Soy trabajadora malabarista: Tengo dos trabajos para ir a la universidad

Menos del 1 por ciento de los trabajadores jóvenes dijo que sólo trabajaba para divertirse y 9 de cada 10 dijeron que no tenían un horario regular. —Informe I am a #YOUNGWORKER del Centro Laboral de UCLA.

Por JASMÍN NEVÁREZ
EL NUEVO SOL

Cuando uno empieza a trabajar desde joven ya nunca para de trabajar. La niñez se va fácilmente y la vida de adulta comienza.

Yo perdí la niñez a una edad adecuada, los 18 años. Empecé a buscar trabajo a los 17 pero muchos negocios no querían contratar a alguien menor de edad porque era un desafío para ellos. Aunque hablaba con los jefes o encargados y les decía cuánto quería y necesitaba trabajar, siempre se negaban por mi edad.

Yo tuve una niñez muy bonita pero pobre. Desde chiquita, aprendí a no pedir mucho y quedarme contenta con lo que había. No fue sino hasta la prepa que mi di cuenta que nos faltaba dinero. Mi último año de la prepa fue el más difícil de mi niñez. Tenía que dejar mis ilusiones de ir a la universidad de mis sueños e ir en cambio a un colegio comunitario por la falta de dinero.

Gracias a Dios, después de buscar trabajo por más de seis meses, encontré trabajo en un McDonald’s. Este trabajo me hizo abrir los ojos a las dificultades de los trabajadores jóvenes. Casi todos de mis compañeros de trabajo eran de mi edad y estaban en mi misma situación. Mi jefa siempre se quejaba cuando hacía los horarios porque tenía que ajustar las horas de los empleados de acuerdo a las horas de escuela. Nos hacía sentir mal y culpables hasta que aceptábamos trabajar más horas. Muchos de nosotros nunca tomábamos nuestro descanso sino hasta la hora de salir, y a esa hora ya ni quedaba tiempo porque andábamos a las carreras para llegar a clase a tiempo. Nos mandaban a casa temprano en días lentos y en días ocupados nos extiendían nuestras horas sin notificarnos.

A una edad tan joven, y con la escuela como mi prioridad, no tuve otra opción más que quedarme en McDonald’s. Hoy, ya tengo dos años allí, pero me conseguí otro trabajo en Denny’s de mesera. Ahora trabajo en los dos y voy a la escuela tiempo completo. Soy una trabajadora malabarista. Yo no trabajo para divertirme, yo trabajo para tener fondos para mis estudios y mi carrera.

Menos del uno por ciento de los jóvenes trabajadores encuestados por el Centro Laboral de UCLA para el informe I am a #YOUNGWORKER dijo que sólo trabajaba para divertirse y 9 de cada 10 trabajadores jóvenes no tenían un horario regular.


Tags:  horarios irregulares Jasmín Nevárez TrabajadorJoven trabajar para vivir UCLA Labor Center YoungWorker

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