Sigourney Núñez
El NUEVO SOL
Cuando Rogi Espinoza comenzó a asistir a un programa de pre-kínder ofrecido por el centro de Recreación David M. Gonzales en 1996, él no imaginaba que esa misma instalación iba hacer su santuario fuera de su hogar siete años después.
“Mi hogar no es como esto. Es aburrido y no puedo hacer mucho ahí” dice Espinoza, de 11 años quien participa en un programa después de la escuela en el centro de recreación en Pacoima. “Yo hago algunas actividades, compro helado y salgo, hago otras cosas. Aquí siempre me ayudan con mi tarea”.
Espinoza, junto con otros 16 niños, asiste el programa L.A. Kids, que está designado a ayudar a niños con tareas y a involucrarse en artes y oficios.
Los programas después de clases fundados federalmente que corren hasta las 6 de la tarde también sirven a los estudiantes en los grados K-8 y asisten a los padres de la comunidad. María Esquivel, quien ha sido una asistente de recreación por 10 años dijo, “Nosotros ayudamos a los padres también porque nosotros ayudamos a los niños con sus tareas y ellos se quedan aquí”.
Además, el coordinador de recreación Gilbert Gonzales dijo, “Nosotros alimentamos a nuestros niños, razón por la cual nuestros padres les gusta venir aquí”.
El 20 de septiembre, después de un juego de baloncesto de la liga de verano, Justin Curiel de 16 años fue asesinado en el proyecto de vivienda de jardines de San Fernando, que está en la calle, opuesta del centro de recreación.
“Ha estado un poco loco por aquí. La violencia aquí está muy mal”, dijo Gonzales. “Antes que esto pasara, habían muchas familias aquí”.
En el 2008, el FBI registró más de 6,000 crímenes violentos en el Valle de San Fernando. Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, la ciudad de Pacoima es predominante étnica, con más del 85 porciento de su residentes con origen latino. El censo también registra a más de 72,000 hogares en la ciudad con ingreso menos de $15,000.
“Es una zona de ingresos muy bajos, con muchas familias trabajadoras”, dijo Gonzales, quien también agrego que la presencia policíaca ha aumentado dramáticamente y ha ayudado con la participación de patrones en el programa. “Muchos policías van a los jardines y patrullean el parque”.
“Se siente peligroso, pero ahora me siento seguro porque veo mas policía y el personal esta aquí. Yo sé que nos van a proteger”, dijo Espinoza.
Aún con los cortes de dos de sus programas, la comunidad ha podido continuar adelante. Gonzales dijo que los padres en la comunidad necesitan un programa pre-escolar. Pero con el presupuesto, la instalación no pudo pagar nuevos asistentes de recreación.
Los datos de la Oficina del Censo muestran que programas después de clases, como L.A. Kids, y programas pre-escolares ayudan a reducir el número de niños dejados solos en sus casas. Según los datos, del año 2002 al 2005 hubo una disminución de 1.6% en niños que regularmente están en ‘auto-cuidado’”.
La necesidad de un programa pre-escolar hizo que un padre por iniciativa propia lo comenzara, dijo Gonzales. “Mamá y Yo” es un programa de dos horas que va a atender a niños de 1 a 4 años de edad. Durante las dos horas los niños van a hacer artes y oficios y a cantar canciones. Ella espera, a través de sus esfuerzos, en última instancia, ayudar a su comunidad. El programa se llevará a cabo en el centro de recreación y se espera empezar a finales de octubre.
El Centro de Recreación de Pacoima ha sido el epicentro de la violencia de pandillas, pero también ha sido capaz de ser un recurso para su comunidad. “Nosotros sólo trabajamos con lo que tenemos y la comunidad está feliz de tener un parque”, dijo Gonzales.