Cubriendo la violencia y la corrupción de la frontera

Melissa_del_Bosque

Por KARINA GARIBALDI
EL NUEVO SOL

“Nadie te quiere hablar en las calles para darte entrevista, te miran como un fantasma porque tienen miedo contestar”, comentó Melissa Del Bosque, escritora de la revista, Texas Observer.

Del Bosque se une a los cientos de periodistas que están interesados en escribir historias relacionadas con la frontera de México y Estados Unidos, aunque en los últimos años esto es más difícil de realizar debido a la inseguridad que corren por escribir estos artículos.

Desde en el 2009, el trabajo para periodistas en Tamaulipas se ha complicado debido a que su trabajo se ha censurado por los carteles que residen en esa área. Ahora, los carteles son los que deciden qué historias se pueden publicar y cuales no. Prácticamente, los carteles se han convertido en los dueños de los medios de comunicación.

“En mi caso yo sigo escribiendo porque yo resido en Texas, y no saben nada de mi familia ni de lo que hace mi hijo”, comentó Del Bosque.

En los últimos 14 años en México, de acuerdo a un reporte de Reporteros sin fronteras, 80 periodistas han perdido la vida por escribir historias que a los carteles no les parece. La cifra de los periodistas muertos puede ser más alta, ya que otros periodistas sólo los desaparecen y sus casos quedan impunes, ya que no se da reporte a las autoridades.

Algunos de los periodistas que cubren historias en la frontera no solo se enfocan en la violencia relacionada con la droga, sino también cubren historias relacionadas a trabajadores que trabajan en maquiladoras extranjeras bajo reprobables condiciones.

Del Bosque escribió una historia sobre Rosa Moreno, quien trabajaba en una maquiladora en Reynosa, que generaba televisiones de pantalla plana para la marca LG. Durante un día de trabajo en el 2011, Moreno sufrió en un accidente involucrado con la máquina aplanadora que ella trabajaba.

La máquina cayó sobre sus manos y al instante, perdió sus manos. El gerente de la maquila la dirigió a una clínica de emergencia para no reportar al gobierno el accidente que había ocurrido, porque si no, le tenían que aumentar el seguro médico a sus trabajadores.

En Reynosa, 90,000 personas trabajan en maquiladoras con dueños extranjeros que deciden poner sus empresas en México; el sueldo es menor al que tienen que pagar en otros países y las condiciones con las que tienen trabajando a las personas son reprobables.

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Tags:  Ciudad Juárez frontera Karina Garibaldi Melissa del Bosque Mexico violencia

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