​“¡Ya no estoy interesada en ser fisioterapeuta!”, dice Natalie Vartanian, 21 años, directora del programa 100 Ciudadanos en el parque La Crescenta Valley. “Realmente quiero usar mi título y mi experiencia para ayudar al público a mejorar su vida por medio de la actividad física”.

Por DAYANIS LÓPEZ REYES
EL NUEVO SOL

El baile siempre fue parte de su niñez. Ser bailarina logró en ella una gran admiración hacia la capacidad de movimiento que tenemos los humanos. Cuando llego la hora de decir a qué se dedicaría el resto de su vida, Natalie Vartanian escogió como profesión estudiar kinesiología (kinesiología es la ciencia que estudia el movimiento y el cuerpo humano).

“Yo quería ayudar a la gente a mejorar sus vidas por medio del movimiento-ejercicio”, dice Vartanian.

Después de algunos años en la universidad, Vartanian decidió que su vocación seria convertirse en fisioterapeuta al obtener su título universitario. Pero en enero de 2012, Vartanian aceptó ser parte de un programa del Departamento de Kinesiología de la Universidad del Estado de California en Northridge (CSUN), el cual hizo que ella decidiera cambiar de vocación.

“¡Ya no estoy interesada en ser fisioterapeuta!”, dice Vartanian. “Realmente quiero usar mi título y mi experiencia para ayudar al público a mejorar su vida por medio de la actividad física… Mi próxima meta es poder entrar en el campo de la salud pública, basado en ejercicio y la prevención de enfermedades”.

La fisioterapia paso a ser cosa del pasado para Vartanian y esto después de participar como entrenadora-estudiante en el programa 100 Ciudadanos. Un programa de ejercicio gratuito en parques públicos del condado de Los Ángeles, creado por el profesor Steven Loy con el objeto de ofrecerle a diferentes comunidades una opción de una vida más saludable.

De la misma manera, el programa de 100 Ciudadanos ha permitido que estudiantes de CSUN que estudian kinesiología puedan demostrar su potencial académico dando clases de ejercicio a sus comunidades. Al mismo tiempo, ellos obtienen experiencia dentro de su campo de estudio.

“Este programa crea en nosotros habilidades que nunca seríamos capaces de adquirir en un salón de clases”, comenta Vartanian, “y nos permite crear conexiones con otras personas que están en este medio”.

Vartanian está encargada de tres grupos de participantes, cuyas edades van de 20 a 80 años. Foto: Pilar de Haro / El Nuevo Sol.

De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Kinesiología (AKA), la elección de una vocación dentro de esta carrera es más difícil hoy que nunca. Su página de internet muestra una lista con 31 opciones de carreras para cualquier persona que tenga un título universitario en kinesiología. Pero para que un estudiante obtenga la experiencia necesaria sobre una de esas carreras primero necesitaría experimentarla. Por esa razón, Vartanian cree el programa de 100 ciudadanos le ha dado esa oportunidad.

“Es muy difícil y es cada vez más difícil esta carrera, ya que cada vez hay más personas queriendo estudiar esto”, dice Vartanian. “Por lo tanto, es importante que los estudiantes tengan experiencia en el campo antes de graduarse para diferenciarse de los demás”.

Estos estudiantes-entrenadores que se convierten en voluntarios, con dedicación y pasión han llegado transformar su vida y la vida de más de 100 ciudadanos. Así como lo ha hecho Natalie Vartanian:

“100 ciudadanos me ha permitido dar un paso fuera de mi zona de confort y ganar habilidades de liderazgo que yo nunca ates habría ganado”, comenta.

Con orgullo y con una sonrisa dulce, Vartanian también dice que el programa de 100 ciudadanos le ha permitido desarrollar grandes habilidades de comunicación.

“Soy capaz de dirigir y entrenar a otros estudiantes que comienzan en el programa”, dice. “He desarrollado la confianza para hablar en público y trabajar con diversas comunidades, y mucho más me ha ayudado a crecer como persona”.

Vartanian, de 21 años de edad, comenzó en el parque de la ciudad de San Fernando en enero de 2012. Ahí impartía clases de ejerció a personas de la tercera edad.

“Tanto me fascina dar clases a personas de la tercera edad que el semestre siguiente me convertí en la líder de este grupo… y después comencé a encargarme de la mercadotecnia del programa”, dice.

“Me encanta escuchar las historias personales de nuestros participantes y cómo hemos ayudado a mejorar sus vidas”, comenta Vartanian. Foto: Pilar de Haro / El Nuevo Sol.

Día con día, Vartanian fue interesándose más por el programa de 100 Ciudadanos. De la misma manera, el programa comenzó a extenderse a otros parques del condado de Los Ángeles. En 2013, Vartania fue contratada por el condado como la directora de tiempo completo del programa en el parque La Crescenta Valley.

“Mis responsabilidades son estar al frente de la logística del programa aquí [en el parque], lo que incluye también entrenar a los estudiantes de kinesiología que son voluntarios y que dan las clases de ejercicio junto conmigo”, dice. “Igualmente los participantes son mi responsabilidad–prácticamente mi trabajo es asegurarme que todo salga bien”.

Los martes y jueves, Vartanian se levanta muy temprano para llegar al parque a impartir sus clases y ver quiénes de las 70 personas que se registraron asisten. Ella está encargada de tres grupos de participantes que se encuentran en diferentes niveles de resistencia física; los participantes son de diferentes edades. El más joven tiene 20 años y la persona con más canas tiene 80 años. Varatian también tiene como responsabilidad asegurarse que los 10 estudiantes de CSUN que están a su cargo den las clases de ejercicio correctamente y que mantengan a los participantes activos.

A Vartanian le gusta estar presente en los tres grupos. Ella está al pendiente de cada detalle de los ejercicios. Siempre está en constante movimiento con estudiantes-entrenadores para mostrar a los participantes cómo hacer algún ejercicio.

A simple vista, parece ser un trabajo que ella disfruta mucho y que es fácil. Pero la realidad es que para Vartanian, el estar al frente de un programa como este tiene sus complicaciones:

“El desafío más grande que he tenido es el reclutamiento de estudiantes y lograr que los estudiantes comprendan la importancia y el propósito de este programa”, dice.

Durante sus horas de trabajo, el carisma y la pasión de Vartanian contagian e inspiran a los participantes a no darse por vencidos cuando su cuerpo les dice lo contrario. La señora Mayra Meraz es una de los 45 participantes que ha estado presente todos los martes y jueves en el parque La Crescenta Valley. Meraz dice que desde hace 7 meses comenzó en el programa y su vida ha cambiado por completo.

“Me siento muy afortunada de que jovencitos como Vartanian nos dediquen su tiempo”, dice Meraz. “Vartanian es una niña bien linda, es muy dulce y respetuosa pero a la vez muy firme durante los ejercicios… tiene bien ganado el puesto que tiene”.

Parque La Crescenta Valley en el condado de Los Ángeles. Foto: Pilar de Haro / El Nuevo Sol.

Meraz dice que Vartanian siempre explica cada ejercicio que van hacer y esto la motiva a seguir la rutina de una hora sin descansar.

De la misma manera que los participantes se sienten motivados por Vartanian, sus compañeros de trabajo también. Justin Santillén es estudiante de kinesologia en CSUN. Él es voluntario de 100 Ciudadanos y su trabajo consiste en impartir clases de educación física a los diferentes grupos de participantes cada semana.

Santillén es uno de los 10 estudiantes que tiene Vartanian a su cargo. Con mucha energía y una voz grave, Santillén desempeña su trabajo y comenta que sin una líder como ella, el programa no sería lo mismo.

“Natalie es increíble”, dice, “es una persona muy optimista… ella nos da energía todas las mañanas”.

Vartanian se graduó de la universidad de CSUN en diciembre de 2014. Ella dice que está muy contenta de ser parte de 100 Ciudadanos y que la mejor parte de su trabajo es ver como el programa se expande y escuchar los comentarios positivos de los participantes.

“Me encanta escuchar las historias personales de nuestros participantes y cómo hemos ayudado a mejorar sus vidas”, comenta.

Vartanian tiene muchos planes a seguir. Comenta que en cinco se ve con una maestría, y posiblemente trabajando en un doctorado que le permita trabajar con el público, evaluar las necesidades de la comunidad y crear soluciones para ayudar a las comunidades a vivir una vida más saludable con actividad física.

“Ahora que me gradué, pienso seguir con el programa y en un año regresar a la escuela hacer una maestría”.

Al final de cada clase, Vartanian reúne a sus estudiantes con participantes del programa de 100 Ciudadanos para aplaudir el esfuerzo de cada uno y celebrar que están marcando la diferencia tanto en sus vidas como en su comunidad.

Este programa les da la experiencia necesaria a los estudiantes de kinesiologia de CSUN para poder construir su futuro como profesionistas y crear comunidades más sanas.