Trabajadora joven hace lo mismo que empleados de más edad, pero gana menos

“Los trabajadores jóvenes deben ser vistos como una parte seria de la economía y no deben ser valorados por la edad si están haciendo el mismo trabajo que los empleados de más edad”, dice Reyna Orellana, investigadora del Centro Laboral de UCLA.

Por SORAYA ZIARATI
EL NUEVO SOL

Yolanda Montero vive con sus cinco hermanos en una pequeña casa en San Fernando California. Todos trabajan para apoyar los gastos, como una típica familia mexicana joven. Los hermanos de Montero tienen educación universitaria, pero todavía no ganan suficiente dinero para mantenerse a sí mismos, así que por ahora comparten habitaciones en la pequeña casa blanca. Montero y su familia se han dado cuenta muy rápidamente que los trabajadores jóvenes tienen pocos derechos.

“Todos tenemos nuestros títulos universitarios, pero todavía luchamos para ganar suficiente dinero”, dice Sergio Montero, el hermano mayor de Yolanda. Es más fácil vivir en casa y combinar dinero juntos”.

Yolanda Montero, de 25 años de edad, se graduó de CSUN en 2014 con deuda estudiantil, y en 2016 ya la está pagando, pero no ayuda que su trabajo actual en la Fundación Educare del valle le pague mal.

“Mi trabajo toma más en serio a las personas mayores mediante el pago de más salario y dándoles puestos de más alto rango, incluso cuando los trabajadores más jóvenes pueden hacer lo mismo”, dice Montero al hablar de su puesto como instructora académica.

Le pregunté a uno de los supervisores, Stu Semigran, por qué los trabajadores más jóvenes reciben menos salario que los adultos.

“La gente en la parte superior de la escala jerárquica en Valle Fundación Educare ha estado en su puesto durante años”, me respondió Semigran. “Si los trabajadores jóvenes quieren la misma paga, tienen que trabajar más tiempo”.

“Los empleadores mayores y la sociedad en general no toman en serio a los jóvenes trabajadores a pesar de que constituyen la mayor parte de la fuerza laboral en Los Ángeles”, dice Reyna Orellana, investigadora del Centro Laboral de UCLA y una de las autoras del informe: I am a #YOUNGWORKER. “Los trabajadores jóvenes deben ser vistos como una parte seria de la economía y no deben ser valorados por la edad si están haciendo el mismo trabajo que los empleados de más edad”.

Esta percepción crea un situación de estancamiento en las carreras de los jóvenes que trabajan en industrias de bajos salarios, dice el informe del Centro Laboral. En estas industrias, los jóvenes permanecen por tres y medio años en promedio sin posibilidades de ascenso.

Montero sabía que encontrar trabajo no sería fácil. El padre de ella trabaja de tiempo completo en una fábrica, su hermana trabaja en comida rápida y todos sus hermanos trabajan en construcción. Todos los miembros de la familia quieren un mejor trabajo, pero saben que deben conformarse con sus trabajos actuales.

“Mi papá me inspiró para perseguir mi educación”, dice. “Él nunca ha completado un grado universitario, pero siempre me hizo trabajar duro, apuntando la importancia de una educación para mí”.

A pesar de que la educación superior es esencial para una trabajadora joven, Montero ha tenido que soportar también los horarios irregulares. Ella recuerda vívidamente las noches en que su jefe llamaba para que trabajara al día siguiente cuando un compañero de trabajo no podía hacerlo. Montero nunca se quejó porque sabía que el dinero era necesario para mantener a su familia.

Nueve de cada diez trabajadores no tienen un horario fijo, según el Centro Laboral. El 51.4 por ciento de los trabajadores que encuestados están prácticamente de guardia permanente, es decir, en espera de conocer su horario de la siguiente semana o el siguiente día. La gran mayoría de estos jóvenes [74,0%], dice el estudio, sólo a veces —o nunca— tienen voz a la hora de establecer su horario.

Después de dos años de ninguna mejora en el salario o las horas, Montero ha decidido que va a defender sus derechos. Montero quiere que le paguen por sus años de dedicación en la universidad y como una trabajadora joven. Y por ello, tiene planes de defender sus derechos por levantar su voz en el lugar de trabajo, a pesar de su timidez.

“Yo soy la primera generación en graduarme de la universidad y siento que es mi obligación apoyar financieramente a mi familia”, dice. “No puedo apoyarlos si no me pagan por mi trabajo duro, y es por eso que voy a luchar por mis derechos”.


Tags:  #TrabajadoraJoven Centro Laboral de UCLA deuda estudiantil pagos desiguales Reyna Orellana Soraya Ziarati UCLA Labor Center Yolanda Montero YoungWorker

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Soraya Ziarati
Naci en Los Ángeles, California, y me gusta escribir sobre deportes, entretenimiento, moda y ciencias naturales. Habiendo crecido en Los Ángeles, he aprendido a apreciar y respetar a la comunidad latina, en contra de la cual ocurren tanta discriminación. Mi objetivo es arrojar luz sobre la discriminación y dar poder a las minorías que viven en Estados Unidos.




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