Por PABLO B. CHAVEZ

Carlos Hernández está vestido con corbata y chaleco, un poco distinto a su traje normal de camiseta y pantalones cortos. Sentado en frente de un micrófono en el estudio de KPFK Radio Pacífica, a fines de octubre, se prepara para un programa especial sobre la influencia de los jóvenes latinos en las elecciones presidenciales, en donde va hablar de sus experiencias como estudiante, activista y líder. Se ve que está nervioso, pero listo para hablar. Aclara su garganta y empieza: “La voz de cada persona tiene que ser escuchada y tenemos el derecho de votar, así que pues, voy a ejercerlo al máximo”, dijo Hernández esa noche. “No sólo pienso votar, yo también pienso representar a otra gente que no puede votar, como los inmigrantes”.

Antes de las elecciones presidenciales, Hernández salió a movilizar el voto de los jóvenes, uno que resultó ser muy importante para el presidente electo. Sin duda van a ver muchos cambios que se efectuarán entre los estudiantes. “Obama va a promover varios cambios”, comentó Hernández en una entrevista postelectoral: “Él se enfoca más en temas de la gente y familia, y por eso podemos familiarizarnos con él, más como estudiantes. Muchos de los estudiantes tienen algo para esperar, muchos están bien ilusionados”.

Con la noticia que el gobierno de California va a aumentar los gastos de las universidades, los estudiantes esperan que la economía se mejore. “Obama ha dicho que él va hacer que el ingreso a las universidades se quede estable. Pero si sube, para muchos la escuela se va a convertir de una realidad a un sueño”.

Aunque sólo tiene 21 años, Hernández se ocupa de varias cosas en la vida y tiene una experiencia diversa. Es parte del cuerpo gobernante de la Asociación Unida de Estudiantes Centroamericanos (CAUSA), capitán del club de fútbol y fue senador estudiantil de CSUN, donde representó al Colegio de Humanidades. A pesar de todas esas responsabilidades, todavía encuentra tiempo para terminar su tarea.

No ha tenido la vida regalada, pero como estudiante de estudios centroamericanos, con especialidad en sociología, conoce los sufrimientos de la comunidad latina y los inmigrantes, y lo usa como esfuerzo para seguir en la lucha contra la desigualdad. “No la he pasado feo, pero sí he sabido qué es la pobreza”, explicó Hernández, quien nació en Estados Unidos, pero fue criado en Honduras por su abuela y sus tíos. “Nunca pasé por tanta hambre tampoco, pero sí nos esforzábamos, y todos trabajan mucho allá. Cuando vine aquí, vi lo que muchos pasan por sobrevivir. Viendo a personas sin hogar me dejó pasmado… Aprendí que uno tiene que ser verdadero a uno mismo, sin olvidarse de dónde viene y sus raíces; ser original y ser justo como uno es”.

Hernández piensa que su crianza con su abuela en Honduras le ha dado una impresión inestimable acerca de la vida. “A veces fue un lucha, pero estoy tan contento de vivir esa experiencia porque me ayudó a apreciar las cosas en la vida”, contó.

A pesar de ser estudiante de tiempo completo, Carlos ha dedicado su tiempo a trabajar con y para la comunidad latina y los jóvenes. Por medio de el Fondo Salvadoreño Americano de Liderazgo y Educación (SALEF), se ganó una beca que lo llevó de paseo por una semana a Guatemala, Honduras y El Salvador. “Ni cuando estuve en Honduras había conocido otros lugares”, contó Hernández. “Pero viajando y conociendo todo eso aprendí mucho de mi cultura y de mi pasado”. Terminó trabajando por SALEF como coordinador de jóvenes y actuaba como mentor para estudiantes de secundaria.

Quizás su liderazgo nació en casa, ya que es hermano mayor de dos hermanas, que no conoció hasta que regresó de…a… [HONDURAS? USA?] los 10 años de edad. Su hermana, Susan dice que el activismo de Carlos la inspira. “Cuando vino ya tenía experiencia y ya era independiente”, contó. “Tenemos un respeto mutuo aunque argumentamos de muchas cosas: de política, la religión… pero tenemos comunicación, y eso nos une”.

Carlos siempre se ha sentido como un mentor para sus hermanas, siendo el más grande de todos.“Realmente es alguien muy responsable”, dijo Bertha Magdaly, madre de Hernández. “Inspira a mis hijas… Sinceramente es una de las pocas personas que piensan en los demás, y eso es algo muy lindo”.

Mientras estaba con SALEF, Hernández también trabajaba en el Programa de Oportunidad Educacional (EOP) de CSUN. “Carlos es una persona muy pero muy especial”, dijo Kelan Koning, coordinadora del programa. “Lo que hacemos aquí requiere mucho esfuerzo con todo los programas y servicios de mentores…Pero Carlos siempre daba más en sus 10 horas semanales que otros daban en 20”, señaló Koning. “Es el tipo de persona que hace todo lo necesario para completar lo que se necesita hacer”.

Las inspiraciones de Hernández también nacieron en la secundaria, cuando miembros de CAUSA empezaron a contactarlo. Aunque pensaba mucho en su futuro, no se había decidido en que exactamente quería hacer. Pero antes de terminar su primer curso en estudios centroamericanos, encontró que le interesaba mucho saber de sus raíces. Desde entonces, Hernández se mantiene muy involucrado en el programa y en la organización. “Creo en vivir una vida con pasión”, señaló. “Hacer algo bien, de todo corazón, o no hacerlo,” explicó.

Aparte de estudiar sobre Centroamérica y sicología, espera continuar en la escuela y conseguir una maestría en cosejería escolar. “El conocimiento es poder”, dijo. “Se puede usar en la pelea contra la pobreza”. Y es precisamente lo que él quiere hacer: ayudar a los que necesiten ayuda. “Tengo dos manos y dos piernas, con eso lo puedo hacer. Veo que mi gente sigue con su lucha, así que yo los puedo ayudar. Así que yo tengo planes de ser un servidor para el resto de mi vida”, concluyó Hernández.