Radio Nepantla: la historia de un niño que salió de Guatemala

Este episodio de la serie Dreamers: Redefinir el Sueño Americano cuenta la historia de Ernesto Valenzuela, un joven que de niño tuvo que huir de Guatemala y ahora ayuda a otros niños y jóvenes en su misma situación a transitar a un nuevo idioma y sistema escolar.

Por ALMA GONZÁLEZ, GUADALUPE CASTRO y STEPHANIE RIVERA
RADIO NEPANTLA

Alma González: Bienvenidos a nuestro podcast de Dreamers: Redefinir el Sueño Americano hoy les tenemos la historia de Ernesto Valenzuela.  La historia de este estudiante nacido en Guatemala es basada en el tema de la llegada de menores no acompañados a los Estados Unidos

Guadalupe Castro: Soy Guadalupe Castro y en colaboración con Alma González entrevistamos a Ernesto Valenzuela en el Parque de Exposición en Los Ángeles, y Stephanie Rivera fue nuestra editora.  Este podcast es parte de un proyecto de El Nuevo Sol, Radio Nepantla y El Centro de Recursos Dream del Centro Laboral de UCLA.

Alma González: Desde muy pequeño la vida no fue fácil para Ernesto ya que a muy temprana edad falleció su padre y su madre había decidido emigrar a los Estados Unidos dejándolo a manos de sus hermanos mayores.

Ernesto Valenzuela: Mi mamá se vino para acá y me dejó… creo que de los cinco años… me dejó con mis hermanos mayores. Crecimos solos, mi papá falleció cuando yo tenía un año y medio.

Guadalupe Castro: La violencia doméstica que sufrió en su hogar fue la razón que llevó a Ernesto a tomar la decisión de cruzar la frontera. También porque a su primo lo habían matado por la violencia que ocurre en Guatemala. Hubo personas que lo amenazaban a él y a sus hermanos. Les decían que iban a terminar mal, que los iban a matar.

Erenesto Valenzuela: La razón por la que yo me vine para acá fue porque mi hermano me pegaba mucho. Llegó un punto que me pegó con un cable de luz y me marcó toda la espalda. También me vine para acá porque mataron a un primo mío y éramos cercanos.  

Alma González:  A pesar de que a veces Ernesto iba a la escuela sin comer, siempre ha considerado que los estudios son importantes desde que vivía en Tiquisate, un pueblo pequeño en el país de Guatemala. Aunque Ernesto no tenía qué comer, siempre luchó para salir adelante y mantenerse en la escuela.

Ernesto Valenzuela: Yo siempre he tenido en mente que la escuela es primero y no importa lo que sea.

Guadalupe Castro: Cruzar la frontera por medio de el tren que llaman La Bestia fue una jornada larga y difícil.

Ernesto Valenzuela: En México aguantabamos frío, nos tuvimos que subir al tren, todos veníamos asustados, me monté casi 12 horas de las 5 de la mañana hasta las 8 de la noche, todo el día, con sed, con hambre, pues no no… no paraba el tren.

Alma González: Inmigración arrestó a sus hermanos mayores, pero a Ernesto no.  A él, lo llevaron a una casa hogar donde su madre finalmente pudo reunirse con su hijo al cumplir dieciocho años.

Ernesto Valenzuela: A mí, porque yo era un menor de edad, me dejaron en una casa hogar donde ayudan así a personas como yo que acabamos de venir. Nos dan apoyo, nos tratan bien las personas que trabajan ahí… nos tratan bien.

Stephanie Rivera: La adaptación a un nuevo país no fue fácil. Los mayores obstáculos que enfrentó Ernesto fueron la barrera del idioma y la discriminación. Algunos de sus compañeros se burlaron de él porque no sabía hablar inglés.

Ernesto Valenzuela: Los estudiantes en ese año que yo empecé fueron un poco malos conmigo porque siendo hispanos, latinos, yo les preguntaba que si sabían español y ellos decían que no.

Alma González: Pensando que las cosas podrían cambiar con la ayuda de sus maestros, Ernesto se esforzó por  aprender inglés. Él recuerda a un maestro que lo trataba mal y lo discriminaba. Fue a la oficina para poner una queja sobre el comportamiento del maestro, pero la autoridad del maestro pudo más y a él nunca le hicieron caso. Llegó un punto en el que Ernesto no quería volver a clase, pero siempre lo obligaban a regresar y el maestro siguió con sus insultos.

Ernesto Valenzuela: Ahí también hubo un problema con un maestro de que fue racista conmigo. Él todavía sigue trabajando ahí, pero lo que a él le dolió más fue que yo me pude graduar y ver que yo me superé a pesar de los commentarios que él me dijo.

Stephanie Rivera: A pesar de todos los obstáculos que tuvo que enfrentar, Ernesto hizo un cambio para él mismo y para otros. Ese cambio lo acercó más con los profesores para que ellos aprendieran español mientras él aprendía inglés, y al fin pudieran comunicarse.

Ernesto Valenzuela: Ya me comunicaba un poco más. Con señas o algo usábamos. Hasta un maestro tuvo que aprender español, él dijo que yo lo inspiré para que el aprendiera español. Poco por poco él fue aprendiendo entre los años, así como él aprendió español, yo tambien aprendí inglés. Ya el último año, él me dijo que gracias a mí él había tomado la iniciativa para aprender español. Me sentí feliz porque lo inspiré a él para aprender otro idioma, pues eso también me hizo feliz.

Guadalupe Castro: Ernesto se dio cuenta de que las oportunidades para aprender inglés para los estudiantes era limitada. Eso lo llevó a crear con su maestro, que aprendió español, un programa de tutoría que ayudara a jóvenes como él a aprender inglés.

Ernesto Valenzuela: Cuando estaba en la high school todavía hace dos años fue que creamos el programa Mentorship for ELD. Vimos de que estaban viniendo estudiantes de centroamérica porque yo los tenía en la clase y en la clase yo ya entendía y ellos no. A mí me dolía porque yo sabía que estaban pasando lo mismo que yo pasé. Vine yo y tomé la iniciativa pensé y le dije a mi consejero, le dije acerca del programa de que les ayudaramos a ellos.

Stephanie Rivera:  La creación del programa tuvo buenos frutos y fue creciendo más y más con la llegada de estudiantes de América Central. De alguna manera, Ernesto y su consejero pudieron manejar el creciente número de estudiantes en el programa.

Ernesto Valenzuela: Ya con el tiempo, era solo mi maestro y yo que ayudabamos a casi como unos veinticinco estudiantes. Ya pues se fue haciendo más grande la venida de los niños, de los estudiantes, se hizo más grande. Al final del año, ya eran casi más de cien estudiantes. Se nos hizo complicado hablar con todos so    lo que hacíamos era de que sacabamos dos estudiantes todos los días y hablamos con ellos para ver cómo iban.

Alma González: Después de haberse graduado de la preparatoria, Ernesto continuó con el programa y dejó que otras personas se encargaran de ayudar a cuanto estudiante llegara y necesitara ayuda. Ernesto sigue involucrado en el programa, ya que no ha dejado de ir y dice sentirse bienvenido. En cuanto termine sus estudios universitarios, él planea regresar para seguir ayudando a estos estudiantes.

Ernesto Valenzuela: Yo salí de la escuela, dejé una persona encargada que también pudo entrar al leadership program y pues ellos van a a la escuela y todavía llego yo a la escuela todos los maestros me saludan. Pues yo deje bastantes cosas allí hechas porque cuando yo entré casi no había nada de programas para los estudiantes que acaban de venir a este país.

Stephanie Rivera: Recientemente, Ernesto fue contratado en una preparatoria para ayudar a estudiantes que están pasando por la misma situación que él pasó cuando vino a este país. A pesar de que tendrá un horario ocupado, dice sentirse feliz de todo lo que está haciendo para él y los nuevos estudiantes.

Ernesto Valenzuela: Me van a contratar en una high school para que yo les ayude a los de ELD, a los que acaban de venir, y pues ahí sí me va a tocar un schedule más apretado, un horario más apretado, porque en la mañana voy a ir a la escuela a las 2 tengo que entrar ahí, ya me dijeron, y a las 6 que salgo de ahí de trabajar en la escuela, me voy a mi otro trabajo.

Guadalupe Castro: Ernesto se siente orgulloso a pesar de su dura jornada. Seguirá ayudando a su comunidad latina y está agradecido que tuvo una persona ayudándolo a salir adelante. Actualmente, Ernesto asiste a un colegio técnico y en dos años planea transferirse a la Universidad de California. También trabaja en un restaurante de comida china que lo ayuda a él y a su madre contribuir con los gastos de su hogar. Su sueño es graduarse con su maestría de la universidad para ser profesor de español o para una carrera en justicia criminal.

Ernesto Valenzuela: Me siento feliz ayudar como yo digo a mi comunidad Latina. Me siento feliz en la escuela todos me conocen como Ernestito. Ya mi consejero fue una persona que me ayudó muchos, que siempre estuvo allí apoyandome, dandome las clases que necesitaba.  

Stephanie Rivera: Gracias por escuchar a Radio Nepantla: la voz que traspasa fronteras. Esta fue una producción de El Nuevo Sol, el proyecto multimedia en español de la Universidad del Estado de California en Northridge. Producción y edición: Stephanie Rivera, Alma González y Guadalupe Castro. Composición y producción musical de Alex Bendaña. Soy Stephanie Rivera. ¡Hasta el próximo episodio!


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Tags:  Alma González dreamers Guadalupe Castro Guatemala menores migrantes Radio Nepantla Stephanie Rivera

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Alma González
Mi nombre es Alma González. Nací en Santa María, California. Siempre me ha interesado el periodismo y quisiera involucrarme en radio. Quisiera, por medio de la radio, poder transmitir mis puntos de vista acerca de mi comunidad, al tiempo que ayudo a mi comunidad. Disfruto viajar y aprender acerca de otras culturas, especialmente las mexicanas. Lee mis artículos en El Nuevo Sol.




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