Un estudio del Centro de Investigación Pew indica que 19 por ciento de los latinos en Estados Unidos son “protestantes evangélicos”. De éstos, la tradición pentecostal, de la cual es parte de la iglesia apostólica, es la que tiene el porcentaje más alto, con 7 por ciento de la población latina en Estados Unidos.

Por KEILA VIZCARRA
EL NUEVO SOL

La gente se sorprende cuando menciono que no tengo ningún par de pantalones adentro de mi ropero.

“¿No usas pantalones?”, es una frase que me han preguntado más de mil veces.

La repuesta no es muy complicada, pero cuando me preguntan, rápidamente tengo que decidir si les voy a responder con una respuesta larga o una respuesta corta.

A la mayoría de la gente que me pregunta por qué no me pongo pantalones vaqueros o jeans, les doy mi respuesta corta: “Porque soy apostólica”.

Recuerdo una vez que una muchacha en la prepa me respondió: “¿Lo haces porque tu religión te lo impone, verdad?” Quizás ese es el prejuicio que mucha gente tiene de mí, pero para mí, eso no es así.

La razón por la que me visto con faldas que no quedan arriba de mis rodillas es solamente una parte pequeña de mi vida. No lo hago porque soy parte de un religión y alguien me lo imponga. Lo hago porque es algo personal entre Dios y yo. Lo hago porque es una cosa que yo siento que me conecta más con él.

El 22 de mayo de 2011, a los 16 años, fue cuando hice una decisión que hasta el día de hoy me ha cambiado la vida.

Decidí ser cristiana apostólica.

Duré muchos meses pensando en esta decisión. Por fin decidí que este tipo de vida era el que yo quería vivir, aunque nunca jamás pensé que yo tomaría esta decisión a una edad tan joven. Una edad en la que mis compañeros en la escuela ya comenzaban a tomar e irse a las fiestas, mientras yo me alistaba para ir a la iglesia.

Mis amigas mejores no entendían por qué estaba tomando este “ser cristiana” muy seriamente. Pero yo entendía que cada una de nosotras crecimos en diferentes ambientes en casa y quizás nunca entenderían por qué decidí esto.

Un estudio del Centro de Investigación Pew indica que 19 por ciento de los latinos en Estados Unidos son “protestantes evangélicos” en comparación con el 48 por ciento que son cristianos católicos. Entre los que son “protestantes evangélicos”, el estudio registra que la tradición pentecostal, de la cual es parte de la iglesia apostólica, es la que tiene el porcentaje más alto, con 7 por ciento de la población latina en Estados Unidos.

Desde que nací, mis padres siempre me llevaban a mí y a mis dos hermanos y dos hermanas a una iglesia apostólica. Tener una relación con Dios era muy importante para mis padres, y cuando mis hermanos y yo nos poníamos en nuestra rebeldía, mis padres siempre nos aconsejaban con versos de la Biblia.

Pero mientras seguíamos creciendo en nuestra adolescencia, cada uno de mis hermanos y yo nos alejábamos de las cosas de Dios. Tener una relación con Dios no era muy importante en la vida de nosotros y dejamos de ir a la iglesia.

La menor de todos mis hermanos, yo fui la única que me animé a volver ir a la iglesia. Desde es momento supe que allí era donde pertenecía.

Han pasado un poco mas de cuatro años y no me arrepiento de mi decisión de ser cristiana. Ser cristiana no es fácil, es un estilo de vida que escogemos, pero si lo sigues con perseverancia, la recompensa es muy grande.

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