Los expertos afirman que es preciso informarse sobre los periodos del año en que podemos consumir determinados alimentos
POR: RIGOBERTO VILLALOBOS
EL NUEVO SOL
Cada vez que María Tapia se comía un mango como parte de su merienda creía que su “cuerpo se llenaba de proteínas por el hecho de haber comido fruta” y se sentía “más saludable”, y contenta con ella misma, pero después de darse cuenta de que el mango que había comido no había sido cultivado recientemente porque no era parte de la fruta de temporada en Los Ángeles, quedó impresionada. “En realidad no tenía ni la menor idea de que las frutas que no están en temporada pierden sus vitaminas y no son tan nutritivas como uno piensa,” comenta con sorpresa esta ama de casa Angelina.
De acuerdo a la doctora Claudia Fajardo-Lira, especialista en nutrición y ciencias alimenticias,“la fruta de temporada es más nutritiva que la fruta que ha sido transportada de un lugar a otro”. En su perspectiva, el consumidor de estos tiempos se ha acostumbrado a que haya todo tipo de frutas todo el año. “Si no pueden consumir uvas o cerezas en Febrero [los consumidores] van a ir a otras tiendas donde puedan consumirlas… lo malo es que no resaltamos la importancia de consumir lo que está en temporada porque la fruta de temporada es más nutritiva que la fruta que ha sido transportada”, enfatiza.
De acuerdo a la organización SEELA, que se encarga de promover programas sociales, culturales y alimenticios en el condado de Los Ángeles, en nuestro condado hay alrededor de cien mercados donde el consumidor puede encontrar tanto como frutas de temporada como aquellas que son cultivadas localmente.
Al contrario de la señora Tapia, Constantino Vásquez, gerente de un restaurante en Los Ángeles, siempre ha tomado en cuenta que los productos de temporada son los mejores para la salud. “En mi familia estamos acostumbrados a comer fruta de temporada.” afirma, “mi esposa y yo acostumbramos a plantar nuestros propios huertos en nuestro patio trasero para así saber en realidad lo que estamos comiendo.”
Según el Servicio de Sanidad e Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, dentro de los procesos de almacenamiento y transporte de frutas y hortalizas se encuentran factores físicos, químicos y biológicos, los cuales pueden afectar tanto a los productos como al consumidor. Una de los datos más importantes a saber es que “todos esos tipos de factores son riesgos que pueden ser dañinos para la salud.”
Juan Ruiz, trabajador agrícola por más de quince años en el norte de California, dice que el problema de la fruta que no es de temporada no solamente es el hecho de ser transportada, sino que también antes de hacerlo se le agregan muchos químicos para que ésta se mantenga en buen estado durante el proceso de transporte. “Desde que se planta tiene productos químicos, desde que se siembra tiene productos químicos, empezando en semilla. Ésta viene ya con una pequeña capa para protección para que no se contamine y pueda germinar perfectamente,” explica.
Entre los latinos, hay un dicho muy conocido que dice: “a diario una manzana es cosa sana,” pero ¿en realidad cómo sabemos si la manzana le proporcionará vitaminas a nuestro cuerpo o simplemente lo llenará de los químicos que fueron utilizados para poder haber sido transportada a nuestra ciudad? Según la Dra. Fajardo-Lira, para poder transportar frutas e incrementar su durabilidad, muchas veces es común que se utilicen químicos para que éstas puedan llegar a su destino en buenas condiciones. Si las cosechan cuando están maduras se echan a perder; por lo tanto, se colectan verdes, se transportan y localmente se les aplica gas etileno con el propósito de hacerlas madurar. “El gas etileno no es nada dañino porque es un gas que toda la fruta produce durante el proceso de maduración… lo único que hacen es aplicarle este gas en una forma más concentrada,” clarifica.
Según Ruiz, en la planta del tomate hay varios pasos para prepararlo antes de que éste sea trasportado a los supermercados del país. “Primero se mantiene la semilla en invernaderos y al contar sesenta días, la planta es sacada de los invernaderos y transplantada por un periodo de noventa días. En ese periodo sale la fruta, es recolectada por personas manualmente y transportada al empaque donde es lavada, empacada y posteriormente distribuida a todas las tiendas y supermercados del país. Al llegar al empaque es lavada con cloro para remover todas las capas químicas que se le han puesto para las diferentes plagas que existen”, explica.
“Que miedo saber que todo este tiempo les he dado a mis hijos frutas que en realidad no son muy saludables como yo me imaginaba… me hubiera gustado haber sabido antes para solamente consumir frutas de temporada y así no estarme lamentado al saber la realidad. Porque se siente feo saber que le estamos dando lo que no es bueno a nuestros hijos y a nuestro propio cuerpo,” comenta Tapia.
Fajardo-Lira explica que hay varias maneras de conseguir frutas que no han pasado por el proceso de transporte. “Aquí en Los Ángeles hay muchos lugares donde los consumidores pueden conseguir fruta fresca.” El comer fruta fresca es muy importante para la salud porque tiene muchas propiedades en sí misma pero hay que tener cuidado, también contiene azúcar, “por lo tanto es muy importante tomar el mensaje de no comer nada en exceso”, insiste.
Según Ruiz, “lo barato sale caro,” por lo tanto él les recomienda a todos los consumidores de fruta que tomen la decisión de consumir frutas de temporada. “Todos sabemos que las frutas orgánicas pueden ser un poco más costosas que las que no lo son, pero en realidad vale la pena gastar un poquito más en ellas… es muy probable que nos gastemos un par de centavos más al comprar fruta orgánica, pero al final del día nosotros somos quienes salimos ganando porque al comprar fruta de calidad tenemos menos posibilidades de visitar al médico y más [posibilidades] de tener una buena salud.”
Como buena forma de tomar conciencia, según la Sra. Trejo, ella ha tomado la decisión de crecer su propio jardín en casa para así ahorrarse un poco de dinero en comprar fruta orgánica y sentirse más saludable. “Con el jardín que tengo en mente plantar, voy a procurar tener por lo menos tres diferentes tipos de fruta para cuando me la coma quede a gusto conmigo misma porque sabré que tanto mis hijos como yo vamos a comer algo que sí valga la pena y que no esté llena de químicos.”
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10 Razones de Comprar Orgánico
Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. : Oficina de Salud de las Minorías
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