Este episodio de la serie ¡Sale el arcoíris latinx! habla sobre la historia de Michelle Soto, una joven de 21 años y estudiante universitaria que planea graduarse con un título de trabajadora social y enfrentar un posgrado y los prejucios religiosos y sociales en su camino.
Por GILLIAN MORÁN PÉREZ y ANA RAMOS
EL NUEVO SOL
Ana Ramos: Bienvenidos a Radio Nepantla, un pódcast de El Nuevo Sol, el sitio multimedia del programa de periodismo en español de la Universidad del Estado de California en Northridge. Mi nombre es Ana Ramos.
Gillian Morán Pérez: Y yo soy Gillian Morán Pérez. El nombre de nuestro pódcast nació de la palabra «Nepantla», que viene del idioma náhuatl y significa «estar en medio». Los indígenas de México usaban esta palabra para hablar de estar entre una cultura dominante y su cultura de origen. El movimiento chicano hizo de este espacio uno de resistencia cultural que trasciende dos culturas y muchas fronteras.
Ana Ramos: Hemos titulado esta serie: Sale el arcoíris latinx. El propósito de esta serie es presentar historias diversas de la juventud L-G-B-T-Q.
Gillian Morán Pérez:El Instituto Williams estima que en Estados Unidos hay 1.4 millones de adultos latinxque se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgénero. Decidimos usar el término latinx—con x— para incluir en la comunidad a personas cuya identidad no responde al patrón binario de género.
Ana Ramos: Este episodio habla sobre la historia de Michelle Soto. Michelle es una joven de 21 años y estudiante de la Universidad Estatal de California en Northridge. Actualmente está en su último año de universidad y planea graduarse con un certificado como trabajadora social.
Gillian Morán Pérez: El sueño de Michelle es poder trabajar con jóvenes que necesitan ayuda. Durante seis años, ella trabajó con jóvenes de la iglesia a la que pertenece. En su trabajo, encontró a jóvenes que no tienen la confianza de hablar con sus padres, algo muy similar a lo que le pasó a ella.
Michelle Soto:“Yo soy primera generación, soy mujer, soy lesbiana, creo que esas son las partes más grandes sobre cosas de mí”.
Gillian Morán Pérez:Michelle es una chica con una expresión facial seria. Siempre viste camisas de colores oscuros con diseños, pantalones de lona y zapatos Vans o Nikes.
Ana Ramos: Desde los 10 años, Michelle descubrió que era lesbiana. Pero aún ser lesbiana ha sido un reto en su hogar porque teme que sus familiares no la acepten, ya que desde chica tuvo una relación especial con sus padres.
Gillian Morán Pérez: Pasó la mayor parte de su niñez al lado de su mamá, ya que su papá se la pasaba trabajando. Sin embargo, la relación con su mamá no era la mejor.
Michelle Soto:Como Jugaba mucho básquet cuando estaba más chiquita, mi mamá era la única que iba a mis juegos porque mi papá trabajaba. Y siempre me acuerdo que, aunque jugaba bien, mi mamá siempre me decía que hiciste esto mal, no hiciste esto, pero me enojaba porque ella nunca jugó. Entonces, no sabía nada, pero pensaba que era Kobe Bryant o algo, siempre me enojaba eso.
Ana Ramos:A comparación con su mamá, ella se sentía más cómoda en compañía de su papá.
Michelle Soto:Mi papá, cuando estaba creciendo, no lo veía tanto porque trabajaba en las tardes y yo iba a la escuela, pero cuando venía siempre era muy cariñoso. Hasta ahorita, todavía es muy cariñoso. Siempre me soporta más que mi mamá, creo, pero nunca tuvimos problemas él y yo.
Gillian Morán Pérez: Aunque la relación con sus padres no solo ha hecho que no exista la confianza suficiente para sentirse cómoda, tampoco tiene el apoyo completo para confesarles su orientación sexual. Pero también hay otros factores que afectan su realidad, los cuales son: su religión y la mentalidad de su familia.
Ana Ramos: Michelle viene de una familia católica que siempre ha estado involucrada en cosas de su iglesia. Sus padres siempre vieron la religión como algo importante para su crecimiento y desarrollo.
Michelle Soto:Desde pequeña, siempre iba a la iglesia, fui a escuela privada católica, desde el kínder hasta que me gradué de la high school. Entonces, siempre estaba aprendiendo religión, iba a misa, ayudaba en clases de catecismo, siempre estaba en una manera conexionada a la iglesia.
Gillian Morán Pérez: Aunque siempre estuvo rodeada del catolicismo, su mentalidad comenzó a cambiar con el pasar del tiempo y fue entendiendo que había cosas que no le gustaban.
Ana Ramos: También entendía que había otras que tenía que esconder y de las que no podía hablar por miedo al rechazo.
Michelle Soto:Creo que mi identidad me pushaa que no sea católica, solo porque siempre desde chiquita me ha dado miedo de ser libre con cómo me siento. Siempre en mi mente tengo la idea de: “¿Qué van a decir los que conozco, los de la iglesia?” Porque allí ya tengo como una comunidad desde chica, entonces prefiero estar segura en que no me van a sacar de ese grupo y no me van a decir algo.
Gillian Morán Pérez: Michelle también tiene amigos fuera de esos grupos con los que es más libre y está fuera del clóset.
Michelle Soto: Se puede decir que ahorita todavía estoy en el clóset, porque estoy fuera en partes de mi vida, con mis amigos, pero mis papás no saben. Mi familia que tiene más de 30 años no sabe porque me da miedo decirles.
Ana Ramos: Michelle considera a sus amigos como su mayor apoyo emocional, pero no considera así a sus padres. Una vez, ella intentó contarle a su mamá que tenía novia. En ese entonces, Michelle pensaba que era bisexual.
Michelle Soto:Era el verano que me gradué de la high schooly en ese tiempo tenía una novia, y quería decirle a mi mamá porque mi mamá nunca había dicho muchas cosas malas sobre la homosexualidad. Estaba sentada con ella y le estaba diciendo: “Estoy en una relación con alguien”, y ella estaba empezando a decir nombres de hombres que conocía: “¿es él?, ¿es él?” Y yo le digo: “no estás muy cerca”. Y luego le dije quién era… y… en el tiempo pensaba que era bisexual. Y entonces le dije. Y ella dijo: “eso no existe, solo te puede gustar uno o el otro”. Y le dije: “oh, pues entonces no sé”. Y luego empezó a llorar y dejó de llorar y dijo: “okay, whatever.Está bien”, pero estaba enojada, y le dije que no, que era una broma y que ella no era mi novia, solo somos amigas.
Gillian Morán Pérez:Aunque trató de pretender que era una broma, su mamá no le creyó.
Michelle Soto: Después de eso, cuando mencionaba el nombre de la niña, mi mamá se enojaba. Entonces, era más segura que nadie se decía nada. Después de eso, entonces, nunca hablamos de eso otra vez”.
Ana Ramos: Michelle se sintió muy desilusionada. No era la reacción que esperaba de su mamá. Tenía la esperanza de que en ese momento ella revelaría su identidad.
Michelle Soto:Yo me sentía un poco triste, yo pensé que iba a ir de otra manera esa situación, pero decidí hacer lo que tenía que hacer para asegurar que yo estuviera… como que yo… que yo pudiera protegerme y asegurar que no me iba a sacar de la casa y que no le iba a decir cosas a mi papá decir en ese momento hacer lo que te va ayudar cuidarte más que nada. Entonces, por eso le tuve que decir que era una broma pero estuve triste que ella reacciono así.
Gillian Morán Pérez:Recientemente, Michelle decidió contarle a su hermano de 15 años. Se sorprendió que, aunque su hermano asiste a la iglesia con ella, su reacción fue mejor que la de su mamá porque Michelle ve en él a una persona más progresista.
Ana Ramos: Después de haberle confesado a su hermano y haberle tratado de decir a su mamá, Michelle se dio cuenta que no solo es la religión la que estaba involucrada en este problema. Se dio cuenta que había algo más…
Michelle Soto: Tienen una mente cerrada. Mi papá no practica mucho la religión, pero mi mamá sí. Pero para mi mamá, ella también, tiene cosas que no cree, lo que dice la biblia y cosas así, pero es más que tiene una mente cerrada, porque creo que les da miedo la opinión de otras personas y eso es lo que les afecta más que nada.
Gillian Morán Pérez: Además de sus papás, Michelle considera a otros miembros de su familia que tienen la misma mentalidad y a veces más diferente. Por ejemplo, su abuelita cree en un papel más tradicional de las mujeres.
Michelle Soto: Mi abuelita sí es muy mente cerrada, que la mujer tiene que estar en casa y tener hijos. El hombre es el que gana el dinero, cosas no muy progresivas, pero no me voy a pelear con mi abuelita porque es mi abuelita.
Ana Ramos: Hay veces, que Michelle se encuentra con situaciones incomodas con otros miembros de su familia. Una vez, una de sus tías le preguntó sobre su vida romántica y Michelle tuvo que pretender que no era lesbiana.
Michelle Soto: Mi tía el otro día me estaba diciendo: “ ¿y tienes novio?”, y le digo: “no”. Y me dice: “y ¿cuándo vas a tener novio?”. Y le digo: “no sé tía”. “Ah, okey, la educación primero y el novio segundo”. Y le digo: “Ah, okey… ajá”. Y mi abuelita también creo que ya quiere que me embarace o algo porque muchas de mis primas ya están embarazadas. Entonces, me dice: “o, tú faltas”. Y le digo: “voy a faltar mucho tiempo”.
Gillian Morán Pérez: Tener una familia que no acepta lo que es usualmente estar en las normas es difícil, pero su familia no fue con los únicos que tuvo problemas. Como Michelle asistió a una escuela católica privada, ella sintió que no todos sus compañeros la aceptaban.
Michelle Soto: Creo que empezando en la high school,la aceptación de esa sexualidad no era tan aceptada como es hoy, y me recuerdo una niña [que] me dijo: “sé que eres gay, le voy a decir a todos”. Y le dije: “o no sé qué hablas, tengo un novio, no lo conoces, vive en México”. Algo así le dije. Y en ese momento dije: “cómo salgo de esta percepción y cómo hago que otras personas me acepten, creo que en ese momento me sentía muy triste sobre la situación.
Ana Ramos: Situaciones como las que Michelle enfrentó en el bachillerato fueron las que la llevaron a querer ser un apoyo para otros chicos. Por ejemplo, en su iglesia ella era voluntaria para el grupo de confirmación. Por medios de esos grupos, Michelle ha podido ayudar a chicos que no tienen confianza con sus padres para hablar sobre temas privados.
Michelle Soto:Muchas veces es más ayudarles, que oyes como se sienten, porque no pueden decir cómo se sienten a sus familias. Entonces, es más, hablo con ellos y me dicen que está pasando y me gusta darles las chancesde saber que pueden hablar con alguien que no les vaya a decirles a sus papás o que vaya a estar diciendo chismes a otras personas. Pero creo que más que nada, me gusta porque cuando yo estaba en el programa, yo no vi que podía hacer eso. Hablar cómo me sentía y ahora el tiempo ha pasado y ellos tienen las chancesde hablar sobre esas cosas.
Gillian Morán Pérez: Y la verdad es que ayudar es algo natural en la vida de Michelle. Es unas de las razones por las cuales quiere ser trabajadora social. Aunque no tiene la mejor relación con sus padres, ni el apoyo que tal vez ella quisiera, ella ha sido muy bondadosa. Actualmente, Michelle está en el proceso de solicitar la residencia para sus padres.
Michelle Soto:Cuando cumplí 21, hice la petición para que ellos sean residentes y saquen sus papeles. Eso ya tenemos como seis meses desde que mandamos todo y todavía no han dicho algo, pero tampoco algo malo ha pasado.
Ana Ramos: También afirma que la relación con su mamá cambió a una más calmada.
Michelle Soto: Cuando ese tiempo estaba pasando, mi mamá era muy como… buena conmigo, pero creo que porque sabía que necesitaba que yo firmara las cosas y traducir cosas por ella. Entonces, ella encontró que, si se portaba mejor, ella se beneficiara más de lo que yo estaba haciendo, pero es algo que ya sabía que iba hacer hace muchos años. Siempre me habían dicho que cuando cumplía 21, íbamos a hacer la petición.
Gillian Morán Pérez: Pero Michelle acepta que esto es una manera de darles las gracias.
Michelle Soto: Me siento feliz que tengo la oportunidad de hacer esto por ellos porque es como una manera chica para decirles gracias, porque ellos también han hecho mucho por mí.
Ana Ramos: Entre esas cosas, está el apoyo que ha recibido en su carrera académica. La felicitaron cuando fue aceptada a la Universidad Azusa Pacific para empezar su maestría en el otoño del 2019.
Gillian Morán Pérez: Al final del día, Michelle todavía no piensa decirles a sus padres sobre su identidad hasta que ya no viva con ellos. Y hasta el momento, todavía lucha con aceptarse ella misma.
Michelle Soto:No creo que he llegado al punto cuando soy feliz sobre mi identificación de sexualidad porque no he dicho cómo me siento a todas las personas que conozco y eso es un proceso que no ha llegado. Ya que llegue ese punto y ya que todos sepan, y ya que han dicho sus opiniones y todo eso, creo que en ese momento voy a estar más feliz.
Ana Ramos: Muchas gracias por escuchar Radio Nepantla: La Voz que Traspasa Fronteras. Los invitamos a escuchar el resto de la serie Sale el arcoíris Latinx … Ahí contamos las historias de los jóvenes latinx de la comunidad L-G-B-T-Q.
Gillian Morán Pérez: Visítenos en nuestro canal de SoundCloud: ElNuevoSol o en nuestra página web: ElNuevoSol punto net
Esta fue una producción de El Nuevo Sol, el proyecto multimedia en español de la Universidad del Estado de California en Northridge.
Producción y edición: Ana Ramos y Gillian Morán Pérez.
Voces de: Ana Ramos, Gillian Morán Pérez y Michelle Soto.
Música de Mariachi Arcoíris , Xóchitl Hernández y Álex Bendaña.
Hasta la próxima.
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