HISTORIAS DE MAMÁ: Andrea y Marisol

ElNuevoSol · Historias de Mamá: Andrea y Marisol

Mi mamá cuenta su historia de cómo era vivir en una aldea de Honduras.

Por ANDREA PEÑA REYES
EL NUEVO SOL—Radio Nepantla

Los padres-abuelos de mi mamá.

Soy Andrea Peña Reyes y en este episodio platicamos con mi mamá, Marisol Reyes. Mi mamá cuenta su historia de cómo era vivir en una aldea de Honduras junto a sus padres que le dieron las mejores lecciones de vida que ella le sigue enseñando a sus hijos. Aunque ahora vive en una ciudad muy avanzada, ella no olvida sus comienzos sin ninguna tecnología, pero fue de lo más feliz.

Desde que tengo memoria mi mamá siempre le ha dado gusto contarnos sus historias de infancia. Me ha dicho que es una manera de poder recordar los años más felices de su vida. Mi mamá Marisol Reyes, nació en una pequeña aldea de Santa Bárbara, Santa Bárbara en Honduras. Ya que a mi abuela Adela Reyes, le tocaba trabajar en la ciudad, mi mamá se crió con su abuelos que son también sus padres. Mis bisabuelos don Abelardo Bú y Delia Cruz de Bú pero de cariño eran más conocidos como “Don Lalo” o “papá Lalo” y “mamá Delia” le enseñaron desde muy pequeña a mi mamá la importancia de ser generosa aunque se tenga muy poco.

Mi mamá de niña con su madre-abuela.

Mis bisabuelos tenían un rancho con cultivos de todo tipo como café, piñas, caña, yuca, todo tipo vegetales y frutas. También tenían animales como vacas, cerdos, gallinas, caballos y demás. Mi mama dice que ella no conoció el dinero hasta que tenía 14 años de edad, ya que si ocupaba algo para comer solamente tenía que ir los solares y tenía todo a su disponibilidad. Papá Lalo compartía todos sus bienes con sus vecinos sin nada a cambio. “Mi papá nunca quedó pobre, por haber compartido lo que tenía,” cuenta mi mamá, “al contrario era Don Lalo y era muy querido por todos.” 

Todas esas enseñanzas se le quedaron marcadas en su ser que siempre que sale la oportunidad siempre las comparte con quien pueda, pero también el legado de papá Lalo de ser bondadoso y compartir lo poco que tienen con los demás. Desde que éramos muy pequeños con mi hermano, Fernando hemos tenido la lección de que es mejor dar que recibir, y es algo que continuamos viendo ahora que estamos en nuestros veintes. El lema de mi mamá es “Dios bendice al dador alegre,” ella dice que es una enseñanza que le ha ayudado a llegar a muchos corazones.

 

 



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Andrea Peña Reyes
Mi nombre es Andrea Peña Reyes y nací en San Pedro Sula, Honduras. Me interesa escribir sobre los inmigrantes y las historias de latinos en nuestra comunidad. Me gusta mucho aprender sobre la historia y ver programas de televisión clásicos. Mi sueño es viajar a Nueva York y conocer lugares históricos. Lee mis artículos en El Nuevo Sol.






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