Hay más de 3.8 millones de sobrevivientes de cáncer de seno en los Estados Unidos. Mi madre fue una de ellas.

Por GABRIELA HERNÁNDEZ
EL NUEVO SOL

Desde que tengo uso de memoria, mi madre siempre ha sido mi todo, al igual que para mis hermanas. Siempre ha sido una mujer fuerte, bondadosa, feliz y trabajadora para poder darle lo mejor a su familia. Pero, en el año 2016 después de una mamografía de detección ya positiva, nuestras vidas tuvieron un giro inesperado. Por primera vez miré a mi madre tener miedo al no saber qué hacer. Lo único que ella quería era no ser derrotada por el cáncer que le habían detectado.

Los doctores le dijeron a mi madre que iba a ser sometida a cirugía de lumpectomía y lo cual después iba a proceder con secciones de radiación. Así es que en ese año yo empecé a trabajar para poder ayudar a cubrir mis propios gastos al igual que con gastos en la casa. Con tan solo 19 años de edad me convertí en la mano derecha de mi madre, también maduré  y aprendí a ser fuerte.

El camino no fue fácil ya que pues no sólo es que empecé a trabajar si no que también fue el año en el que yo empecé la universidad. Mientras me pasaba en el hospital cuidando de mi madre, tuve que aprender a balancear el trabajo al igual que los estudios universitarios. Cada día que pasaba, el estado de salud de mi mamá empeoraba, lo cual la hizo caer en un estado de ánimo depresivo. Se enojaba por cualquier cosa y no le daban ganas de hablar con nadie. Lo único que quería era volver a ser la misma mujer de antes.

Incluyendo a mujeres que siguen siendo tratadas o que ya terminaron con su tratamiento de cáncer, las estadísticas indican que hay más de 3.8 millones de sobrevivientes de cáncer de seno en los Estados Unidos. Mi madre fue una de ellas. Lo que hace que la pesadilla del 2016 haya terminado.

Hoy en día, después de cuatro años, mi madre está libre de cáncer de seno, aunque sigue con su tratamiento de remisión. La felicidad llegó nuevamente a su vida, lo cual me llena a mí de felicidad al haber visto sus varios estados de ánimo.

El cáncer de seno es una enfermedad muy seria. Estadísticas de los CDC indican que este tipo de cáncer es la causa más frecuente de muerte por cáncer entre las latinas, pero si se detecta a tiempo puede ser combatido. Agencias de gobierno como el “Instituto Nacional del Cáncer ”  y los “Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)” ofrecen información acerca de servicios psicológicos que ayudan a los pacientes a mantener la calma mientras pasan por este proceso del cáncer al igual que proveen información para asistencia financiera.