A mi corta edad, nunca se me ocurrió que esto fuera una cosa más grande que un simple miedo. Nunca en mi vida pensé que ese sentimiento tuviera nombre y razón.
Por TAMMERA MAGAÑA
EL NUEVO SOL
Estoy convencida que nací con esto. Desde que me puedo acordar, la ansiedad en mi vida siempre a estado presente. Crecí con un miedo enorme de estar sola y de hacer cualquier cosa. Por ejemplo, a los cinco años yo me iba al kínder en un autobús escolar que me recogía y regresaba al pie de mi casa. Pero, diariamente me comían los nervios de pensar en que llegaría al pie de mi casa y que nadie me abriera la puerta. Me acuerdo que sentía un miedo cuando serraba la puerta del baño pensando que ya jamás se volvería a abrir. Obviamente estos no son pensamientos que debe de tener una niña inocente de cinco años.
A mi corta edad, nunca se me ocurrió que esto fuera una cosa más grande que un simple miedo. Nunca en mi vida pensé que ese sentimiento tuviera nombre y razón.
Pasaron los años y la ansiedad seguía aún más presente que nunca. Manejaba a la universidad temblando. Teniéndole miedo a absolutamente todo. Mi corazón constantemente latía a mil por hora. Este sentimiento empezó a sentirse normal porque me empecé a acostumbrar. Me conformé con tener que sentirme de esa forma todos los días y el resto de mi vida.
Me despertaba cada mañana con una ansiedad inexplicable. Y me encontraba noche tras noche llorando a solas en mi cuarto sin saber qué hacer.
A la edad de 19 años llego el punto de mi cansancio y desesperación. Decidí buscar ayuda. Empecé a ir con una psicóloga y un psiquiatra. Después de una serie de preguntas me diagnosticaron con ansiedad y depresión. Empecé a tomar medicina que controlara mi ansiedad y depresión. Mi ansiedad al fin se controló. A los 20 al fin aprendí a estar en paz. Mi cuerpo ya no temblaba al manejar ni simplemente estar en la tienda sola o acompañada.
Yo no sabía cuántas personas sufrían de ámbas: ansiedad y depresión. De acuerdo con datos de los Centros de Control de Enfermedades (CDC), el diagnóstico de ambas condiciones a crecido en niños de 6 a 17 años de un 5.4 por ciento en 2003 a 8.4 por ciento en 2012. Si conoces a alguien que necesita ayuda, revisa la página en español de la salud mental en los niños de los CDC.
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