Perfiles | Profiles / 02/09/2009

Activista informa a jóvenes sobre fuerzas armadas

“Entendíamos claramente que la razón por la cual mi solicitud fue rechazada…porque yo había tomado una postura política pública”, dijo Pablo Paredes sobre el rechazo de su solicitud de objetor de conciencia. (CORTESÍA / BAHÍA DE PAZ)

“Entendíamos claramente que la razón por la cual mi solicitud fue rechazada…porque yo había tomado una postura política pública”, dijo Pablo Paredes sobre el rechazo de su solicitud de objetor de conciencia. (CORTESÍA / BAHÍA DE PAZ)

Por MERCEDES AGUILAR

Pablo Paredes decidió enlistarse en el 2000 en la Infantería de Marina de Estados Unidos para recibir una educación, pero luego de cuatro años y de empezar a sentir que la guerra en Irak era ilegal, decidió solicitar el estatus de objetor de conciencia.

Pablo, marinero de tercera clase de 26 años de edad, se negó en San Diego el 6 de diciembre del 2004 a subirse al barco que lo llevaría a Irak y se declaró objetor de conciencia.

Sin embargo, su solicitud de objetor de conciencia fue rechazada y en su lugar tuvo una corte marcial.

A pesar que la sentencia de la corte fueron tres meses de trabajos forzados por mala conducta, el padre de Pablo, Víctor Paredes, comentó que el juez acepto tácitamente el estatus de objetor de conciencia de su hijo.

“El gobierno de EE.UU. ha demostrado con claridad que cualquier miembro de las fuerzas armadas que crea que está participando en una guerra ilegal, tiene el derecho de no hacerlo”, fue lo que el juez les dijo a los Paredes al dar la sentencia.

“Entendíamos claramente que la razón por la cual mi solicitud fue rechazada…   porque yo había tomado una postura política pública”, dijo Pablo, “esto sería un gran golpe para la Infantería de Marina, al enterarse que yo recibiría un descargo honorable, cuando lo que hice no era algo que se hace en las fuerzas armadas, que es levantarse y decirle la verdad a un sistema poderoso”.

Según Víctor, siempre apoyó a Pablo porque era su hijo, pero discrepó con la premisa de la guerra en Irak. A diferencia de su padre, el hermano de Pablo, Víctor hijo, siempre se opuso a que su hermano menor se enlistara en la Infantería de Marina.

“Mi hermano tenía un carácter fuerte, para él las fuerzas armadas estaban muy lejos de ser malas. Al contrario, eran interesantes, por su edad y su nivel de madurez”, dijo Víctor, hermano de Pablo.

Cuando llegó el día en que Pablo decidió dejar de ser parte de las fuerzas armadas, su hermano Víctor eligió ser su portavoz.

“Fue un privilegio poder ayudar a mi hermano de esa forma y usar mis conocimientos profesionales para algo tan importante e interesante como el caso de mi hermano”, dijo Víctor, quien trabaja en una agencia publicitaria.
Poco después Pablo empezó a participar en eventos pacifistas.

Los dos hermanos Paredes fueron invitados a charlar en una cumbre. Mientras que Pablo se enfocó en su perspectiva contra las fuerzas armadas, Víctor habló de los métodos que las organizaciones pueden usar para atraer a los medios de comunicación.

Su padre, Víctor, quien tiene problemas para caminar después de un accidente que sufrió hace años cuando trabajaba como chofer de camiones, caminó de Tijuana a San Diego para apoyar una marcha que su hijo Pablo organizó para conmemorar la muerte de un soldado en Irak.

Tres años después, Paredes ha continuado con el movimiento pacifista y colabora trabajando con diversas organizaciones.

Una de las organizaciones con que Pablo trabaja es Bahía de Paz: Mejores Alternativas para la Juventud (BAY-Peace: Better Alternatives for Youth).

“Una de las maneras como ayudamos es educando a los jóvenes”, dijo Paredes. “Tenemos muchos jóvenes involucrados, que están en edad de secundaria y tratamos de concientizarlos sobre el tema”.

Bahía de Paz, dijo Pablo, informa a la juventud sobre las dos caras de las fuerzas armadas por medio de asambleas en las escuelas. Estas asambleas a veces se transforman en debates entre el reclutador y Pablo, o entre los jóvenes de Bahía de Paz y los jóvenes del Cuerpo Menor de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva (JROTC).

“La mayoría del tiempo todas las escuelas por [la legislación] “Que ningún niño se quede atrás” (No Child Left Behind), tienen que dar acceso a los reclutadores pero no le tienen que dar acceso a las voces alternativas, entonces los estudiantes están constantemente escuchando la perspectiva militar y la perspectiva del reclutador sobre el militarismo y nunca están escuchando ningún otro lado de la historia”, dijo Pablo.

Pablo tuvo un debate con un reclutador el 15 de febrero en Fremont High School en Oakland. Aunque muchos estudiantes en la audiencia pudieron hacerle preguntas a los dos, algunos se molestaron porque tenían muchas ganas de enlistarse en las fuerzas armadas y no les gustó escuchar el otro lado de la historia, dijo Susan Quinlan, coordinadora de Bahía de Paz.

Además de su trabajo con Bahía de Paz, localizada en Oakland, Pablo también trabaja como consejero de la Línea de Derechos de Soldados (GI Rights Hotline) y en el Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses en San Francisco (American Friends Service Committee).

“Si los jóvenes reciben ambos lados de la historia sobre lo que significa enlistarse en las fuerzas armadas”, Pablo concluyó, “entonces creo que tomarían decisiones educadas y estoy seguro que elegirán la mejor opción”.


Tags:  Mercedes Aguilar

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