Mi hermano y yo nos escondíamos en nuestro cuarto para no escuchar los gritos, pero todavía se podían escuchar desde ahí.
Por CLO HIDALGO
EL NUEVO SOL
De niña, yo siempre quise que mi familia fuera como las de las películas. El papá era amoroso con su esposa y sus hijos. Él los sacaba a jugar al parque y los hacía reír. Nunca le subía la voz a su familia. Las familias en las películas eran ideales y casi como un cuento de hada.
En mi casa, era lo opuesto. Mi papá tenía un coraje de los mil demonios y nunca sabíamos cuándo iba a estar de buenas. Su furia, no solo era con mi mamá, pero sino también con mi hermano y conmigo. Nosotros teníamos mucho miedo de él. Ningún niño debería tener temor de su padre. Al contrario, uno debería que ver a su papá como un ídolo. Me acuerdo cuando tenía 4 años, mi mamá le sirvió la cena a mi papá y no se porque él tiró la comida al piso. El plato se rompió y yo me asusté porque sonó feo. El hecho de que yo a mi edad (tengo 24 años) me acuerde de esta ocurrencia significa que tuvo un gran impacto en mi vida.
Lo peor fue cuando mis papás se peleaban y mi papá le decía a mi mamá cosas muy groseras. Mi hermano y yo nos escondíamos en nuestro cuarto para no escuchar los gritos, pero todavía se podían escuchar desde ahí. Basado en estudios hechos por Office on Women’s Health, “Más de 15 millones de niños en los Estados Unidos viven en hogares donde la violencia doméstica ha ocurrido al menos una vez.” Para poder olvidar los malos momentos que pasaba en mi casa, me enfoqué mucho en mis estudios. Ahí era donde yo podía refugiarme.
Crecí en un ambiente muy tóxico, pensando que todos los matrimonios eran así. Me alejaba de los muchachos porque pensaba que iban a ser como mi papá. Cuando estaba en la universidad, decidí ir a terapia porque acepté que necesitaba ayuda. Yo ya no quería tenerles miedo a los hombres. No quería ser otra estadística porque casi la mitad de las mujeres en los Estados Unidos han “sufrido agresión psicológica por parte de su pareja íntima al menos una vez en su vida,” registro The National Domestic Violence Hotline. Yo quería romper esta cadena de maltratos.
Fui a terapia por cuatro años y fue lo mejor que pude hacer con mi vida. Me ayudó a sacar el trauma que había tenido dentro de mí por años. Me abrió los ojos y tuve un mejor entendimiento de los hombres. También me ayudó a formar una mejor relación con mi papá que antes no existía.
Hoy en día, mi relación con mi papá es maravillosa. Podemos comunicarnos sin ningún problema y él ya no actúa tan grosero como cuando era niña. Después de que tomé la terapia y vi un cambio en mi papá, me olvidé de los traumas que había vivido en mi niñez. Es como que si nunca hubieran pasado.
Mi experiencia con la terapia fue tan exitosa que hasta tengo novio. A los meses después de graduarme de la universidad, conocí a mi novio, que es mi príncipe azul. Ahora que mi conexión con mi papá ha mejorado y mi impresión de los hombres ha cambiado, siento como que ya puedo vivir el cuento de hada que siempre he querido.
Para obtener ayuda contra la violencia doméstica, por favor visite:
- https://espanol.womenshealth.gov/relationships-and-safety/domestic-violence/effects-domestic-violence-children
- https://espanol.thehotline.org
- http://www.courts.ca.gov/selfhelp-domesticviolence.htm (en español)
- https://valleyfamilycenter.org/es/
Tags: Clo Hidalgo Violencia doméstica