Joven trabajador descubre que pasó por abuso laboral constante

“No puedo creer que fui victima de abuso laboral de muchas maneras y sin darme cuenta”, dice Josué Bran. “El no saber qué es legal y qué es abuso laboral me molesta porque es así como somos víctimas y es así como se aprovechan de los hispanos y de la humildad de los trabajadores”.

Por ABRIL PRECIADO
EL NUEVO SOL

Josué Mauricio Bran es un joven estudiante universitario de periodismo de la Universidad del Estado de California en Northridge (CSUN) que ha demostrado que los obstáculos de la vida se pueden vencer con perseverancia. A los 16 años de edad, Bran ingresó a Estados Unidos de su natal El Salvador. Inició sus estudios en Ulysses S. Grant High School y luego en Los Angeles Valley College, de donde logró graduarse con un título vocacional. Pero aunque todo parecía color de rosa, no todo fue tan fácil para él porque su trayecto laboral ha estado marcado por abusos frecuentes.

Como muchos otros jóvenes que trabajan para sobrevivir, Bran sabía que necesitaba un trabajo para ayudarle a su mamá con los gastos necesarios en su hogar. Por esta razón, se vio forzado a tomar menos clases en el colegio y trabajar tiempo completo en una mueblería empezando a la edad de 18 años.

Bran recuerda haber vivido discriminación por el hecho de no poder dominar el inglés, pero esto no lo desanimó. “No dejé que me afectara”, dice. “Al contrario, lo usé como motivación para salir adelante”.

Bran trabajaba moviendo muebles de un lado a otro, por lo cual constantemente sufría de dolor en la espalda. Pero aun así, la mueblería no le proporcionaba equipo apropiado para protegerse y tampoco recibía el entrenamiento necesario para prevenir lesiones en el trabajo.

“No me parecía justo lo que le estaba pasando en su trabajo”, recuerda su mamá Elsy Posada. “Para él, lo más importante era tratar de ayudar nuestra situación económica y salir adelante; por eso seguía trabajando en la mueblería”.

Según el estudio “I am a #YOUNGWORKER” del Centro Laboral de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Bran forma parte del 33.3 por ciento de jóvenes trabajadores a los que no se les pagan sus horas extra. También forma parte del 62.2 por ciento que no reciben beneficios de trabajo, como seguro de salud, días de enfermedad pagados y vacaciones. Reyna Orellana, investigadora del Centro, explica como muchos trabajadores jóvenes son abusados en sus trabajos por no estar informados de los derechos que tienen para protegerse.

Josué Bran. Foto: Abril Preciado / El Nuevo Sol.

Josué Bran. Foto: Freddy Casillas / El Nuevo Sol.

“Los empleadores grandes en muchos casos no toman en serio a los jóvenes trabajadores y abusan de ellos”, dice. “Muchos de estos jóvenes están trabajando para vivir y ayudar a sus familias y no para divertirse”.

Bran trabajó en la mueblería por más de tres años recibiendo un salario de $7.50 dólares por hora. La mayor parte del tiempo, se sentía desesperado porque su pago no le alcanzaba para pagar los gastos necesarios de su hogar y su escuela. Tiempo después, tuvo la oportunidad de trabajar en ventas. Con ese puesto de trabajo, su salario se incrementó a $13.00 dólares por hora. Para él, eso fue un alivio, pero no sabía que los problemas se iban a duplicar.

“Trabajaba ocho horas más que antes. No tenía control durante mis recesos de comida y me presionaban mucho”, dice. Otro problema fue que la mueblería nada más le pagaba 40 horas a la semana, sin importar cuántas horas extra había trabajado. De la misma manera, hubieron muchos casos en los que la mueblería no le pagaba la comisión correcta.

El informe del Centro Laboral muestra que nueve de cada diez trabajadores jóvenes no tienen un horario fijo en su trabajo. También muestra que 22.4 por ciento de los jóvenes no son pagados por todas las horas que trabajan y 33.5 por ciento de ellos trabajan más allá de su hora de salida.

“No puedo creer que fui victima de abuso laboral de muchas maneras y sin darme cuenta”, dice Bran. “Trabajaba horas enteras y al final me las quitaban. El no saber qué es legal y qué es abuso laboral me molesta porque es así como somos víctimas y es así como se aprovechan de los hispanos y de la humildad de los trabajadores”.

El Centro laboral ha ayudado a muchos jóvenes trabajadores abogando para que se organicen y para cambiar las leyes laborales. Con la ayuda de los trabajadores jóvenes y sus investigaciones, el Centro quiere educar a más jóvenes para que aprendan cómo protegerse de estas injusticias.

Bran está muy contento de saber que hay personas que se preocupan por el trabajador joven y que llevan este mensaje en diversas formas para que todos puedan entender lo que está pasando.

“Es tiempo que ya hablemos sobre los abusos que nos ocurren en nuestros trabajos para que las nuevas generaciones no pasen por los mismos abusos laborales”, finaliza Bran.


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