En California hubieron entre 247 y 500 muertos en áreas laborales en el 2011. Por segundo año consecutivo, el total de trabajadores latinos muertos fue más grande que el de trabajadores blancos: 131 y 129 respectivamente, a pesar de que los latinos representan una proporción menor de la fuerza laboral del estado.
POR CYNTHIA LEMUSEL NUEVO SOL
Casi dos años han pasado desde el día que un terrible accidente cambió la vida de Jorge Martínez, un hombre salvadoreño de 35 años, para quien su meta era cumplir el sueño de tener una vida mejor, sueño que se convirtió en una pesadilla por no saber sus derechos de salud laboral.
Este es un caso común entre los inmigrantes latinos que llegan a este país con esperanzas de tener un trabajo que les permita tener una vida digna. Según Ángela Álvarez, promotora de salud del trabajador del Instituto de Educación Popular del Sur de California (IDEPSCA), miles de trabajadores no saben sus derechos de salud en el trabajo, derechos estipulados por la Administración Ocupacional de Salud y Seguridad (Occupational Safety and Health Administration, OSHA por sus siglas en inglés).
“Usted tiene derecho a un sitio de trabajo seguro”, así comienza a explicar el panfleto llamado Worker’s Right (Derechos del Trabajador) los derechos de los trabajadores que son protegidos bajo el Acta de Salud y Seguridad Ocupacional de 1970 (The Occupational Safety and Health Act of 1970) Este documento desglosa los derechos de los trabajadores y especifica que los trabajadores tienen derecho a reclamar un lugar seguro y también a un entrenamiento adecuado para desempeñar su labor en un ambiente seguro y saludable en el trabajo; derecho que Martínez desconoce, al igual que muchos latinos.
“La verdad, nunca me había pasado eso (lastimarse durante horas de trabajo) y nunca me puse a pensar en mis derechos como trabajador porque aquí no le explican nada de eso a uno. Sólo le dan el trabajo a la gente”, dice Martínez, quien trabajaba en el área de descarga de mercancía en un supermercado.
Jorge sufrió uno de los accidentes más comunes entre latinos. Álvarez expresa que “uno de los accidentes más comunes que los trabajadores tienen son caídas y las exposición a químicos”.
La situación de los latinos, en especial de los inmigrantes, es alarmante, ya que según el informe ‘Dying at Work in California’ de WorkSafe y SoCalCOSH, publicado en el 2012, en California hubieron entre 247 y 500 muertos en áreas laborales en el 2011. Por segundo año consecutivo, el total de trabajadores latinos muertos fue más grande que el de trabajadores blancos: 131 y 129 respectivamente, a pesar de que los latinos representan una proporción menor de la fuerza laboral del estado.
WorkSafe y SoCalCOSH son organizaciones que abogan por la seguridad de los trabajadores en sus áreas laborales. Promueven la educación sobre los derechos de los trabajadores en el área de california.
Álvarez asegura que muchos de los accidentes que ocurren en áreas de trabajo se deben a la poca información que tienen los trabajadores sobre sus derechos laborales y a la negligencia de los empleadores. “Me dijeron (los dueños de la compañía) que no me preocupara que me iba a pasar el dolor y no le dieron importancia”, dice Martínez. “Y yo lo dejé todo así (el accidente que había tenido) aunque me sentía bien mal”.
Martínez cuenta que nunca se informó de los riesgos que corría en su trabajo ya que nunca recibió entrenamiento ni ningún tipo de información referente a su área de labor. Ahora Martínez se da cuenta del error que cometió, ya que por su falta de información perdió su trabajo pero peor aún se encuentra discapacitado y con pocas esperanzas de alcanzar su sueño de una vida mejor.
Según Shane Stecyk, Director del Programa de Kinesiología en la Universidad del Estado de California de Northridge (CSUN), “una persona que ha sufrido de roturas de ligamentos y operación de meniscos, tiende a tener problemas psicológicos y de autoestima ya que los dolores que provocan las caídas te frustran y te causan dolor en otras partes del cuerpo como la espalda y las caderas”.
Stecyk hace énfasis en los problemas mentales que un lesionado puede sufrir después de un accidente en el trabajo ya que éste puede acabar con la esperanza de superación y la salud mental, porque limita a las personas para tener un buen desempeño en sus trabajos. Muchos de los accidentes se pueden evitar con conocimiento básico de los derechos de salud en el trabajo.
La falta de información en muchos de los trabajadores latinos depende de factores relacionados con la economía, como especificó Álvarez, ya que los latinos por el miedo de ser despedidos y la necesidad del sueldo se arriesgan a cualquier peligro; pero también el tiempo disponible para un entrenamiento adecuado es fundamental a la hora de aceptar un trabajo. Álvarez comenta que “la necesidad de los trabajadores es tan grande que les preguntan si saben manejar una máquina, y ellos por obtener el trabajo dicen que sí, aunque realmente no sepan”.
Álvarez afirma que en muchas de las ocasiones las instrucciones para el uso de maquinaria pesada o el entrenamiento básico que les dan a muchos trabajadores son en inglés cuando muchos de ellos no entienden el idioma. La ley de Salud y Seguridad Ocupacional de 1970 especifica en la página 5 del panfleto Derechos del trabajador que “los trabajadores tienen derecho a recibir información y entrenamiento sobre daños, métodos para prevenir accidentes y los estándares que aplican en el área de trabajo. El entrenamiento deberá ser en el lenguaje y vocabulario que los trabajadores puedan entender”.
Otra de las preocupaciones que los trabajadores latinos tienen es su estado migratorio en Estados Unidos, ya que muchos creen que por no tener documentos para trabajar no pueden reclamar sus derechos laborales.
“Workers’ Compensation” (Compensación al trabajador) protege a todo trabajador siempre y cuando cumpla con los requisitos en el espacio laboral independientemente de su situación migratoria. Pero éste beneficio es lo que muchos trabajadores latinos no saben.
“Les puse una demanda y me empezaron a mandar al doctor a terapias, y me operaron pero nada más me operaron los meniscos, no me operaron los ligamentos porque ya la aseguradora de la compañía no quiso pagar, y me metieron no sé que excusas ahí con abogados y nada más me hicieron una operación y a la hora de terminar el proceso de la demanda tuve que firmar una renuncia voluntaria”.
Así como Martínez, muchos trabajadores se callan por miedo a ser deportado, a tener mal récord laboral u otras situaciones que les impida tener un nuevo trabajo para sobrevivir; pero no se dan cuenta de que los resultados de su silencio es algo que los afectará por el resto de su vida.
Martínez dice: “El problema es que ahorita nada más tengo un part-time (trabajo de medio tiempo) en el Subway y ellos no tienen seguro, así que no tengo la manera de cómo conseguir uno y por lo mismo de mi rodilla, no puedo conseguir otro trabajo”.
Para más información, visite el organismo federal, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) que explica los derechos del trabajador y las responsabilidades de los empleadores.
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