Dreamers cuentan con cautela los días para un futuro mejor

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Activistas y aliados festejan a lo que llaman “una pequeña victoria hacia la gran batalla”, y continúan trabajando para que miles de estudiantes puedan finalmente salir de las sombras.

Abogados de diferentes organizaciones proporcionan informacion.

Por JACQUELINE GUZMÁN GARCÍA
EL NUEVO SOL

“No lo podía creer. Desperté a las siete de la mañana; tenía tantas llamadas perdidas y mensajes de texto de amigos que me decían: ‘Felicidades, sabemos que has trabajado tan fuerte por este momento’”.

Nancy Meza, de 25 años, se llena de emoción al recordar el momento en que escuchó lo que por muchos años había esperado: calificar para obtener un permiso de trabajo y poder ejercer su carrera legalmente. Meza se tituló en Estudios Chicanos en la Universidad de Calfornia, Los Ángeles (UCLA) en 2010.

Este festejo se celebró por toda la nación mientras estudiantes indocumentados y aliados escuchaban atentamente, el pasado 15 de junio, al presidente Barack Obama afirmar que desde ese momento se detenían las deportaciones de ciertos jóvenes indocumentados que entraron al país siendo niños, y que se les otorgaría un permiso de trabajo por dos años, sujeto a renovación, a los jóvenes que califiquen bajo ciertas características.

“Estos son jóvenes que estudian en nuestras escuelas, juegan en nuestros vecindarios, son amigos de nuestros hijos, le rinden honor a nuestra bandera. Son estadounidenses en sus corazones, en sus mentes, en todas las formas posibles, menos una: en papel”, dijo el Presidente durante la conferencia de prensa en la Casa Blanca.

“Yo no lo podía creer, no estaba segura qué estaba pasando hasta que escuché a Obama decirlo”, agrega Meza.

El Proceso de acción diferida para el alivio de la deportación de ciertos jóvenes que llegaron a los EE.UU como niños consiste en dos partes: la primera parte otorga alivio inmediato contra la deportación o proceso de deportación, a partir del 15 de junio del 2012, a ciertos jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños, y la segunda parte otorgará un permiso de trabajo renovable a aquellos que cumplan con los siguientes requisitos:

  1. Haber llegado a Estados Unidos antes de los 16 años.
  2. Haber residido continuamente en Estados Unidos por un periodo mínimo de cinco años antes del 15 de junio de 2012 (es decir, haber llegado a más tardar el 15 de Junio del 2007) y haber resididio continuamente en Estados Unidos hasta ahora.
  3. Estar matriculado en la escuela, o haberse graduado de la preparatoria o de la universidad, o haber obtenido un certificado de educación general (GED), o haber servido en las Fuerzas Armadas o Guardia Costera.
  4. No haber sido encontrado culpable de felonía, un delito menos grave de carácter significativo, multiples delitos graves, o representar una amenaza a la seguridad nacional o seguridad pública.
  5. No ser mayor de 30 años.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en ingles) tiene un documento de preguntas más frecuentes.

De acuerdo con el Centro Hispano Pew, alrededor de 1.4 millones de jóvenes podrán beneficiarse de esta nueva orden: 700 mil menores de 18 años y 700 mil entre las edades de 18 y 30 años (que llegaron al país siendo niños).

“Este es un paso enorme a lo que va a generar más progreso [en la nación]”, menciona Kent Wong, director de el Centro de Trabajo de UCLA.

“Los jóvenes indocumentados merecen una oportunidad y el hecho que el [presidente Obama] ha detenido las deportaciones permite que haya un cambio enorme que puede mejorar la vida de miles de jóvenes indocumentados en el país”, agrega Wong.

Meza dice que el resultado de la decisión de la administración Obama no pudo haberse realizado sin el entusiasmo y dedicación de estudiantes activistas alrededor de la nación. “Esta campaña ha sido liderada por los jóvenes por años y ahora todo demuestra que sí tenemos poder como comunidad inmigrante”.

Wong dice que por muchos años las graduaciones de los dreamers en UCLA habían sido agridulces porque aun teniendo títulos, los estudiantes no podían ejercer debido a su estatus migratorio.

“Y por primera vez, la graduación de los dreamers estuvo tan llena de jubilo, ya que se están graduando con la seguridad de saber que sí podrán utilizar sus títulos”.

Hasta el momento, organizaciones pro-inmigrantes y abogados voluntarios están trabajando arduamente para proveer la información necesaria para que les sea más fácil a los estudiantes llenar su solicitud.

Durante un foro de información en la Placita Olvera patrocinado por la organización United We Dream, varios abogados recomendaron esperar hasta el 15 de agosto para poder solicitar y les recomendaron a los jóvenes que sean cuidadosos con posibles fraudes. Tampoco deben preocuparse de que la orden pueda ser anulada.

“Mientras más estudiantes se beneficien, será más difícil que la acción sea revocada en caso de que haya un nuevo gabinete”, dice Neidi Domínguez, activista de United We Dream, quien motiva a los estudiantes a que llenen la solicitud una vez que esté disponible.

“El gobierno no tiene los recursos suficientes para deportar a todos los indocumentados del país”, dice.

Myrna Ortiz, organizadora de la Coalición a Favor de los Derechos Humanos de Los Angeles (CHIRLA) dice que están haciendo todo lo posible para expandir los requisitos para que más gente sea aprobada. “Queremos asegurarnos que los que van a aplicar estén seguros que tienen todo sus documentos en orden antes de aplicar para que no sean rechazados”, pero también se preparan para aquellos que se les niegue su petición, “Y si al final hay gente que sí es rechazada, vamos a continuar a proveer nuestro apoyo para que no tengan que vivir con miedo de ser deportados”.

CHIRLA tiene un documento en español que explica tanto el proceso de acción diferida como sus consecuencias.

Activistas y aliados están contentos con lo que ellos llaman “una pequeña victoria hacia la gran batalla” y continúan festejando el hecho de que miles de estudiantes podrán finalmente salir de las sombras.

“Tenemos que continuar con el activisimo para lograr que se apruebe el DREAM Act Federal porque los estudiantes aún no tienen un camino hacía la ciudadanía”, dice Wong. “En varios estados tampoco tienen acceso a educación universitaria, y todos tenemos que ganar más victorias para poder lograr una reforma migratoria”.


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