“Este ejercicio de aquí me encanta porque tenemos unos instructores excelentes que te corrigen y dicen cómo hacer correctamente las cosas”, dice Bertha Razo, de 68 años. “Es gratis y no tengo que gastar gasolina porque vivo al cruzar la calle”.

Bertha Razo, de 68 años de edad. está estirando los músculos después de haber ejercitado su cuerpo. Foto: Nancy Moreira / El Nuevo Sol.

POR NANCY MOREIRA
EL NUEVO SOL

Encontrar un tiempo para hacer ejercicio y comer saludable deja de ser una prioridad para una madre soltera. Bertha Razo de 68 años de edad tuvo que trabajar de dos a tres trabajos para mantener a sus siete hijos. Pero no fue hasta muchos años después que Bertha empezó a vivir una vida saludable.

“Cuando mis hijos crecieron y me empezaron ayudar, no me dejaron trabajar mas y fue cuando yo empecé a ir a un gimnasio y a cuidarme más,” dice Razo.

Afortunadamente, Razo no padece de ningún problema de salud, pero hacer ejercicio regularmente le permite no ser una estadística más. El porcentaje de estadounidenses de 65 años o mayores que tienen diabetes sigue siendo muy alto: 25.9 por ciento, ó 11.8 millones de personas de la tercera edad, según información de la Asociación Estadounidense de la Diabetes (ADA).

Razo nació en Jalisco, México, y ahora vive en la ciudad de Sylmar, California. Cuando era joven, recuerda que el ejercicio no era popular, por lo cual no lo implementaba en su vida cotidiana. Se casó a los 17 años y tuvo siete hijos, cuatro niños y tres niñas. Dieciséis años después, se divorció de su esposo y tuvo que trabajar mucho para mantener a su familia.

No fue sino hasta que sus hijos crecieron cuando ella pudo hacer un cambio de vida. Sus hijos le ayudaron económicamente para no regresara a trabajara y fue entonces que se jubiló. Fue cuando empezó a cuidarse, haciendo ejercicio y comiendo saludablemente. Empezó por ir al gimnasio, pero descubrió que el ejercicio al aire libre le gustaba más.

“Ahora solo voy al gimnasio y uso el jacuzzi y el sauna”, comenta.

Bertha Razo estirando su pierna. Foto: Nancy Moreira / El Nuevo Sol.

El Parque Veteranos es un espacio donde ella se siente cómoda haciendo ejercicio. Ahora, camina diez millas cinco días por semana. Pero hace cuatro meses, una conocida del Parque El Cariso le dijo que había un programa de ejercicio ahí. El programa 100 Ciudadanos ofrece clases de ejercicios a los parques locales sin costo alguno. Los parques que ofrecen este programa solo requieren que la gente se registre para poder participar.

Los clases de 100 Ciudadanos ofrecen tres niveles de ejercicios. Los participantes escogen el nivel de ejercicio con el que se sienten mas cómodos. El programa tiene el nivel básico, “lets get moving”; el intermedio, “active lifestyle”; y el más avanzado “performance level”. Los instructores les surgieren a los participantes qué nivel se beneficiarían más, pero los participantes tienen la última decisión.

La directora del programa 100 Ciudadanos en El Cariso, Jhennylin “Jenny” Rivera, le sugirió a Razo que se beneficiaría del grupo de nivel intermedio.

“He notado que Bertha es una persona muy activa, ella está lista para moverse al siguiente nivel, pero es decisión de ella”, comenta Rivera. Razo dice que le gusta más el nivel básico porque los ejercicios son una modificación del intermedio.

Bertha Razo con la directora del programa 100 ciudadanos en El Cariso, Jhennylin “Jenny” Rivera. Foto: Nancy Moreira / El Nuevo Sol.

100 Ciudadanos no solo ofrece clases de ejercicios, la responsabilidad del programa es educar a la comunidad cómo vivir una vida saludable. El programa informa a los participantes cómo llevar una buena alimentación y educan a la comunidad sobre enfermedades de salud como la diabetes, la cual puede prevenirse con ejercicio regular y buena alimentación.

Para Razo es importante ejercitar su cuerpo y mantenerse activa diariamente. Camina el parque Veteranos en Sylmar cinco días por semana. Y dos días por semana va al programa 100 Ciudadanos en El Cariso.

“Este ejercicio de aquí me encanta porque tenemos unos instructores excelentes que te corrigen y dicen cómo hacer correctamente las cosas”, dice. “Es gratis y no tengo que gastar gasolina porque vivo al cruzar la calle”.

Su amiga Carmen Corona menciona que Razo la ha motivado a ir al programa. Corona dice que le encanta el programa porque se siente bien teniendo a una amiga que la acompañe.

“Me encanta, el programa te motiva”, dice. Es una hora sin para. Cuando vienes con alguien, es bonito porque te empujan, nunca es divertido hacer ejercicio sola, siempre es mejor con la compañía de alguien”. Corona quiere perder peso y va continuar yendo al programa.

Con esfuerzo y dedicación, Razo ha logrado bajar 13 kilogramos en cinco meses. Con el cambio de vida que ha logrado, ella también ha notado una mejoría en su sueño. Razo va a seguir con el estilo de vida que la hace feliz.

“Me encanta hacer ejercicio y comer saludable”, dice. “Esa es mi vida. Ahora todo mi tiempo es para mí”.