Mujer jubilada baja más de peso en tres meses que en un año

Por KARINA GARIBALDI
EL NUEVO SOL

“No me gusta pesarme seguido porque después me traumo” dice Martha Rodríguez.

“Cuando me vine de mi país estaba muy delgada y llegué a este país empecé a comer y fue cuando subí de peso”. A sus 62 años, Rodríguez, originaria de Jerez, Zacatecas, forma parte del programa 100 Ciudadanos de la ciudad de San Fernando, donde hace ejercicio y se educa en comer más saludable. La decisión por la cual se unió al programa fue porque ella quería bajar de peso, ya que llegó a pesar 104.3 kilos (230 libras), pero actualmente pesa 75.7 kilos (167 libras).

“Me jubilé hace tres meses y la primera decisión que tomé fue ir diario al parque a ejercitarme porque no quería estar en mi casa sin hacer nada”, dice.

Sobre todo, ella se sentía mal por el sobre peso no le permitia realizar actividades comunes. “El sobre peso ya no me dejaba que yo me abrochara las cintas y fue cuando me dije que algo estaba mal con mi peso”, comenta.

Su esposo, Daniel Rodriguez, fue quien la acompañaba a caminar antes de que ingresara al grupo de 100 Ciudadanos. Le tomó un año para bajar tan solo 10 kilos (22 libras) cuando caminaba con su esposo por las tardes, pero cuando se registró en el grupo de 100 Ciudadanos se llevó la sorpresa de que en sólo tres meses que lleva en el programa ha bajado 12.7 kilos (28 libras).

“Este programa se me hace magnífico porque he bajado más en tres meses que en lo que logré en solo un año solo caminando”, dice. “Estoy muy contenta con el programa”.

Rodríguez decidió venirse de México a los 22 años para construir un mejor futuro, ya que en su país natal las posibilidades eran muy escasas. Cuando se vino a Estados Unidos, una de las diferencias que ella notó fue en la comida, ya que en su pueblo sus papás eran los que cultivaban la comida y en Los Ángeles comenzó a comprar comida que usa fertilizantes para que la fruta o verdura crezca rápido.

En cuanto ella comenzó a comprar la comida en Los Ángeles, notó que comenzó a aumentar de peso por el tipo de comida que consumía.

“Las frutas y las verduras, mis papás la cultivaban, eran frutas frescas y orgánicas, todo era sano, comíamos cosas del día”, dice.

Pasó el tiempo y ella formó una familia junto con su esposo y sus tres hijos, Carlos, Daniel y David, pero nunca los acostumbró a comer comida chatarra.

“Saliendo de trabajar, yo lo primero que hacía cuando llegaba a mi casa era prepararles comida fresca a mi esposo y a mis hijos”, dice.

A pesar de que ella cocinaba a diario, seguía aumentando peso y fue cuando se comenzó a preocupar por su salud ya que temía que pudiera desarrollar diabetes, aunque ningún familiar tenía diabetes. Con el simple hecho que ella no paraba de aumentar de peso, tenía muchas posibilidades de desarrollarlo porque comía alimentos que no eran orgánicas.

Durante varios años, Rodríguez trabajó como inspectora en una fabrica de electrónica en Pacoima por 10 años. Después de un tiempo encontró otro trabajo donde continuó siendo inspectora por su experiencia en electrónica. Todo el tiempo que ella trabajaba estaba sentada y no ejercitaba sus músculos.

“Como yo me la pasaba sentada mientras trabajaba, lo único que hacía era comer a cada rato sin tener una dieta sana, y como no hacia ejercicio aumentaba de peso”, dice.

Cuando salía de trabajar se dedicaba a cocinar para su familia y nunca se daba tiempo para hacer ejercicio; o bien, el tiempo no le alcanzaba aunque ella quisiera. Cuando salía de trabajar se dirigía al mercado a comprar lo que iba a cocinar, compraba en tiendas como Vallarta, la única opción de comida saludable cerca de su casa.

Aunque ella quisiera consumir productor orgánicos, le era imposible por la distancia. A tan solo tres meses de su jubilación y de haber tomado la decisión de inscribirse al programa de 100 Ciudadanos, Rodríguez se siente muy contenta con los resultados que ha obtenido gracias al programa gratuito.

El programa de ejercicios es lunes, miércoles y viernes, pero ella tomó la decisión de asistir al parque de lunes a viernes.

“Vengo todos los días al parque a hacer ejercicio. Primero camino alrededor del parque, después hago las maquinas y ya por último me uno al grupo para continuar con la rutina de ejercicios¨, dice. “Pero los días que no viene el grupo, yo me vengo sola a caminar porque no me quiero quedar en mi casa”.

“Ella siempre llega con mucha energía”, comenta Aurelia Peña, otra participante del programa. “Primero nos saluda a los que llegamos temprano y después se va a caminar alrededor del parque hasta que comienzan los ejercicios con el grupo”.

Todos los días se va caminado al parque y regresa a su casa de la misma manera.

“Mis hijos me motivan porque siempre me dicen, “Mamá, no te preocupes por nosotros, primero están tus ejercicios y después estamos nosotros”, comenta Rodríguez.

Rodríguez sabe que la motivación externa es importante, pero más son los resultados concretos.

“Me motiva que mi familia me diga que estoy más delgada y también los compañeros del grupo me lo han comentado”, dice. “Esos comentarios son los que me motivan más porque mi esfuerzo se nota, pero sobre todo tengo más flexibilidad y ya puedo hacer cosas que antes ya no podía hacer por mi peso. Yo ya no podía agacharme a juntar cosas que se me caían. Mi panza me lo impedía”.

Aparte de se rutina diaria de ejercicios, también cambió su forma de alimentación después que comenzó a ir a las clases de nutrición que ofrece el grupo de 100 Ciudadanos. Ahora en su dieta están incluidas las verduras, las frutas, el pollo y el pescado. Trata de cocinar al vapor para que la comida no tenga tanta grasa.

“Martha siempre es puntual… siempre se le ve motivada cuando realiza los ejercicios. No he visto que haga pausas durante los ejercicios como los otros participantes” comenta Sergio Zambrano, instructor del programa.

“Todos los días, me tomo licuados de frutas o de verduras como me enseñaron en las pláticas de nutrición”, dice. “Tengo que ir a media hora de donde vivo a comprar mis productos para alimentarme, ya que por mi barrio no venden cosas orgánicas”, agrega.

Ahora come cada tres horas, pero no aumenta de peso debido a que se ejercita a diario.