“Nunca podría imaginar no tener a mi mamá junto a mí. Ella es la persona más importante para mí y siempre me ha apoyado en todo lo que yo he hecho. Cuando cumplí los 21 años, metimos una solicitud para la residencia”.
Por ZAIRA GARCÍA
EL NUEVO SOL
Hoy en día, hay casi 12 millones de inmigrantes indocumentados en los EE.UU. Mi mamá era uno de ellos. Hoy en día, desde noviembre de 2017, mi mamá es una residente permanente. Por fin se acabó la preocupación de la deportación. También se acabó el miedo de algún día ser separada de su familia. Para mi mamá y para mi familia ahora empieza una nueva etapa.
Desde que yo era niña, mi mamá siempre trabajaba duro para mantenerme a mí y a mi hermano menor. Con la ayuda de mis abuelos, quienes son ciudadanos, logramos vivir en una casa grande y nunca se sintió que nos faltaba el dinero. Mi mamá trabajaba en un restaurante y le iba muy bien, pero todo cambió en 2011 cuando se tuvo que ir del trabajo porque no tenía autorización de trabajar en este país. Al mismo tiempo, mis abuelos se separaron y el dinero empezó ser una preocupación. Yo vi cómo mi mamá fue cayendo en la depresión. Se encerraba en el armario de su cuarto por largo tiempo y no salía a la calle. Lo único que ella quería era tener papeles para poder trabajar.
Yo empecé a trabajar mientras estudiaba para ayudar a mi mamá con mis gastos. También le eché ganas a la escuela para poder ir a la universidad y ser la primera en mi familia en atender. Mi mamá nunca se dio por vencida y limpiaba casas o cuidaba niños para ganar dinero. Cuando me enteraba de retenes en las carreteras, yo le avisaba en que calles no cruzar. Todos los días tuve miedo. En los primeros meses del 2017, más de cinco mil indocumentados fueron deportados sin tener antecedentes penales.
Nunca podría imaginar no tener a mi mamá junto a mí. Ella es la persona más importante para mí y siempre me ha apoyado en todo lo que yo he hecho. Cuando cumplí los 21 años, metimos una solicitud para la residencia. Ella revisaba el correo todos los días esperando que le llegará el sobre de su cita con inmigración. El día de la cita, le hicieron preguntas sobre la manera en que llegó a este país y las cosas que ha hecho. Nunca podré olvidar la emoción y las lágrimas de felicidad que ella tuvo cuando le dijeron que, después de 22 años de vivir en este país, ya no era indocumentada.
En estos días, mi mamá está a punto de empezar su primer trabajo. También, ya ha viajado a Mexicali para cruzar la frontera por primera vez en muchos años. Yo estoy muy contenta porque sé que no me separare de mi familia. Pero aun, esto no es el caso con muchos hijos como yo. Por ejemplo, según un ChildrenofUnauthorized-FactSheet-FINAL(MPI), hay 4.1 millones de menores ciudadanos con al menos un padre indocumentado. En California, más de un millón de niños tienen un padre que es indocumentado.
Hay varias organizaciones en California que ayudan proteger e integrar a las comunidades inmigrantes en todos los aspectos de la sociedad en Estados Unidos. Estas organizaciones son COFEM, CHIRLA, La Cooperativa y muchos más. Saber los derechos de los inmigrantes y tener un plan de emergencia son las cosas más importantes que familias necesitan. Consulte los recursos que proporciona CHIRLA aquí: http://chirla.org/resources.
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