La segunda sección de El Nuevo Sol aborda el tema de las realidades de las familias trnasnacionales.
Por CINDY VON QUEDNOW
EL NUEVO SOL
Mientras los gritos y risas de los niños se escuchaban afuera, los directores de la Casa Hogar Lirio de los Valles en Tijuana, México nos dieron gracias a los reporteros por hacerles preguntas difíciles que ni ellos habían pensado, y por abrir unas heridas profundas pero importantes. Después de vivir entre los 90 niños del orfanatorio, nos toco escribir las historias de abandonamiento por las drogas, o porque sus padres cruzaron al norte sin ellos.
La realidad transnacional es la realidad de los inmigrantes, los trabajadores, las madres y los padres, hermanos y hermanas que cruzan una frontera o fronteras en búsqueda del sueño americano. Esa realidad también existe al otro lado, en los hogares y familiares dejados atrás. ¿Cómo mantener esas relaciones con personas que viven en otro país, que están tan lejos que parece que viven en otro mundo?
Con los avances del internet, familias no solo se comunican por medio de líneas telefónicas, si no también con servicios como Skype o video chat. Padres pueden ver cómo van creciendo sus hijos por video y fotos digitales. Aun así padres pueden establecer reglas y mantener una relación estricta, ellos deciden cuando su hija pueden depilarse las cejas o si su hijo puede tener novia.
De acuerdo con un reporte que publicó Pew Hispanic Center en diciembre 2009, el número de latinos que están usando la red está incrementando. Del año 2006 al 2008 el uso de la red entre latinos subió del 54 por ciento al 64 por ciento.
Nosotros en El Nuevo Sol hablamos con esas personas que mantienen (o en muchos casos no mantienen) esas relaciones a pesar de una distancia tremenda. No van a encontrar estas historias en los medios de comunicación masivos porque no se tratan de los aspectos superficiales y sensacionalista de la inmigración.
Le traemos las historias complejas de niños creciendo sin sus padres y padres inmigrantes que tienen hijos ciudadanos que trabajan para darles una vida mejor a sus criaturas. También tenemos historias de niños indocumentados y sin hogar viviendo en Los Ángeles. Más de 5,678 niños fueron detenidos intentando cruzar la frontera por las autoridades mexicanas y estadounidenses el año pasado, de acuerdo con el Centro de Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración basado en México.
Como periodistas latinos, es difícil sepáranos de estas historias cuando nosotros mismos vivimos y sufrimos esas realidades. Se trata de una historia colectiva de amor, esperanza, sufrimiento y tragedia. En nuestros sujetos vemos los msimos sacrificios y trayectorias de nuestras familias que no siempre se ven o se leen. En estas páginas encontraran la realidad del sueño americano por los ojos de los que lo viven y las barreras que enfrentan día a día. Esperamos que estas historias los toquen a ustedes como nos tocaron a nosotros.