By PILAR DE HARO
EL NUEVO SOL
“¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo la queremos? !Ahora!” coreaban cientos de manifestantes de El Super fuera de la oficina corporativa de la tienda en Paramount.
El miércoles Flora Castañeda, trabajadora de El Super y cientos de organizadores, incluyendo miembros de la comunidad y clérigos protestaron ayer para mejores condiciones de trabajo en frente de la cadena de tiendas multi-millonarias.
La compañía Mexicana Grupo Comercial Chedraui dueña de El Super tiene al menos 50 tiendas en el suroeste con la mayoría de las tiendas en California. De esas tiendas solo siete son parte del sindicato. Los empleados de El Super son predominante mujeres inmigrantes de bajos salarios y por más de un año los trabajadores han estado luchando por mejores condiciones.
Quince arrestos fueron planeados fuera de la tienda como un acto de desobediencia civil, pero en respuesta la tienda se mantuvo cerrada en prevención a la protesta.
“Para nosotros fue una victoria porque en lugar de enfrentarnos huyeron como cobardes,” dijo Rigoberto Valdez, director de organización con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos y Comercios, UFCW.
El miércoles aproximadamente 20 manifestantes cerraron la intersección de Paramount Place y la avenida de Lakewood formando un círculo de solidaridad. Los clérigos rociaron agua bendita y bendijeron a los que estaban sentados en el círculo incluyendo a Flora Castañeda que lleva 11 años trabajando en El Super.
Castañeda madre soltera de tres hijos es la representante del sindicato en El Super tienda número 17.
Castañeda dice que la represalia asusta a los trabajadores de unirse a la lucha.
“No me importa si vuelvo a trabajar y cambian mi horario del trabajo”, dijo Castañeda.
“He tenido el mismo horario los últimos siete años, así que lo sabré. Nosotros merecemos ser tratados como seres humanos, aunque los dueños son de México.”
Castañeda fue una de las 15 personas que acepto ser detenida ayer.
“Yo soy la fuerte en mi tienda donde los trabajadores tienen miedo de hablar y perder su trabajo,” dijo Castañeda. “Si yo no lo hago nadie lo hará.”
Solo 20 de los trabajadores son parte del sindicato y 15 no lo son, sin embargo todos estuvieron presente el día de la protesta.
“La mayoría de los trabajadores tenían que trabajar ese día porque los miércoles son sus días de ventas especiales,” dijo Valdez. “Así que fue difícil conseguir el día libre.
La mayoría de los manifestantes eran de la organización de UFCW, y había apoyo de la Alianza de Trabajadores Migrantes del Barrio Coreano, KIWA, Clérigos y Laicos Unidos por la Justicia Económica, CLUE, El centro de recursos de Centro América, CARECEN, Clínica Monseñor A. Romero, Alianza por una Nueva Economía en Los Angeles, LAANE, La Corporación de la comunidad del este de Los Ángeles, ELACC entre otros.
Para recompensar a los clientes por cerrar la tienda El Súper les dio $5 de descuento si gastaban $20 o más en las tiendas cercanas, Long Beach y Southgate ese mismo día.
La UFCW local continuara lineas de boicot y el 18 de noviembre está planeando una movilización a gran escala.
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