Documental enseña riesgos de cruzar

Rene y Maria de Jesus explican el dolor al ser separados de sus madres antes de tratar de cruzar la frontera. ( Cortesia de Anayansi Prado/El Nuevo Sol)

Rene y Maria de Jesus explican el dolor al ser separados de sus madres antes de tratar de cruzar la frontera. ( Cortesia de Anayansi Prado/El Nuevo Sol)

Por VÍCTOR CORONA

Para miles de niños inmigrantes que tratan de cruzar la frontera hay un centro de refugio en Nogales, México. Este lugar es la última parada para muchos de los niños que son detenidos por inmigración. Es allí donde conocemos a los primos a los protagonistas de esta historia llevada a la pantalla. El documental “Niños en tierra de nadie”, cuenta la vida de María de Jesús, de 13 años y su primo René, de 12, quienes tratan de cruzar la frontera hacia los Estados Unidos desde México para reunirse con sus madres en Chicago.

“Yo quería dar un discurso sobre la situación de inmigración y darle una cara a los niños inmigrantes”, dijo Anayansi Prado, directora del filme. “Documentales como éste les da la oportunidad a los americanos de ver el otro lado de la historia. El otro lado que probablemente no han podido ver en ningún otro lugar”.

El gobierno estadounidense estima que 3.5 millones inmigrantes indocumentados entran el país cada año; de ellos, 100,000 son niños.  Y la mayoría inmigran sin la compañía de un padre o un guardián. Según las estadísticas oficiales, en el 2003 casi todos las personas sin documentos migratorios detenidos por la patrulla fronteriza fueron adolescentes menores de 17 años. En ciertos casos los niños que fueron detenidos tratando de cruzar tenían solamente 10 años.

“Niños en tierra de nadie”, le da una cara real a la situación actual en la frontera entre EE.UU. y México. El documental fue estrenado en Hollywood durante el festival de cine latino este año.

La historia comienza a contarnos las pláticas de un grupo de adolescentes que comentan sus experiencias y las razones por las cuales se arriesgan a cruzar la frontera. Esta historia, lamentablemente muy común en la frontera, es relatada visualmente con las peripecias de sus protagonistas. El relato nos lleva al refugio en Nogales, lugar en donde viven los jóvenes detenidos hasta que se comuniquen con un padre o tutor que pueda recogerlos. Ahí deben esperar hasta que algún adulto se pueda hacer cargo de ellos pues en principio, los menores no deben viajar solos. Si no tienen a alguien que pueda responder por ellos y son mayores de edad tienen que comprobarlo con su acta de nacimiento. La realidad demuestra que muchos de llos no consiguen a nadie que pueda responder por ellos y terminan sobreviviendo en este lugar en una larga e interminable espera.

Allí los primos explican por qué es que trataron de cruzar la frontera y hablan sobre sus tribulaciones y sus dificultades antes de ser atrapados por inmigración: “Queremos estar con nuestras madres…y nunca ser separados. Pero no pudimos esta vez”, dijo María de Jesús. “Nos agarró inmigración. Se siente feo porque yo no puedo ver a mi mamá y (René) no puede ver a mi tía Blanca. No tenemos ni quien nos regañe, quien nos dé cariño”.

En el transcurso de la historia aparece un personaje que pocas veces es considerado cuando se habla de inmigración. Y es el caso de los abuelos, aquellas personas mayores que se hacen cargo de sus nietos mientras sus hijos emprenden el camino migratorio. En esta historia eventualmente los dos primos son liberados cuando su abuela viaja 1,500 millas para recogerlos.

El documental de Prado nos lleva con su cámara a un pequeño caserío mexicano en Puebla de donde es originaria la abuela de los críos. Las imágenes nos muestran las condiciones de pobreza del entorno y nos explica visualmente las razones por las que los niños decidieron irse a EE.UU. De vuelta al pueblo, María de Jesús y René consiguen comunicarse con su familia en Chicago y deciden volver a tratar de nuevo reunirse con ellos.

La situación sobre los niños inmigrantes va mas allá de los números y las estadísticas porque no hablan sobre las razones porque los niños arriesgan sus vidas, dice Beatriz Cortés, profesora de estudios Centro Americanos y coordinadora del programa en CSUN:
“Los niños no son vistos como ciudadanos y no son considerados legalmente independientes y por eso no hay un esfuerzo para tratar de protegerlos. El medio establecido en gran parte está ignorando completamente el problema sobre inmigración y no nomás el de los niños. Y pienso que también están ignorando la dimensión humana de inmigración y las experiencias de las familias separadas”.

La situación de los niños inmigrantes no ha sido tratada por los medios de comunicación. Y cuando aparecen en las noticias, generalmente es considerado desde un ángulo negativo. Muchas de las veces, las imágenes vistas son de los grupos vigilantes que toman la ley en sus propias manos y de políticos afirmando que construyendo una pared de 20 pies hecha de hierro hará que el problema desaparezca.

Josué Guajan un estudiante de CSUN que estudia televisión y estudios Centroamericanos considera que los documentales dan un elemento humano a las historias contadas: “A la diferencia de las películas hechas en Hollywood, uno puede ver lo que los niños están sufriendo y nos enseña qué tan valientes son estos jóvenes y que son capaces de sacrificar para reunirse con sus familias”.

Esta temática ha sido considerada también en otras obras cinematográficas como “Bajo La Misma Luna” y “El Camino”. “Lo que distingue “Niños En Tierra De Nadie” de otras películas es que el documental enseña la realidad de muchas de estas personas y porque es que estos jóvenes tratan de buscar una vida mejor”, expresó Guajan.

Una de las escenas más conmovedoras del documental es el momento en que Irma, la madre de María de Jesús va a recoger a su hija y su sobrino de manos de los traficantes de inmigrantes, conocidos como “coyotes”. La mujer se debe enfrentar a una terrible situación pues se ve obligada a dejar a su propia hija por no contar con el dinero que se había acordado. Sin embargo, después de llegar a casa solamente con su sobrino, casi 45 minutos después consiguen recoger a María de Jesús. Finalmente madre e hija logran reunirse después de largos años de separación.

El documental nos permite conocer otra faceta de la vida de las familias inmigrantes. Las consecuencias de los largos períodos de separación a los que se ven enfrentadas a sobrevivir. Después de seis meses se nos muestra a María de Jesús comentando sobre las dificultades de acostumbrase y adaptarse a su nueva vida en EE.UU. Por su parte, la madre también nos cuenta su experiencia de reacomodo en las relaciones familiares con su hija a la que, según su opinión, debe inculcarle disciplina después de vivir tantos años con su abuela.

El documental fue un esfuerzo muy intenso para Prado, “El proyecto tuvo un gran afecto emocional al tener que dar numerosas vueltas de aquí a la frontera, especialmente cuando lo niños me pedían que me los llevara conmigo”, dijo Prado. “Lloré mucho, especialmente al no poder hacer algo por ellos. Pero estaba determinada a finalizar esta historia”.


Tags:  Victor Corona

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