Por CYNTHIA ELIGIO
EL NUEVO SOL
Para los padres de estudiantes AB 540, es un sueño dorado oír que existe un proyecto de ley como el DREAM Act que les dará oportunidad a sus hijos de estudiar en la universidad y un día poder obtener residencia permanente.
“A miles y miles que se encuentran en esta situación, les puede ayudar”, dijo Pedro, que por protección no dio su apellido. Él y su esposa Carolina han vivido en Estados Unidos durante 20 años y son padres de cuatro hijos.
Al hablar de su hija Isabel, quien ya terminó su licenciatura en CSUN pero no puede ejercer su carrera por no tener papeles, Carolina apunta la desilusión que se enfrenta debido a las actuales leyes migratorias:
“Lo más difícil [para Isabel] es saber que te estás esforzando y después de eso, ¿qué pasa? ”, dijo. El “DREAM Act” ayudaría a muchos que muestran el deseo de llegar a ser personas importantes, sobresalir siendo buenos ciudadanos.
Pero “te topas contra una pared”, dijo Isabel, quien sigue estudiando una maestría.
Los padres de Isabel, como muchos otros padres, sienten que la sociedad trata a sus hijos con dos raseros distintos. “Antes, cuando estaban en el kínder, los trataban como si fueran estadounidenses y llegando a la universidad los tratan como inmigrantes”, dijo Pedro.
Esto pasa porque actualmente la ley dice que todos los niños deben recibir educación desde la primaria hasta terminar la preparatoria sin importar su estatus legal y a partir del 2002, gracias a la ley AB 540, algunos de ellos han podido asistir a la universidad pagando matrícula de residentes del estado.
Pero después de terminar la carrera se topan contra una pared que no pueden derribar. Ellos se preguntan “después de esto, ¿que?”, explicó Carolina, quien dice que no ha perdido la esperanza de que el DREAM Act ayude a sus hijos a salir adelante.
“Yo estoy muy contento de ver esta oportunidad. Los hijos son los menos culpables de que estén pasando por esta situación”, dijo Pedro. En San Luis Potosi, él era un ingeniero topógrafo y aquí es un administrador de una panadería. Su hija Isabel podrá recibir mucha ayuda si el DREAM Act es aprobado por el Congreso, pero dice que muchos otros padres e hijos no saben qué pueden hacer.
Y por eso, nuevas organizaciones como Higher Education and Realizing Dreams (HEARD), que está en proceso de certificarse como organización estudiantil de CSUN, tratan de ayudar informando a estudiantes y padres que no saben de las oportunidades que ya existen y de nuevas que están por venir.
“Organizaciones como HEARD son organizaciones que les dicen a los padres: “estamos aquí, sabemos por lo que están pasando y estamos aquí para ayudarlos” explicó Edith Gurrola, presidenta de HEARD. “Al saberlo, van a sentir el apoyo y les va a dar confianza para que sus hijos se conviertan en doctores, abogados y más en el futuro”.
El DREAM Act “es [la] oportunidad para que muchos estudiantes realicen su sueño”, agregó Gurrola. Ella es estudiante de psicología y dice que detener a alguien antes de que consiga sus sueños y metas es muy devastador, ya que muchos de estos estudiantes tienen el potencial para llegar a ser líderes en sus profesiones.
Por eso, organizaciones como HEARD tratan de apoyar a padres, estudiantes, consejeros y maestros, para que todos puedan realizar sus sueños como residentes del lugar que llamamos nuestro hogar.
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