Estudiantes ayudan a los afectados por la violencia doméstica en CSUN
Por ROXANNE ESTRADA
EL NUEVO SOL
Cuando Megan Flaherty miró a su mejor amiga Leslie sufrir y llorar, supo que tenía que hacer algo. El novio de Leslie había abusado de ella sexual, física y mentalmente. A pesar de que la relación había terminado, las cicatrices emocionales aún eran visibles. Cuando los recuerdos se precipitaron de nuevo, Megan se convirtió en una voz fuerte para ayudar a Leslie a comprender que el amor nunca debe dar lugar a abusos.
“Me dio rabia ver que una persona tan impresionante puede ser perjudicada por alguien que tan dañino y que no la apreciaba”, afirma Megan. “Yo podía ofrecer un alivio que nadie más podía”.
Han pasado cinco años y Megan, la estudiante de relaciones públicas, ayuda a los afectados por la violencia doméstica en CSUN, pero en lugar de simplemente escuchar sus historias, invierte tiempo inclinada sobre su computadora portátil en Facebook o Twitter. Como interna en el Centro de Servicios de Tratamiento de Asalto en el hospital de Northridge, conocido como CATS por sus siglas en inglés, ella utiliza las redes sociales para alentar a los estudiantes en edad universitaria a involucrarse con la acciones preventivas.
“Porque se habla de sexo, se supone que debe hacerse a puertas cerradas, pero si algo está mal, hay que ser capaz de hablar de ello”, dice Flaherty. “Como promotora de CATS, yo lo miro desde la perspectiva de apoyo en lugar de la acusatoria. Creo que ha aumentado la sensibilización con la comunidad”, comenta.
Una de cada cuatro niñas son víctimas de abusos sexuales a la edad de 18 años, según la Alianza Nacional de la Infancia. Mary Ann Laguees, una enfermera examinadora forense de CATS, recalca que la concienciación es una de las cuestiones más importantes para enfrentar el abuso sexual, ya que muchas víctimas piensan que están solas en su situación.
“(CATS) permite que la gente sepa que hay un programa y hay un lugar a dónde ir”, explicó Lague. “Nuestros números siguen aumentando y no creo que estamos viendo un aumento en el asalto sexual. Yo creo que estamos viendo un aumento de personas que saben qué hacer y a dónde ir”.
Otros estudiantes de CSUN están diseminando este conocimiento por medio de obras de teatro y eventos. El club V-Day recoge fondos para ayudar a las organizaciones que están en contra de la violencia, como CATS. El evento más importante durante todo el año ha sido “Monólogos de la Vagina”, un espectáculo que habla sobre los diferentes aspectos de ser mujer y los efectos de la violencia doméstica y de pareja.
ReAnne Rogers una estudiante en su segundo año en CSUN, y miembro del Club de V-Day, ayudó en la obra este año: “La violencia doméstica se puede prevenir si uno conoce los síntomas y puede salirse de esa situación antes que suceda algo malo”, comenta.
Charlotte Samuelson es una especialista de voluntarios y es representante del Centro de Trauma del Valle en CSUN, una organización no lucrativa afiliada a la universidad que busca eliminar la violencia. “Con los jóvenes es diferente porque estamos hablando en un idioma que ellos pueden entender y educarlos acerca de que las relaciones no son así”, comenta. “Se pueden sentir libres de comunicarse con nosotros y darles la educación sobre cómo tener una relación productiva y feliz”.
Megan cuenta que ahora que está involucrada en crear conciencia sobre la violencia doméstica y de pareja, piensa es algo que no puede encender y apagar como un interruptor: “Yo siempre voy a ser parte del equipo de apoyo y de voz de CATS porque es algo más profundo que simplemente una experiencia. Pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino de fortaleza. Se siente cómo uno está contribuyendo a la comunidad y ayudando realmente a otras víctimas. Me siento bien de ser parte de un programa que está dispuesto a ayudar y no a esconder todo”.
Tags: universidad violencia