la gente le gustaba y pagaba tanto dinero para ver a los hombres pelear por una pelota, también le terminaría gustando y en lugar de pagar por verlo, le pagarían a ella por cubrirlo. 

Estoy muy feliz y orgullosa de donde estoy y de todo lo que he logrado en tan poco tiempo. Y si hay algo que he aprendido es a no renunciar a algo que quieres sin importar las circunstancias porque cuando suceda será lo mejor del mundo.