Por JORGE REYES SALINAS
EL NUEVO SOL

TTYL
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LOL

Estos son los mensajes de textos más usados entre los adolescentes. Hoy en día, enviar un mensaje de texto es la manera más fácil de comunicarse. Como adolescente, recuerdo haber escrito variedades de mensajes de texto a todos mis amigos.

Recuerdo cuando recibí mi primer teléfono celular con un plan de mensajes ilimitados. Era un teléfono pequeño, azul, con un teclado que hacía un sonido muy distinguido, y tenía una cámara para poder tomar fotos y videos.

Siempre estaba pegado a mi teléfono, hablando con todos mis amigos y amigas sobre cualquier tontería que estuviera pasando en nuestra secundaria. Mi teléfono tenía una lista de las cinco personas a quienes más le mandaba mensajes de texto. La primera persona era mi mejor amiga, Jéssica.

Jéssica y yo siempre nos mandábamos mensajes, día y noche, de cualquier cosa que nos estuviera pasando; hasta cuando estábamos al costado del uno al otro.

Fue un día de invierno cuando todo cambió.

Jéssica tenía que irse a trabajar y ella siempre me llevaba a mi casa después de clase, ya que su trabajo quedaba cerca.

Eran las 3 de la tarde, un día frío y con un poco de lluvia. Ya era tiempo para que Jéssica se fuera a trabajar.

Los dos subimos a su camioneta; era un Jeep negro, nuevo, tenía una calcomanía de “Hello Kitty” en la ventana trasera y siempre estaba limpia por fuera pero un desastre por dentro.

Para llegar de nuestra secundaria a mi casa teníamos que tomar la carretera 118. Mi amiga ya estaba muy familiarizada con el camino y llevaba más de un año con su licencia de manejar.

Cuando tomamos la carretera 118, la lluvia comenzó a caer. No era tan fuerte, pero la pista se veía mojada.

Faltando pocos minutos de salirnos de la carretera, el teléfono de Jéssica recibió un mensaje de texto. Sin pensarlo, ella agarró su teléfono y leyó el mensaje.

Mientras tanto, un carro azul se atravesó en nuestro carril. Jéssica tiró su teléfono y agarró el timón con las dos manos mientras que trataba de esquivarlo, pero perdió el control del timón y causó que nos deslizáramos sobre la mitad de la carretera.

Mientras que la camioneta se deslizaba, chocó con otro carro y esto causó que la camioneta se volteara.

Cuando la camioneta por fin quedó en pie, yo estaba despierto. Recuerdo haber visto a Jéssica inconsciente, sangrado de la cabeza, y yo sentí sangre en mi ceja.

Lo último que recuerdo fue cuando llegaron los paramédicos.

De acuerdo a estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad, se estima que más de 1 millón de accidentes automovilísticos al año involucran el uso de celular como causa del incidente.

El día del accidente, desperté en el hospital con mis padres al costado mío. Recuerdo ver a mi mamá llorando, diciéndome que todo estaba bien.

Después de ese momento, Jessica y yo empezamos a hacer presentaciones en nuestra secundaria sobre el peligro de manejar y mandar mensajes de texto.

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