Por Carol Morales
EL NUEVO SOL
Nancy Landa, presidente de la Asociación de Estudiantes estudiante de la Universidad del Estado de California de Northridge (CSUN), llegó a Estados Unidos a los 10 años de edad. Vino con sus padres en busca de mejores oportunidades. Landa se graduó de la preparatoria Pacific Palisades con honores y fue una de las pocas estudiantes en recibir reconocimiento presidencial. Después de haber trabajado tan duro para superar los obstáculos del idioma,Landa debe superar ahora más obstáculos: no poder recibir ayuda financiera para su colegiatura, no poder obtener una licencia de manejo, no poder trabajar legalmente en el país, perder oportunidades de trabajo, así como oportunidades de pasantías y becas. Todo debido a su estado legal. Landa toma el autobús cuatro horas diarias para poder ir a la escuela.
Pero Landa no deja de soñar, y quizá una nueva ley la ayude a lograr su sueño. Se estima que entre 50 y 60 mil estudiantes indocumentados que se gradúan cada año de escuelas preparatorias norteamericanas, al igual que Landa, podrían adquirir la residencia legal gracias a un proyecto de ley llamado Dream Act (Iniciativa de Desarrollo, Alivio y Educación para Jóvenes).
De ser aprobado en el Congreso, este proyecto —el cual está pendiente para su discusión y aprobación en la Cámara de Senadores— permitirá que los estudiantes indocumentados paguen las mismas tarifas por colegiatura que el resto de los estudiantes de California y califiquen para ayuda financiera.
El Dream Act le daría a los estudiantes inmigrantes la posibilidad de obtener el derecho de permanecer en este país. La ley proporcionaría un periodo de residencia condicional de seis años para los jóvenes que entraron al país siendo menores de 16 años, han estado aquí continuamente durante al menos cinco años, no han cometido delitos, y de han graduado de una escuela preparatoria o equivalente.
Según la senadora de California Diane Feinstein, el Dream Act beneficiaría a estudiantes que, como Landa, “han demostrado un deseo de mejorarse por medio de la educación o el servicio a nuestro país”.
“Hay muchos estudiantes en CSUN, incluyéndome a mí misma, que se beneficiarían de este proyecto”, dijo Landa. “Esta medida proporcionará oportunidades a millones de individuos jóvenes a los que le es negada una oportunidad debido a su estado legal”.
Pero no todos esa´ån a favor del proyecto de ley. Según el Comité Asesor de Asuntos Hispanos de Kansas, los senadores John Kyl (R-AZ) y Jeff Sessions (R-AL) se ponen. Ellos argumentan que tal ley animaría a más inmigrantes indocumentados a entrar en Estados Unidos y quitaría los puestos en universidades que corresponden a ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, Feinstein cree que este proyecto tiene las salvaguardas necesarias para asegurarse que el alivio proporcionado a estos estudiantes no servirá como un imán para una futura inmigración indocumentada.
“Este programa de alivio provisional beneficiaria solamente una clase especial de estudiantes”, dijo Feinstein.
“La mayor parte de los estudiantes que se benefician de este proyecto son aquellos que en una edad joven fueron traídos aquí sin que se les haya tomado en cuenta”, dijo Frank Muñiz coordinador de proyectos especiales de EOP en CSUN. “A estos jóvenes se les ha educado en nuestras instituciones y privarlos de continuar una educación superior después de que han pasado por nuestro sistema sería una injusticia”.
“En California, muchos de los estudiantes que se beneficiarían de la legislación son niños de padres que han adquirido la amnistía”, dijo Feinstein. “La mayoría de los estudiantes consideran a California su casa y esperan hacerse ciudadanos, creo que deberíamos darles a estos jóvenes la posibilidad de ser exitosos”.
Según Landa, mucha de la gente que ella conoce es de opiniones conservadoras cuando de inmigración se habla. Sin embargo, una vez que ella relata sus luchas personales debido a su estado legal, ellos tienen una perspectiva diferente acerca del asunto.
Muñiz dijo que porque el Dream Act permitiría a los estudiantes el derecho de ser residentes, ellos serían capaces de trabajar legalmente y por lo tanto serían capaces de contribuir al estado y al país.
“Siento que nuestro país puede tomar decisiones más responsables socialmente si nuestra legislatura realmente entendiera cómo los inmigrantes en este país han contribuido a la fundación económica de los Estados Unidos”, dijo Landa. “Si esto permitiera que individuos prometedores persiguieran sus sueños, este país capitalizaría el talento que muchos como yo tienen que ofrecer”.
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