Sergio Zambrano: Programa contra diabetes debe expandirse a toda California

Sergio Zambrano, graduado del programa de kinesiología de CSUN, cree que el éxito del programa de 100 Ciudadanos se debe al hecho de que los participantes e instructores voluntarios se convierten en familia y realmente desean el éxito de los participantes.

Por MARITSA RAMÍREZ
EL NUEVO SOL

Cada lunes, miércoles y viernes, Sergio Zambrano, de 27 años y residente de Sylmar, se despierta temprano y va al Parque Recreativo de la ciudad de San Fernando para ofrecer su tiempo y servicio al programa de 100 Ciudadanos. Llega al parque a las ocho de la mañana y saluda a los participantes. Conoce a cada persona por su nombre y les pregunta sobre su progreso. Comienza una rutina de ejercicio para prepararlos para su entrenamiento, les habla como si fueran su familia.

Zambrano se graduó recientemente de la Universidad del Estado de California en Northridge (CSUN) pero ha sido voluntario del programa de 100 Ciudadanos por un año. El programa, creado por el profesor Steven Loy del Departamento de Kinesiología de CSUN, se propone demostrar que un programa gratuito administrado por estudiantes voluntarios puede resultar en la pérdida de peso de cinco a siete por ciento del peso inicial de los participantes. Una pérdida de peso de esta magnitud ha demostrado reducir el riesgo de diabetes tipo dos en un 58 por ciento.

“Miré un boletín en la escuela pidiendo voluntarios”, dice Zambrano. “Estaba tomando una clase con el doctor Loy y él mencionó que era un programa de prevención de diabetes. Yo me interesé inmediatamente”.

La mayoría de los encargados del programa son estudiantes voluntarios, pero Zambrano sigue trabajando con el programa aunque se haya graduado en mayo de 2013. Se graduó con un título en kinesiología, con una concentración en la ciencia del ejercicio, lo cual es el estudio del movimiento humano y las respuestas fisiológicas al ejercicio del cuerpo humano. Actualmente, trabaja como Técnico Médico de Emergencia (EMT).

Su dedicación al programa y su interés en kinesiología proviene de su historia familiar. Zambrano tiene una historia de diabetes de tipo dos en su familia. Tiene un buen número de tías y tíos que sufren de ésta. Su abuela paterna ha sufrido un infarto por complicaciones debidas a la diabetes y su abuelo falleció recientemente de una infección causada por la diabetes. Su padre también tiene diabetes tipo dos.

Zambrano habla con los participantes del programa de prevención de diabetes sobre el por qué de su apoyo al programa, incluyendo su historia familiar y su deseo de ver mejora general. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Zambrano habla con los participantes del programa de prevención de diabetes sobre el por qué de su apoyo al programa, incluyendo su historia familiar y su deseo de ver mejora general. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Su abuela materna tenía diabetes pero fue capaz de revertirlo. Esto es algo que él desea para el resto de su familia y todos los miembros que participan en el programa de 100 Ciudadanos.

“Ya que yo vengo de una familia en donde la diabetes es prominente, eso me ha dado la motivación para ayudar a que el programa tenga éxito”, dice. “Trabajando como EMT me ha permitido cuidar a personas que realmente han visto lo peor de la diabetes por medio de fallas renales, amputaciones, ceguera y otras complicaciones. Me di cuenta qué tan importante un programa como este puede ser”.

Aunque su familia está muy bien informada en lo que se trata de la diabetes y los problemas que presenta, la dificultad que enfrenta es siempre hacer los cambios de estilo de vida necesarios para evitar las consecuencias de la enfermedad. Zambrano comparte con los participantes del programa 100 Ciudadanos la lucha que ha tenido tratando de cambiar los hábitos de su familia.

Los padres de Zambrano están muy orgullosos del trabajo que está haciendo y entienden su pasión. Le preguntan sobre el programa, pero para él ha sido difícil convencer a su padre a que participe en el programa.

“Mi padre puede ser muy terco. Mientras se sienta bien, no siente la urgencia o el entendimiento de qué tan peligrosa puede ser la diabetes descontrolada”, dice.

El padre de Zambrano toma inyecciones de insulina todos los días, pero es muy difícil convencerlo a hacer ejercicio o que visite a su médico. El mayor éxito que ha tenido Zambrano es motivarlo a comer un poco más saludable.

Zambrano sabe que muchos de los participantes del programa están en la misma situación. Dice que algunos de los participantes comparten su frustración. Tratan de hacer cambios saludables en sus dietas, pero sus familias resisten cambio. Pero esto no disminuye la dedicación de Zambrano.

“Su pasión es aparente en los modos en que entrega el ejercicio y nutrición a los participantes”, dice Jazmyn Jasso, su compañera en el programa. “Él es muy entusiasta y bien informado y un gran compañero con el qué trabajar. Realmente se preocupa por el éxito de los participantes y el programa. Creo que su historia familiar con diabetes le permite entregar la información a los participantes de manera memorable. Se asegura que los participantes comprendan todo para que puedan beneficiarse de la lección”.

Aunque su padre no quiere participar, Zambrano utiliza las técnicas utilizadas en el programa para ayudar a su familia en su casa. Les enseña sobre diferentes tipos de alimentos, técnicas de motivación, y la importancia de cambiar su estilo de vida, no sólo por un par de meses, sino para el resto de sus vidas.

“Su pasión por el programa es evidente para los participantes”, dice Margaret Martínez, una de los participantes. “Siempre tiene mucha energía. Conoce el nombre de todos y se da cuenta cuando las personas están ausentes. Tiene verdadera compasión y dedicación por el programa”.

Su pasión por el mejoramiento de la salud de su familia también es compartida con lo que él desea para los participantes.

“La pasión que tiene procede de una experiencia personal. La mayoría de nosotros comprendemos los peligros de la diabetes pero él sabe lo que es tener familiares afectados”, dice el profesor Steven Loy, el director del programa, “Él sabe que es una enfermedad reversible. Ofrece una perspectiva diferente al programa”.

Zambrano utiliza su conocimiento en kinesiología como método de apoyo para los participantes, ya que él da instrucciones por medio de imitación al ejercicio que se realizará. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Zambrano utiliza su conocimiento en kinesiología como método de apoyo para los participantes, ya que él da instrucciones por medio de imitación al ejercicio que se realizará. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Zambrano cree que el éxito del programa hasta el momento es debido al hecho de que los participantes e instructores voluntarios se convierten en familia y realmente desean el éxito de los participantes. También le gusta que sean capaces de utilizar sus conocimientos para modificar ejercicios para que nadie se sienta que algo es demasiado difícil.

“Sergio hace un buen trabajo. Él es muy consciente y compasivo cuando trabaja con los ancianos y realmente trata de motivarnos a nosotros a vivir más sanos”, dice José Montelongo, un participante del grupo de la tercera edad.

“Mi parte favorita del programa es escuchar las historias de los participantes y ver el progreso que han tenido”, dice Zambrano, “Me encanta ver cuánto valoran el programa y lo mucho que quieren estar allí”.

Zambrano espera que el programa de 100 Ciudadanos se expanda a las otras 21 universidades del sistema de la Universidad del Estado de California (CSU), utilizando sus departamentos de kinesiología. Aspira a utilizar sus conocimientos y educación para perseguir una carrera como asistente de médico, donde podrá trabajar con personas con diversos problemas de salud, incluyendo la diabetes.

“Tener diabetes en mi familia es lamentable”, dice Zambrano, “pero me ha inspirado a hacer lo que pueda para ayudar a los demás. Quiero ayudar a la gente a cambiar el estilo de vida no sólo suyo, sino de sus familias, así como prevenir el destino de personas como mi abuelo y mi padre”.


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