Tarjetas de comida EBT: acceso a una vida saludable o de riesgo

Con el índice de precios de los alimentos mundiales en aumento, los alimentos orgánicos quedan fuera del alcance de las comunidades de bajos recursos. La Organización para la Alimentación y la Agricultura dijo en marzo que los precios mundiales en febrero subieron un 2,2 % respecto al mes anterior. Óscar Ortega / El Nuevo Sol.

Por BRIAN DE LOS SANTOS
EL NUEVO SOL

El programa de Transferencia Electrónica de Beneficios que proporciona CalFresh (abreviado en inglés como EBT e informalmente conocido como tarjetas de comida o food stamps) es un subsidio del gobierno que ayuda a las familias de bajos ingresos en la prestación de los recursos alimentarios. Aunque este programa ha sido de gran ayuda para muchos, el programa de restaurantes  de comida, un componente de EBT, que permite a los usuarios a comprar la comida rápida, está perjudicando a la comunidad en lugar de beneficiarlas.

Establecimientos como Jack in the Box, Taco Bell, KFC y otros que ofrecen sus menús de comida no saludables altos en calorías aumentan las posibilidades de obesidad y otras enfermedades entre las comunidades que no pueden obtener seguro médico.

La obesidad es una característica destacada en las zonas de bajos recursos. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el 24,8% de los habitantes de California eran considerados obesos en el 2009. Si a una persona de pocos recursos se le da una opción para comprar alimentos en el supermercado o comer algo barato en un lugar de comida rápida, ese individuo, obviamente, optará por comprar el producto con la etiqueta de precio más bajo.

Con el índice de precios de los alimentos mundiales en aumento, los alimentos orgánicos quedan fuera del alcance de las comunidades de bajos recursos. La Organización para la Alimentación y la Agricultura dijo en marzo que los precios mundiales en febrero subieron un 2,2 % respecto al mes anterior.

Expertos, como la Dr. Erica Wolhdman, profesora de psicología en la Universidad del Estdo de California en Northridge, dice que a los consumidores no se les da una opción, sino más bien el sistema se ajusta automáticamente a la selección.

Los representantes legislativos deberían tener más iniciativa para trabajar desde la raíz del problema y comenzar a eliminar las malas oportunidades del programa de EBT. En febrero de 2011, el senador Michael J. Rubio (D-East Bakersfield) presentó el Proyecto de Ley del senado SB 471, una medida que podría cambiar el Programa CalFresh y “prohibir la compra de estampillas para comida en los restaurantes de comida rápida.” Junto con otras medidas que eliminarían la soda y demás azúcares dejándolos fuera del alcance de los beneficiarios de EBT. El proyecto de ley fue modificado el 23 de marzo. Más leyes como la SB 471 deberían ser promulgadas para proporcionar una mejor orientación para el público.

El abrir las puertas a los clientes y utilizar sus tarjetas de asistencia alimentaria en las franquicias de comida rápida parece ser contradictorio si el programa está tratando de beneficiar la vida de los ciudadanos. Los desiertos alimenticios son zonas en las que es difícil obtener comida saludable, zonas de pobreza. Esta escena tiene que cambiar dentro de cada comunidad americana, e incluso en otros países que se ocupan de este tipo de injusticias.

El aumento de los precios y la disponibilidad para la compra de alimentos es un incentivo a inclinarse hacia selecciones menos saludables, no sólo para las personas que viven en la pobreza, sino para todos. En la sociedad estadounidense no debería haber jerarquías, los verdaderos beneficios sólo se dan a aquellos que están en la parte superior de la estratificación económica, mientras que la parte inferior de la pirámide se descuida.

En lugar de señalar y concentrarse en la comunidad de bajos recursos para tomar las decisiones de alimentos, los funcionarios del gobierno, las tiendas de abarrotes y los políticos locales deberían luchar para ofrecer alternativas saludables para todos. Debería de haber un mejor enfoque para proporcionar alimentos a los ciudadanos sin hogar, para poner un plato en la mesa de una madre soltera, o para proporcionar una comida a una persona de edad avanzada. Los programas estatales o federales no deberían proporcionar ni dar la opción de consumir alimentos de comida rápida porque en vez de beneficiar, les afecta la salud.


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