La selección de fútbol playa de El Salvador está compuesta por pescadores salvadoreños. La historia de estos jugadores es digna de admirar, no solo por su desarrollo como profesionales, sino también por ser de lo más positivo que le ha pasado a El Salvador en los últimos años.

 

Por CARLOS REVELO
EL NUEVO SOL

En abril pasado, ante un abarrotado estadio, en la playa Costa del Sol de El Salvador, pasó lo inesperado.

Algo inexplicable había sucedido. Los “cangrejitos playeros” quedaban fuera del mundial de Portugal 2015 ante su afición tras perder contra Costa Rica 1–2. Todo fue como una pesadilla. Habían dos tipos de gente, los que entraron en estado de ‘shock’ y los aficionados radicales que lanzaron objetos hacia la cancha.

El calor era tan intenso como lo que se había presenciado en el partido. No había explicación alguna, todo pintaba para la celebración en un escenario pocas veces visto, pero sucedió lo contrario.

El capitán de la selecta playera de El Salvador, Agustin Ruiz, fue entrevistado después de la derrota. Un poco abatido por la situación, pero siempre con esa humildad que hace a los jugadores de la selección tan queridos. No solo es este equipo apreciado, sino también respetado por su lucha, sacrificio y entrega.

“Le pedimos disculpas a la afición”, señaló el capitán de la selecta playera tras sufrir la derrota ante Costa Rica.

Ruiz afirmó que el resultado no era esperado, menos enfrente de la afición que los había apoyado desde que inició esta travesía. A pesar de que se rompió la tradición de clasificar a mundiales de playa (cinco consecutivas), había una cosa por destacar, el país entero estaba incondicionalmente con el equipo. En realidad, no hay nada que reprocharle a los jugadores de la selección de playa, simplemente asimilar lo sucedido y agradecerles por poner el nombre de El Salvador en alto. Con unos niveles de asesinatos que incrementan a diario, El Salvador se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo.

Sin embargo, la historia de la “selecta” es otra cosa. La selección de fútbol playa de El Salvador está compuesta por pescadores salvadoreños. La historia de estos jugadores es digna de admirar, no solo por su desarrollo como profesionales, sino también por ser de lo más positivo que le ha pasado en El Salvador en los últimos años. Ver a estos guerreros sudar la camiseta por su patria no tiene precio, teniendo en cuenta muchos factores que no cuentan a su favor.

La ‘Selecta’ playera surgió como un proyecto con pocas esperanzas bajo las ordenes del ex dirigente Israel Cruz. El ‘profe’ Cruz, tras 10 años de vivir en Estados Unidos, no tenía idea del cargo que estaba recibiendo por parte de la federación salvadoreña. El plan era simple, poner una escuela de fútbol playa en la zona de las islas de Rancho Viejo, San Sebastián y La Pirraya. Después, la historia de estos guerreros se cuenta sola.

“¡Corré! ¡No seas lento!”, le decía un niño de la Playa Costa del Sol a su compañero con la pelota en la mano.

“¡Relajate, que este calor me está matando!”, le contestó el amigo.

Mientras disfrutaba del hermoso atardecer de la playa, tuve la fortuna de compartir con dos jovencitos que disfrutaban tanto jugar al fútbol, así como los jugadores de la selecta playera. Precisamente, la selección se había quedado fuera del mundial un día antes ante Costa Rica. Sin embargo, la respuesta que estos jovencitos me dieron cuando les pregunté su opinión sobre los “cangrejitos playeros” me sorprendió.

“Aunque hayan perdido, son nuestros ídolos, nosotros jugamos este deporte por ellos, no hay nada mejor”, afirmó uno de los niños con el rostro lleno de arena.

“Yo cuando sea grande, quiero ser futbolista de playa profesional y sueño con representar a mi país”, señaló su compañero con una notable cara de cansancio.

La historia de estos jugadores es tan sobresaliente que rompe todo tipo de barreras. Actualmente, los niños en El Salvador ven a estos jugadores como héroes, ídolos y ejemplo a seguir.

Estos pescadores no sólo se han ganado su vida luchando constantemente contra las olas del mar, sino también a un país violento que se refugia en la alegrías que brinda la ‘Selecta Playera’ de El Salvador.

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