Por LUZ PINEDA
EL NUEVO SOL
Cuando era niña, mi mamá me preguntó qué quería ser cuando fuera grande. Yo le contesté que quería ser una reportera y una mamá. Siempre crecí con esas dos metas en mente.
Ahora que estoy mayor, a punto de terminar mi carrera de periodista y tengo una pareja estable, he pensado en tener hijos.
Nunca me imaginé que para tener hijos tuviera que planear muchos años antes y considerar la posibilidad de nunca ser madre.
Todo empezó un día en el verano del 2016 cuando mi menstruación no me vino. Pensé que era por el estrés del trabajo y estudiando.
El siguiente mes igual no me vino. El tercer mes, nada.
Lo extraño es que tenía los mismo síntomas de siempre: dolores muy fuertes en el vientre, dolor de espalda, hinchazón del estómago y sensitividad alta.
Decidí ir al médico. Le dije toditito lo que sentía y me dijo que quizás tenía endometriosis. “¿Endo qué?”, le dije.
La doctora me explicó que la endometriosis es una enfermedad que afecta una en cada diez mujeres en Estados Unidos. Es una enfermedad que ocurre cuando las células del revestimiento del útero crecen en otros lados. Esto causa dolores muy fuertes en el abdomen.
Los científicos no han encontrado una cura y nadie sabe por qué es que se da esta enfermedad tan horrible.
Me sometí a varios exámenes dolorosos con el resultado en verdad si tenía endometriosis.
Con un nombre tan espantoso, me dio miedo y pregunté que cuáles son los efectos dañinos de tener esta enfermedad.
Los síntomas de endometriosis son:
- Menstruación dolorosa
- Dolor al orinar o defecar
- Sangramiento excesivo
- Dolor en la intimidad
- Esterilidad
- Nausea
- Fatiga
Los efectos a largo plazo son:
- Con los años los dolores menstruales incrementan
- Esterilidad
Al escuchar los síntomas, empecé a hacer conexiones. Tantos años con exactamente todo estos síntomas y los médicos nunca sabían por qué los tenía.
¡Por fin sabía lo que tenía! Pero al mismo tiempo, al pensar que quizás no iba a poder tener hijos, me dio tristeza. Siempre he querido tener hijos.
Los días después de que fui al médico me sentí muy deprimida. Me puse a pensar en muchas cosas. Qué van a pensar mi familia y mi pareja. Qué tal si él me deja si ni puedo tener hijos. Hay tantos estereotipos en nuestras comunidades que presionan a las mujeres a tener hijos cuando te casas o llegan a cierta edad.
Sí quiero tener hijos, pero no había pensado cuándo y si los podía tener. ¡Ahora tenía que pensar en lo peor!
Tenía miedo de decirle a mi novio pero decidí decirle. Lloré y lloré y le dije que entendía si no quiera seguir conmigo. Él, tan cariñoso, me dijo que estaba conmigo en las buenas y las malas.
Me dio ánimo para seguir con mi tratamiento y planear mi futuro como mi doctora me lo había recomendado.
Aún hay la posibilidad que pueda ser madre, pero tengo que estar en tratamiento por unos años y después puedo intentar de tener un hijo.
Mi pareja y yo hemos tomado la decisión de que si no quedo tener hijos, vamos a adoptar un bebé.
Escribo esta historia de mi vida porque hay que crear consciencia que esta enfermedad existe en cinco millones de mujeres en Estados Unidos y la mayoría no lo sabe. No hay que tener vergüenza porque estamos hablando de nuestro sistema reproductivo ni porque estamos acostumbrados a los estereotipos de que si no puedes ser madre, no has hecho tu deber en este mundo.
Quiero inspirar a todas las mujeres que no solo sufren de endometriosis sino que de otras enfermedades a que cuenten sus historias y nunca se den por vencidas.
Si tienes endometriosis o quieres saber más información, puedes visitar estos recursos
https://medlineplus.gov/spanish/endometriosis.html
https://www.womenshealth.gov/espanol/publicaciones/nuestras-publicaciones/hojas-datos/endometriosis.html
También, marzo es el Mes de la Endometriosis y va a haber una marcha y feria de recurso en Los Ángeles para para lodos los que quieran asistir.
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