Las regulaciones federales no permiten que las farmacias vacunen a niños menores de 3 años, por lo que es importante que los padres recurran a sus proveedores médicos o visiten clínicas comunitarias para acceder a la vacuna.
Por NANCY CRUZ
EL NUEVO SOL
2.2 millones de niños entre las edades de 6 meses a 5 años ahora son elegibles para recibir la vacuna Pfizer BioNTech y Moderna COVID-19 en California.
Las vacunas fueron autorizadas por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA por sus siglas en inglés) y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) el pasado viernes 17 de junio. Un panel de expertos independientes basó su recomendación en varios estudios clínicos que probaron que las vacunas son efectivas y seguras y votaron de manera unánime a favor de la aprobación de parte del FDA.
Las vacunas para los niños son un factor vital para combatir con éxito el virus mortal y lograr la protección total de la familia. COVID-19 es ahora la quinta causa principal de muerte en niños de 1 a 4 años y la cuarta causa principal de muerte en niños menores de 1 año.
California ha trabajado directamente con pediatras que están a cargo de aproximadamente el 85% de los niños del estado para poder inscribirlos en un programa que les permita recibir sus dosis. Los funcionarios de salud pública están en el proceso de distribuir las vacunas esta semana y piden a todos los padres con hijos elegibles que los lleven a vacunar.
Las regulaciones federales no permiten que las farmacias vacunen a niños menores de 3 años, por lo que es importante que los padres recurran a sus proveedores médicos o visiten clínicas comunitarias para acceder a la vacuna.
La vacuna de Pfizer tiene un proceso más largo ya que requiere tres dosis. Después de administrar la primera dosis, hay un período de espera de 21 días para recibir la segunda dosis. Luego un período de espera de 60 días que finaliza con la tercera dosis.
La vacuna Moderna requiere dos dosis con un período de espera de un mes entre cada dosis. Es ¼ de la dosis para adultos y un poco más fuerte que la vacuna de Pfizer, que es solo 1/10 de la dosis para adultos. Se observaron efectos secundarios inmediatos con Moderna en lo que los niños presentaron más fiebre e irritabilidad que los vacunados con Pfizer. Todos los casos fueron menores y tratados en casa.
Si bien los efectos secundarios pueden ser intimidantes, por lo cual los padres deben buscar la mejor atención médica posible para sus hijos. Los niños pueden transmitir la infección a otros miembros de su familia y corren el riesgo de exponer a gente de la tercera edad con la que comparten un hogar, presentando un mayor riesgo con consecuencias fatales.
COVID-19 ha impactado desproporcionadamente a las comunidades de color, lo que ha resultado en una alta tasa de mortalidad. Las familias multigeneracionales corren un mayor riesgo de infectarse y dependen de la accesibilidad de la vacuna.
“[Covid] ha llevado a una crisis de salud mental sin precedentes y todos tenemos que hacer nuestra parte para ponerle fin”, dijo la pediatra Jennifer Miller de East Bay Pediatrics.
La pediatra Jennifer Miller en una conferencia organizada por Ethnic Media Services.
Los niños con infección leve o infecciones asintomáticas corren el riesgo de contraer el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C por sus siglas en inglés), que hace que sus órganos se inflamen debido a una respuesta inmunitaria exagerada. En California ha habido más de 900 casos de MIS-C. Se ha demostrado que las vacunas crean una respuesta inmunitaria mucho más fuerte logrando combatir diferentes variantes.
Algunas mujeres han reportado irregularidades en su ciclo menstrual y temen que sus hijas adolescentes puedan enfrentar problemas de fertilidad. No hay datos que respalden esto. De hecho, más de 200 mil mujeres embarazadas en los Estados Unidos han sido vacunadas contra el Covid sin ninguna complicación.
Hay varias formas de enseñarles a los niños la importancia de la vacuna y ayudarlos a comprender el rol que juegan en el mantenimiento de un entorno seguro para ellos y para los demás. Los padres pueden dar un incentivo para que los niños se entusiasmen y no le teman a la vacunación. Si bien se debe enfatizar la gravedad del asunto, los padres pueden hacer que sea divertido para los niños usar sus máscaras y ayudar a combatir el virus.
“Les dejo elegir su estilo [de máscara] y sienten que están haciendo su parte. Llegan a apropiarse de lo que llevan puesto y por qué lo llevan puesto, y saben que es por el bien común”, dijo la obstetra y ginecóloga Sarah Takekawa de Kaiser Permanente en Sacramento.
La ginecóloga Sarah Takekawa en una conferencia organizada por Ethnic Media Services.
Los expertos piden a los padres que hagan preguntas a los médicos y luchen contra el miedo a lo desconocido. Permanecer informado es poder abogar mejor por uno mismo y por los demás y así mantenerse protegido.
“[La vacuna] nos protege a uno mismo. Protege a otros en nuestro hogar. Protege a otros en nuestra comunidad,” dijo la doctora Lucía Abascal del Departamento de Salud Pública de California.
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La doctora Lucía Abascal en una conferencia organizada por Ethnic Media Services.
